Una de las mayores ventajas de las rentas residenciales -también conocidas como multifamily-, es que tienen estabilidad en los flujos y un espacio de crecimiento en el ecosistema local. De hecho, según el último estudio realizado por Colliers International para este mercado, al cierre del cuarto trimestre de 2020, en Santiago se observa que, pese al fuerte aumento en el número de unidades disponibles para el arriendo respecto del último trimestre de 2019, "las tasas de ocupación se mantienen muy saludables, con un precio promedio de arriendo de 0,29 UF/m2, ligeramente inferior a las 0,31 UF/m2 del cuarto trimestre de 2019, cuando había una situación normal y sin pandemia", analiza Jorge Herrera, jefe de Estrategia de Inversión en Principal AGF.

Sin embargo, según explica Ignacio Torretti, socio de Assetplan, la población chilena que arrienda departamentos es baja en comparación con países desarrollados como Estados Unidos o Europa. En ese sentido, un factor que podría impulsar el crecimiento de estos proyectos es el aumento de hogares unipersonales, "seguido por un déficit habitacional, menor capacidad de adquirir vivienda propia dados los altos montos de pie, la llegada de extranjeros, la movilidad social y el vivir cerca de los lugares de trabajo", explica.

Pero, ¿es una buena opción para los inversionistas? Este segmento se muestra como una "atractiva" alternativa que permite obtener retornos interesantes y estables en el tiempo, con un
nivel de riesgo acotado y un comportamiento "menos correlacionado con el ciclo económico, respecto a otros instrumentos de inversión", observa Herrera.

Asimismo, al invertir en un fondo de este tipo se logra diversificar en distintos inmuebles, así como tener distintos arrendatarios. Además, "se deja en manos de profesionales su administración, quienes al tener el control total de un edificio, pueden conservar de mejor manera su valor y hacer más eficiente el control de gastos", añade el ejecutivo.

En relación con la deuda, el experto de Principal AGF comenta que, en el caso de las inversiones personales en departamentos, es necesario ocupar la capacidad de endeudamiento del inversionista, limitada por sus ingresos. "En cambio, cuando se invierte a través de un vehículo especializado, es éste quien se endeuda, y además, logra hacerlo a tasas menores a las que podría acceder un inversionista de manera directa", concluye.