Luego de un año complejo en todo sentido, las señales indican que en 2021 podría partir la recuperación. En suelo local hay esperanza, sobre todo porque las perspectivas económicas globales han mejorado sustancialmente en los últimos meses, gracias a la distribución gradual de vacunas contra el Covid-19. Y las cifras lo reflejan.

El último Informe de Política Monetaria del Banco Central mejoró el pronóstico sobre la economía, proyectando una expansión del PIB de entre 5,5% y 6,5%. El miércoles, en el seminario "Perspectivas Económicas 2021: El año de las decisiones", organizado por Diario Financiero, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, dijo que desde el gobierno se está trabajando para una reactivación "rápida y sostenida", con una proyección de crecimiento que, de momento, es de 5%.Y casi en paralelo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue más favorable, delimitando un rango de crecimiento de 6% para Chile.
Visiones compartidas

Los expertos están alineados. Algunos son más optimistas y estiman un crecimiento más apegado a las pautas del FMI, pero todos ponen sus esperanzas en lo avanzada que está la campaña de vacunación en el país, pese a que el número de casos y hospitalizaciones esté nuevamente a la par de los momentos más críticos de la pandemia en 2020.
Sobre las proyecciones, "Chile es el país con mejores cifras", dice Nicolás Muñoz, subdirector de Investigación Aplicada del Centro de Políticas Públicas UC, comparándolo con otros países de la región y tomando en cuenta no sólo lo que se estima de crecimiento para este año, sino también los retrocesos en 2020.

"Según el informe del FMI, Perú es el único país con una proyección de crecimiento mayor a Chile para este año, pero tuvo un retroceso en su economía de un 12% el año pasado, casi el doble que Chile. Además, es importante destacar que fuimos el segundo país menos golpeado económicamente en 2020 después de Brasil. Esto, en mi opinión, es una buena noticia", sostiene.

Tras la presentación del ministro Cerda en el encuentro organizado por DF, se abrió un panel del que participaron Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco, y Alejandro Carboni, gerente general del Family Office Inversiones Romy, cuyas apuestas están más en sintonía con las del FMI.

"Este año vamos a ver un rebote muy similar en términos de dimensiones a la caída de 2020, muy cercano al 6%, impulsado por lo externo y por un mundo que se está recuperando", dijo Tokman. A ello suma un "mejor control" de la pandemia, no sólo por la vacunación, sino por el manejo de las cuarentenas, que a su juicio ahora es "un poquito más inteligente".

Carboni planteó que en los próximos meses se verá "un patrón" en todas las economías: "Algunas van a salir más rápido y otras más lento, lo que dependerá realmente de la efectividad con la que hayan encarado la vacunación. En el caso de Chile ha sido muy bueno, y por eso la recuperación será mucho más clara y rápida".

Consultado por DF sobre el comportamiento de la economía para los meses que vienen, el gerente de Economía y Estrategia de BICE Inversiones, Sebastian Senzacqua, proyecta un escenario más apegado a las señales de la autoridad.

"Esperamos un crecimiento más cercano al 5,3%, y aunque es menor a lo que estiman los organismos internacionales, creemos que es una buena cifra y destaca dentro de la región, por cómo se comportó Chile económicamente durante 2020 con respecto al resto de los países", observa.

Su optimismo también viene por el veloz trabajo de los laboratorios para contener el virus: "En la medida en que la vacunación siga siendo incremental veremos cómo se reducen las restricciones de desplazamiento y las medidas de control, lo que puede llevar a que tengamos una mayor reapertura en actividades que están bastante golpeadas, como los servicios".

Las estrategias

La vacuna es un vehículo importante, pero no el único. Y si bien las medidas fiscales y económicas tomadas por el gobierno al comienzo de la pandemia son bien valoradas, los expertos advierten que, a partir de ello, se debe pensar en una reactivación sostenible, incorporando otros factores.

"Comparándonos en la región, Chile tuvo una buena respuesta en política fiscal, monetaria y una mejor capacidad que nuestros vecinos de contener el virus", dice Muñoz. Sobre lo que viene, añade la necesidad de contar con un "buen set" de políticas económicas. En ese sentido, dice que las propuestas de la UC apuntan a cuatro áreas: subsidios al empleo, fomento al microemprendimiento, empleos de emergencia y actualización del capital humano y capacitación.

La impresión de Tokman es que, hasta ahora, la reactivación está impulsada mayoritariamente por el consumo y debe complementarse con inversión. "Tenemos mucho trabajo por hacer para tratar de darle un empuje un poquito más sostenible, que tiene que ver con inversión pública como bien lo ha planteado el gobierno, pero también con inversión privada. Ahí hay desafíos importantes", plantea.

En eso coincide el gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (ABIF), Luis Opazo. "Como gremio, creemos que es fundamental que se recupere la inversión. Para esto, la provisión de crédito juega un rol fundamental", subraya.

Para Senzacqua, lo que se puede esperar este año en materia de negocios e inversiones en el país estará muy influenciado por el llamado "superciclo" de los commodities, coyuntura que "podría impactar" en las decisiones que se tomen.

"Creemos que puede ser interesante si es que se afianzan los niveles de precio, y a lo mejor generan incentivos en inversión y en incrementar la producción", dice el ejecutivo sobre lo que a su juicio favorecerá a una dinámica "más positiva" para la región en términos de crecimiento.

Muñoz señala que probablemente surjan nuevos negocios a la luz de nuevas necesidades u oportunidades, en una línea similar a la que siguió el e-commerce durante 2020, y también tomando en cuenta las cifras de creación de nuevas empresas.

"Durante julio y septiembre del año pasado se crearon más de 47.000 nuevas empresas. Por eso creo que el exitoso plan de vacunación que estamos llevando a cabo será un incentivo para el dinamismo de la economía y de la inversión", puntualiza.

Senzacqua añade que también será interesante ver lo que pase con la construcción, un sector de "mucho incentivo" al empleo, aunque "probablemente eso pueda ser algo más robusto hacia el segundo semestre del año".

Pero lo que pueda pasar en materia interna, en un año electoral clave, terminará de definir el juego en materia de inversiones.

"La agenda política puede incidir en las decisiones de los agentes más allá del corto plazo, y puede determinar cuál será la intensidad del ritmo de recuperación de la inversión hacia adelante. Igual nosotros seguimos anticipando que seguirá creciendo eventualmente más allá de este año, con miras a 2022", dice Senzacqua.

Particularmente sobre el hito constituyente, Carboni cree que no hay que verlo "con miedo, sino como una oportunidad" para el debate como país, pensando, por ejemplo, en cómo mejorar la educación en el futuro.

Pero también le preocupan los riesgos para la liquidez, señalando que, gracias al crecimiento de China y al nuevo ciclo de Estados Unidos, la recuperación será "importante y rápida, pero habrá que administrarla muy delicadamente para evitar fuertes efectos en la inflación".