Cada año, EE.UU. autoriza docenas de nuevos usos de fármacos contra el cáncer basándose en los primeros signos de que pueden reducir o retrasar la propagación de tumores. Pero, ¿con qué frecuencia estos resultados iniciales se traducen en vidas más largas y saludables para los pacientes?.

Esta pregunta aparentemente sencilla es una de las más debatidas en la medicina. En este contexto, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) tendrá el martes la primera reunión en una década para considerar la posibilidad de revertir la aprobación para el uso de varios remedios contra el cáncer que no han demostrado que prolongan o mejoran la vida tras su uso.

La agencia dijo que ha usado atajos innovadores en la investigación para acelerar la disponibilidad de remedios para los pacientes más graves. Sin embargo, varios investigadores consideran que la FDA no ha logrado tomar medidas severas contra los medicamentos que no cumplen con su promesa inicial, dejando en el mercado un exceso de fármacos oncológicos caros y que no han mostrado su efectividad contra la enfermedad.

'Los médicos los están usando y los pacientes los reciben con todas sus toxicidades y sin saber si realmente harán algo', dijo el Dr. Ezekiel Emanuel, especialista en cáncer y bioeticista de la U. de Pensilvania (EE.UU.).

Y añadió: 'No deberíamos estar en una situación en donde estemos continuamente inseguros'.

La FDA solo ha organizado reuniones similares en tres ocasiones previas, la última fue en el año 2011.