Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-05-16
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A6
Sección:   Vida - Ciencia - Tecnología
Centimetraje:   33x27

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- Al llegar a la edad preescolar, las niñas vieron más afectada su habilidad para reconocer el alfabeto, según el estudio.

- Los expertos concuerdan en que la pandemia de coronavirus puede tener un impacto similar en los niños nacidos en esta época.
El Mercurio
Correlación con el estrés materno a causa del terremoto:
Niños gestados durante 2010 tuvieron un impacto en sus habilidades de lectura
Al compararlos con menores cuyas madres no estuvieron expuestas al 27F, estudio observó una baja de 20% a 25% en estas capacidades, necesarias para el aprendizaje. Lo bueno es que esa diferencia se puede revertir, precisan los expertos.
El fuerte estrés que significó la experiencia de vivir el terremoto del 27 de febrero de 2010 dejó su huella en las mujeres que estaban embarazadas en aquella época y, en particular, en sus hijos en gestación. Según una investigación hecha por investigadores de la U. de los Andes, al llegar a la edad preescolar, estos niños mostraron un menor desarrollo de habilidades precursoras de la lectura.

En concreto, se observó una disminución de entre 20% y 25% en estas capacidades, como el reconocimiento de letras o de fonemas, en comparación a otros niños de igual edad, pero cuyas madres no estuvieron expuestas al estrés del 27F.

Para el ginecólogo Sebastián Illanes, investigador y académico de la Facultad de Medicina de dicha universidad y uno de los autores del trabajo, este estudio —que establece una correlación y no una causalidad— es una evidencia más de cómo el estrés prenatal afecta el embarazo y la llamada programación fetal. 'Lo que ocurre en ese período moldea el ambiente intrauterino y determina lo que ocurrirá a futuro', precisa.

El investigador, quien además es miembro del equipo perinatal de la Clínica Dávila, ya había publicado en 2018 otro estudio sobre cómo el terremoto de 2010 impactó en factores como la estatura y la circunferencia craneana de los niños que estaban en etapa de gestación ese año (ver recuadro).

Para esta nueva investigación, publicada en la revista especializada Scientific Reports, se evaluó a 3.280 niños —865 estuvieron expuestos al terremoto durante su gestación; el resto fueron el grupo control—, a través de una prueba autoadministrada por los mismos menores, al ingresar a kínder, 'sencilla y muy lúdica, que permite evaluar varias habilidades precursoras de la lectura', explica Pelusa Orellana, investigadora y académica de la Facultad de Educación de la U. de los Andes y coautora del estudio.

La importancia de estas habilidades (comprensión auditiva, conocimiento de la letra impresa, conocimiento del alfabeto, vocabulario y conciencia fonológica), precisa la especialista, es que todas predicen el desempeño a nivel de lectoescritura a lo largo de los primeros años de enseñanza, fundamental en el proceso de aprendizaje.

'Vimos que en todas estas variables los niños (gestados en 2010) estaban por debajo de sus pares que no habían experimentado el terremoto in utero', dice Orellana.

Este efecto, agrega Illanes, mostró diferencias según la edad gestacional al momento del terremoto y el sexo del feto. Así, el impacto fue mayor en aquellos niños que se encontraban en su primer trimestre de gestación. Además, mientras las niñas al crecer vieron más afectada su habilidad para reconocer el alfabeto, en los niños se observan mayores dificultades, en especial con los textos impresos, como diferenciar texto de imagen o la portada de un libro, por ejemplo.

Al respecto, Orellana explica que, en general, el desarrollo de la lectura se asocia con mejores logros en niñas que en hombres. 'Hay teorías que apuntan a que ese aspecto cerebral madura más rápido en ellas'.

Illanes agrega que no hay una respuesta categórica, 'pero la evidencia apunta a que los fetos masculinos son más susceptibles porque se forman en un ambiente más hostil hormonalmente; además, por su constitución cromosómica, entre otros factores, suelen presentar más tasas de aborto, complicaciones y prematurez'.

Contacto humano

Y el rol del estrés sería determinante. 'Se piensa que una madre estresada genera más cortisol (hormona asociada al estrés), que pasa hacia el feto a través de la placenta. Sin embargo, eso no explica todos los cambios que se producen'.

Por ello, junto al neurobiólogo Federico Bátiz trabajan en un proyecto Fondecyt, con modelos animales y humanos, para estudiar cómo se produce el efecto del estrés materno sobre el feto.

Asimismo, los investigadores planean otro proyecto para identificar qué tipo de intervenciones son las más adecuadas para estimular las habilidades precursoras de la lectura en los primeros años de vida.

De todas formas, la buena noticia, como precisa Orellana, es que al evaluar a los mismos niños al cabo del primer año de educación preescolar, 'vimos que mejoraron, y mucho, sus habilidades. Logran mitigar esa diferencia inicial solo con lo que se hace a nivel parvulario'.

'Uno quiere que los niños logren el máximo de estas habilidades para que cuando venga el aprendizaje, les resulte más fácil', dice Orellana, quien aconseja a madres y padres de niños gestados en períodos de mucho estrés —como el que se está viviendo con la pandemia— estimular de forma frecuente el lenguaje, desde muy pequeños.

'Se ha perdido mucho, por falta de tiempo o creer que la estimulación temprana con aparatos tecnológicos va a suplir eso y no es así —advierte la investigadora—. El desarrollo del lenguaje y de las habilidades lectoras está muy vinculado a lo afectivo y al contacto humano'.

Recuadro
- Menor tamaño

Una investigación previa realizada por el doctor Illanes —publicada en la revista Plos ONE en 2018—, para conocer el impacto del estrés del terremoto de 2010 en el desarrollo intrauterino, arrojó que los hijos nacidos de mujeres que vivieron esa experiencia estando embarazadas tuvieron una menor estatura (2 a 5 mm menos) y un perímetro craneal entre 1,2 y 1,5 mm más pequeño que el promedio, al momento de nacer, sobre todo si estaban en su primer trimestre de gestación para el 27F.

Para ese estudio se evaluó a 15 mil mujeres que dieron a luz en Santiago durante 2009 y 2010.

- Efecto pandemia

La actual pandemia de coronavirus ha sido un estresor importante durante más de un año para toda la población. Por eso, los mismos investigadores están interesados en conocer cuál será el impacto en el neurodesarrollo de los niños nacidos en este período. Para ello, ya están evaluando a un grupo de 150 niños de 3 a 6 meses de vida, en tres centros (Clínica Dávila, Hospital Sótero del Río y Hospital de Punta Arenas), a quienes les harán un seguimiento hasta completar un año. El estudio, con recursos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), espera tener los primeros resultados a fin de año.
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C. GONZÁLEZ-