Hoy, 25 de abril, es el. Día Internacional de la Prevención del. Maltrato Infantil, tema que con seguridad nos convoca a todos y todas, no sólo porque somos responsables como sociedad, sino también por el. simple hecho de haberlo sido alguna vez. A su vez, la Convención de Derechos de los Niños, firmada por Chile en 1990, logra un acuerdo ratificado entre 192 países donde se define que los niños son sujetos de especial protección.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha definido como víctimas de maltrato y abandono a niños, niñas y adolescentes de hasta 18 años que "sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales". Al interior del grupo familiar, UNICEF incluye tanto el maltrato activo (abuso físico, maltrato emocional o abuso sexual) como el pasivo (abandono físico y/o emocional).

Vivir estas experiencias, más aún a tan temprana edad, puede generar consecuencias en el desarrollo psicoemocional, social y físico de quienes serán los adultos y ciudadanos del futuro de nuestro país. Cualquiera de estas acciones tiene el potencial de afectar negativamente el comportamiento de niños y adolescentes, generar problemas de aprendizaje o agresividad e incluso tener consecuencias en las oportunidades de cada uno de ellos y sus futuras familias.

En Chile se estima que cerca del 70% de los niños sufre en algún grado violencia física o psicológica, donde el 25% declara violencia física severa. Según datos de la encuesta ELPI (2017) el 63% de los adultos encuestador reconoce usar métodos de disciplina violentos, incluyendo agresiones psicológicas (57%) y físicas (33%), mientras que menos de un tercio de los adultos dice usar sólo métodos de disciplina no violentos. Entre los factores de riesgo para el maltrato infantil al interior del hogar, está el hecho que los padres o cuidadores hayan sido maltratados en la infancia (reproducción de historiales de violencia intergeneracional), la baja tolerancia a la frustración y expresiones inadecuadas de la rabia, la falta de habilidades parentales y/o el sentirse incompetentes e incapaces como padres.

Hoy, en tiempos de pandemia, donde los factores estresores se ven aumentados por el confinamiento, es imperativo generar más conciencia sobre la importancia de este tema y el rol que cada uno de nosotros tiene, tanto con nuestros hijos/as, como con cualquier acción de vulneración de los derechos de los niños/as de la que seamos testigos.

Los niños/as deben y pueden estar al centro de la sociedad. Lo que es bueno para ellos es bueno para todos. En este sentido, es fundamental la promoción del buen trato, así como visibilizar, difundir, fortalecer y multiplicar programas que apoyan de distintas formas y de manera integral a los niños, niñas y adolescentes y sus grupos familiares y cuidadores, con foco en prevenir estas conductas y minimizar los factores de riesgo asociados.

Estamos convencidos que uniendo esfuerzos y creando instancias de diálogo transversales, que busquen abordar este tema de manera integral y multidisciplinaria seremos capaces de acortar las brechas existentes en políticas públicas y programas sociales y generar oportunidades que perduren en el tiempo. Hoy los invitamos a unirnos sinceramente en esta causa, que no tiene colores políticos, banderas o excepciones y, por sobre todas las cosas, que no termina en el mes de abril.

La velocidad de los cambios depende de nuestra confianza y colaboración
#JuntosPorLosNiños