Señor Director:

De acuerdo con lo informado en 'El Mercurio', a partir de la información del Registro Social de Hogares (RSH), en el último año casi un millón de familias han aumentado sus condiciones de vulnerabilidad. En este sentido, el RSH no solo contribuye a proporcionar un diagnóstico social más actualizado, sino que es un instrumento clave para la identificación y asignación de los programas sociales.

Durante la pandemia se ha incrementado de manera significativa la cantidad de hogares dentro del registro y se han adecuado los parámetros de asignación de beneficios sociales, priorizando las variables que reflejan la condición económica actual de las familias, por sobre otra información tradicionalmente utilizada. En este sentido, considero que el RSH es instrumento clave para ordenar y objetivar el proceso de asignación de beneficios sociales. En países desarrollados, la función de identificación y priorización de beneficiarios suele hacerse a partir de información tributaria o de la seguridad social, pero en Chile, dada la informalidad en el empleo, esta debe ser complementada con información de otras fuentes. Ciertamente, el RSH tiene aspectos que mejorar, pero es un instrumento público institucionalizado, que es muy superior a utilizar criterios discrecionales de asignación. Una ilustración de no contar con este tipo de herramientas puede apreciarse en la serie 'El Puntero' de Netflix.