Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-03-12
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   9-10
Sección:   Sociedad
Centimetraje:   32x50
La Segunda
Jefes de primera línea evalúan
Los aprendizajes médico-sanitarios en Chile, a un año de declararse la pandemia en el mundo
Destacan el uso de mascarilla, el trabajo integrado del sistema público-privado, poder anticipar lo que viene, la capacidad de adaptación a nuevos escenarios y que la cobertura sanitaria de toda la población es un bien necesario.
"La OMS ha estado evaluando este brote durante todo el día y estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Hemos evaluado que el Covid-19 puede caracterizarse como una pandemia".

Esas fueron las palabras que usó el 11 de marzo de 2020 el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, para alertar lo que venía.

A un año de ello, más de 118 millones de personas se han contagiado y 2,6 millones han muerto en todo el mundo. En Chile se han reportado más de 873 mil casos y se superan los 21 mil muertos.

Los aprendizajes desde el punto de vista médico y sanitario, admiten los jefes de Unidades de Paciente Critico (UPC) y directivos de distintas clínicas capitalinas, son varios.
Esta semana RedSalud organizó simposio -"Mejor salud para Chile"- con más de 70 exposiciones donde se abordó el cambio de la medicina tras la pandemia tanto en la área respiratoria, traumatológica y farmacológica, entre otras.

Desde la Clínica RedSalud Vitacura (ex Clínica Tabancura), el jefe de U PC doctor Javier Gárate, plantea que el primer aprendizaje es comprobar cómo el cuidado personal (uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento) puede incidir fuertemente en los niveles de contagio de una enfermedad. "Epidemiológicamente, es relevante. Y se ha ido generando un cambio cultural en que hemos normalizado algunas medidas de protección", dice

El ejemplo más claro de que esto sirve es lo que ocurrió el año pasado, en que los contagios de otros virus respiratorios como la influenza o el virus sincicial respiratorio cayó prácticamente a cero (aunque también contribuyó a eso el que hubo cuarentenas estrictas). "Entonces en el futuro podríamos ayudar a manejar mucho mejor esos cuadros con medidas preventivas como las mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento. Los chinos aprendieron mucho antes que nosotros".

Hacer modelamientos

Un segundo elemento, dice, "es que hemos aprendido a advertir incrementos o peaks de contagios, porque ya sabemos leer cómo se mueve el virus según los desplazamientos de la población. Eso lo veníamos viendo con lo que pasaba en el hemisferio norte, donde se hicieron modelamientos epidemiológicos de los desplazamientos sociales. Eso nos permitió prepararnos, por ejemplo, con las vacaciones de verano. Ya sabemos cuándo enfrentamos una nueva ola y tomar decisiones, por ejemplo, de encuarentenar zonas o preparar al sistema hospitalario".

Más ágiles y flexibles

Y como tercer punto, destaca cómo -en Chile y el extranjero- se facilitan las cosas cuando se realmente se hace trabajo colaborativo. A nivel internacional, dice, el mejor ejemplo es el diseño de una vacuna en menos de un año. Y a nivel nacional, la implementación del sistema de hospitalización público-privado. "No lo habíamos visto nunca a este nivel, y ha funcionado bastante bien, al igual que los insumos de in y formación que vamos recibiendo tanto desde el Minsal como de otras instancias como las universidades o gremios médicos. Eso nos permite hacer modela-miento y anticiparnos en alguna medida", dice.

El doctor Sebastián Valderrama, subdirector de la Clínica San Carlos de Apoquindo (Red de Salud UC CHRISTUS), agrega que "quedó en evidencia que en salud podemos ser más ágiles y flexibles, desde lo médico hasta lo administrativo, para abrir nuevas camas, capacitarse, aprender nuevos procedimientos, hacer diversas funciones e integrarse en un solo objetivo".

Destaca que "uno estaba acostumbrado a que los enfermos estuvieran siempre muy acompañados y la pandemia nos llevó al otro extremo, en que pese a estar en una condición de gravedad el paciente estaba literalmente solo. Ahí aprendimos la necesidad de responder a ese vacío, ya sea acompañando directamente al paciente o siendo puente con sus familiares usando la tecnología para ponerlos en contacto".

No todo es covid

Desde la Clínica Alemana, el jefe PC doctor José Miguel Montes, señala que "es muy satisfactorio ver la capacidad de los distintos sistema de salud de adaptarse y hacer prácticamente una metamorfosis para atender pacientes covid, lo que muestra que las instituciones son mucho más plásticas de lo que parecen a la hora de enfrentar una demanda totalmente cambiantes".
Destaca también el trabajo de investigación de medicamentos para el covid y su uso clínico de manera paralela. "Eso nos ha permitido ir viendo, por ejemplo, que el uso de corticoides sí tienen un impacto importante en la baja mortalidad de los pacientes, y que algunos antivirales que uno suponía podrían servir, no lo hicieron. Hay investigación y uso clínico simultáneo, lo que no es frecuente", señala.

Y agrega que "hemos aprendido también que no podemos postergar todo por el covid. De abril hasta julio hubo un cierre total de toda actividad no covid, por lo que esas patologías se postergaron provocando un aumento de descompensaciones de enfermedades crónicas y cirugías electivas. Eso no es bueno. Hay que tratar de mantener la actividad médica no covid para evitar un aumento de complicaciones en la población".

El daño inflamatorio

El doctor Sebastián Ugarte, jefe UPC de la Clínica Indisa, repara en un tema médico a su juicio de alta importancia: "el virus en sí mismo no es el causante de todos los problemas que provoca la enfermedad, si no que la respuesta del propio organismo contra el virus, a través de una fase inflamatoria y pro trombótica, puede hacer más daño que el virus en sí".

Explica que el virus permanece en el cuerpo no más allá de 11 días (17 en los casos más prolongados), "pero los enfermos se vuelven críticos cuando ya han pasado varios días de evolución y lo que juega un rol importante allí no es la presencia del virus, sino la respuesta del cuerpo".

¿De qué depende esa respuesta? De las características genéticas del paciente, de la carga viral que recibe, del grupo sanguíneo (el grupo A genera un cuadro más severo), de la cantidad de receptores de enzimas convertidoras que usa el virus (los niños tiene menos y por eso tiene menos riesgo, mientras que los hombres hipertensos tiene más).

Ugarte advierte que "hemos debido entender de la manera más dolorosa que una adecuada cobertura sanitaria de toda la población no es un lujo caro, si no un bien necesario porque la enfermedad de tina persona que no conozco puede terminar afectándome directamente a mi o a mi familia. Esto debiera hacernos replantear los desafío país en esta materia, porque se ha logrado que todas las camas UCI, tanto del sistema público como privados, estén dispuestas para atender a los pacientes según su necesidad y no su previsión".

Valderrama agrega que "una ganancia de todo esto, dentro de las pérdidas, es la capacidad instalada con que quedamos no solo en infraestructura sino en la formación de equipos más especializados en trabajo intensivo. Y lo otro, sin duda, es valorar el sistema de vacunación que data de décadas y ahora nos permite tener una rápida inoculación. Hay una cultura muy desarrollada en ese sentido, no solo de la población, sino también de los servicios de salud".

Volver a lo esencial

Pero el tema más importante, señala Ugarte, "es reconectarnos con lo esencial para vivir, con la humanidad del ser humano. Si uno piensa en los vecinos que estando en cuarentena se asistieron con alimentos, algunos les hacían las compras a adultos mayores y otros cantaban o tocaban instrumentos musicales para alegrar sus vecindarios; o en el personal de salud que se convirtió en soporte emocional de muchos enfermos que estaban en absoluta soledad, uno se da cuenta lo que en realidad era importante".

-Ya no importaba la ropa que vestíamos o las joyas, porque no había dónde mostrarla; o el auto que manejamos, porque no había dónde ir. Y vuelven a ser importantes los afectos, la solidaridad, la familia, los que queremos. Es una tremenda lección de humildad. Tengo la esperanza que eso no se diluya.

Recuadro
"La capacidad de los distintos sistema de salud de hacer prácticamente una metamorfosis para atender
pacientes covid"
Dr. José Miguel Montes, Clínica Alemana

"Es relevante cómo se ha ido generando un cambio cultural en que hemos normalizado las medidas de protección"
Dr. Javier Gárate, Clínica RedSalud Vitacura

"Aprendimos la necesidad de responder a la soledad del paciente, acompañándolo directamente o siendo puente con sus familiares"
Dr. Sebastián Valderrama Clínica San Carlos de Apoquindo

"Ver que no era tan importante la ropa que vestíamos o el auto que manejamos, sino los afectos, la solidaridad y la familia"
Dr. Sebastián Ugarte Clínica Indisa
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Por Jéssica Henríquez D-