Vega, vegano

Matías Vega (35 años, @mesiasvega) decidió el 2019 dejar de comer carne y cualquier producto de origen animal. ¿Su objetivo? Darle un giro más saludable a su vida, acompañados de rutinas de ejercicios.

El locutor radial -y ahora también entrenador de crossfit- cuenta que tomó este camino de golpe tras un viaje que realizó a Uruguay: allá derechamente se cansó de comer carne. 'Cuando llegué a Chile me sentía pesado y necesitaba desintoxicar mi cuerpo', recuerda el otrora Rey del Festival de Viña.

Pero el parrilleo como tal le sigue gustando. Por eso mismo, en su hogar actualmente hay dos parrillas: una para los carnívoros y otra para él, un asador a gas de BBQ Grill (bbqgrill.cl, https://bit.ly/3sVP098). Este último lo ocupa unas tres veces por semana para asar al fuego verduras como espárragos, champiñones o berenjenas, además de hamburguesas y embutidos vegetales. 'Tiro toda la carne a la parrilla, pero sin la carne', define entre risas.


Bien tapada Si usted es de aquellos que deja la parrilla a la intemperie, lo más recomendable es taparla hasta el siguiente uso. Existen fundas especiales, estándar y hechas a la medida, que ayudan a prolongar su vida útil. Matías Vega tiene su parrilla eléctrica tapada con una funda XL y advierte sobre un peligro que la acecha en el patio: terminar regándola sin querer. 'La suegra de mi hermano manguereó su parrilla y se arruinó', afirma.

Las fundas tienen amarres de velcro para ajustarlas a las dimensiones de la parrilla; su tamaño varía según la cantidad de quemadores que poseen las asaderas, que van desde dos hasta cuatro. ¿Su precio? Desde los $19.990 hasta $23.990 en tiendas de artículos para el hogar.

José Tomás Zamora, product manager de BBQ Grill, recomienda siempre cubrir los lugares donde se cocina al aire libre. 'Así evitamos la aparición de roedores y prevenimos la aparición de humedad', explica. También desaconseja la costumbre de usar aceite para limpiar las rejillas, debido a que este producto atrae insectos.


Limpieza mínima Para que su parrilla no quede como la de Freddie Stock después de Viernes Santo -troleada masivamente por sus niveles de higiene- es ideal seguir una rutina post-asado. De acuerdo con Álvaro Molina (@pelao_molina), fundador del portal parrillero laligadelasado.cl (https://bit.ly/3fS4BD1), lo ideal para que una parrilla se conserve en buen estado es lavarla después de un día de su uso, independiente de la estación del año.


Molina es embajador de la empresa de asadores Kanka, palabra que significa 'asado' en mapudungún (kanka.cl, https://bit.ly/39UpbPh). Desde su experiencia, el proceso de limpieza parrillero consta de tres pasos: el primero, limpiar la parrilla con una escobilla de acero, para quitar restos de carne o comida; segundo, pasar una esponja con lavalozas en las superficies sucias; tercero, secar la parrilla y guardarla tapada.

Andrés Díaz, category manager de Electrolux Chile, coincide en que usar un cepillo de acero permite sacar muchos residuos y grasa. Pero siendo realistas, es improbable que siempre sigamos esta rutina de aseo: por eso la grasa suele ser el principal adorno de la mayoría de las parrillas. 'Si la persona no tiene la costumbre de hacer limpieza después de usar la parrilla, debe hacerlo al menos cada tres asados', recomienda Díaz.