Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-05-27
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B9
Sección:   Ediciones Especiales
Centimetraje:   52x27
El Mercurio
'SOSTENIBILIDAD Y NEGOCIOS', PRESENTADO POR ACCIONA
Las tecnologías que podrían revolucionar la energía renovable en Chile
En su camino a la carbono neutralidad, el mundo está incorporando nuevas soluciones energéticas que se suman a las ya tradicionales fotovoltaica y eólica. Plantas solares flotantes, hidrógeno verde, hibridación y energía del mar tendrían gran potencial de desarrollo en nuestro país, aunque es clave avanzar en almacenamiento y flexibilidad, advierten desde ACCIONA.
El crecimiento de las energías renovables es imparable. Según proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la participación de las renovables en el suministro eléctrico global pasará del 26%, en 2018, al 44%, en 2040, y proporcionarán 2/3 del incremento de demanda eléctrica registrado en ese período, principalmente a través de las tecnologías eólica y fotovoltaica. En Chile, hoy estamos desarrollando más energía renovable que nunca en nuestra historia.

El Ministerio de Energía estima que solo este año entrarán en operación más de 6 GW de capacidad, la mayor parte de ellos solares y eólicos, lo que representa un aumento de 27% respecto a la capacidad instalada a fines de 2020. Pero si bien la energía solar fotovoltaica sigue siendo la predominante a nivel nacional, el sector de las renovables se encuentra en permanente proceso de innovación y el abanico de alternativas —muchas de ellas tecnologías híbridas— podría ampliarse significativamente en los próximos años. Sin ir más lejos, la planta de Concentración Solar de Potencia (CSP) Cerro Dominador, un innovador proyecto que combina tecnología termosolar y fotovoltaica, realizó de manera exitosa en abril su sincronización al sistema eléctrico chileno.

El complejo, ubicado en la Región de Antofagasta, es el primero de su tipo en América Latina y tiene la capacidad de proporcionar electricidad las 24 horas del día de una manera gestionable, es decir, adaptándose a las variaciones de la demanda según horarios y consumo de la población. Según explica el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, Chile está abierto a la incorporación de todas las tecnologías que permitan reducir las emisiones y limpiar la matriz energética. 'Tenemos una política de Estado de neutralidad tecnológica, lo cual implica no favorecer una alternativa por sobre otra. Somos conscientes del tremendo potencial que tenemos para incorporar en el país las diferentes opciones existentes y, en particular, renovables'. De acuerdo a Jobet, habrá oportunidades para tecnologías muy diversas, pues las perspectivas de crecimiento de este mercado son enormes. 'Nuestro potencial de generación eléctrica con energías renovables es 70 veces mayor que todo lo que tenemos instalado hoy. Por eso la meta es lograr limpiar nuestra matriz generando 70% de energía renovable al 2030. Si a eso agregamos el hidrógeno verde chileno —producido con energías renovables—, se podría contribuir a descarbonizar el planeta y así frenar el calentamiento global'.

Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera), coincide con el biministro y estima que en nuestro país se podría lograr una matriz energética bastante diversificada. 'Tenemos una situación privilegiada a nivel mundial, pues contamos con una diversidad y cantidad únicas de fuentes de energías renovables. Disponemos de sol, viento, geotermia, biomasa, cursos de agua y largas costas. Esa disponibilidad habilita que en nuestro país se puedan construir centrales generadoras con tecnologías fotovoltaica, termosolar, eólica, geotermia, biomasa, hidroeléctrica y marinas de olas y mareas', explica. Y apunta: 'Con la sola excepción de las tecnologías marinas, que aún están en una etapa de desarrollo, todas ellas se encuentran implementadas e inyectando energía eléctrica en los sistemas eléctricos de Chile'.

UNA MATRIZ MÁS SUSTENTABLE

Felipe Pezo, director de Desarrollo de ACCIONA para Sudamérica, asegura que la velocidad con que se introducirán nuevas tecnologías de energías limpias en Chile dependerá de varios factores, como el nivel de desarrollo de cada solución, sus costos y los aspectos normativos. Aunque para llegar a ser 100% renovables lo principal, sin lugar a dudas, será el nivel de flexibilidad que tenga el sistema eléctrico chileno, lo cual va acompañado de diversificación geográfica y tecnológica de las renovables, calidad de los sistemas de transmisión y almacenamiento de la energía. 'Una alternativa que debería tomar fuerza en lo inmediato son las plantas fotovoltaicas flotantes (FPV), debido a sus múltiples ventajas: en primer lugar, son más eficientes, pues sus paneles se enfrían más rápido, por lo que pierden menos energía por calentamiento. También, evitan la evaporación del agua y se pueden instalar incluso en tranques de relave o embalses, como lo hemos podido comprobar en nuestra planta piloto ubicada en el embalse de Sierra Brava, España'.

En un período de tiempo algo más largo —afirma Pezo— podría consolidarse el mercado del hidrógeno verde, una materia prima para diversos sectores industriales y un vector energético de emisiones cero al obtenerse íntegramente a partir de energía renovable. El potencial en Chile existe, pero para ello es necesario generar un consumo interno, advierte. 'Se debería fomentar su uso en la industria, el reemplazo de algún porcentaje de gas natural por H2, además de como combustible en vehículos, a través de la instalación de una red de hidrolineras, por ejemplo. También se debe avanzar en resolver aspectos como el transporte de este producto'. En cuanto a las soluciones que aprovechan la energía generada por el mar, el ejecutivo cree que su desarrollo se daría en el largo plazo, pues todavía no existe una tecnología madura y porque su costo aún no es competitivo. Sin embargo, observa, es algo que se debe tener muy en cuenta por los miles de kilómetros de costa que tiene Chile.

ALMACENAMIENTO Y FLEXIBILIDAD

Para Carlos Finat, la velocidad de incorporación de tecnologías innovadoras en energías renovables puede ser tan rápida como el país lo requiera. Pero esto se dará 'en la medida que existan los recursos de transmisión necesarios para el transporte de la energía producida por estos medios'. Y actualizar la legislación también es clave, dice. 'Existe una brecha que es necesario cerrar pronto. Creemos, por ejemplo, que falta completar la regulación sectorial sobre los sistemas de almacenamiento. Estas tecnologías han venido optimizando sus costos y son un complemento ideal para las energías renovables variables como la eólica y la fotovoltaica'. Felipe Pezo concuerda: 'Para pensar en tener una matriz 100% renovable es indispensable el almacenamiento de energía.

Pero esto por sí solo no basta, debe ser acompañado por flexibilidad. ¿Qué significa esto? Por ejemplo, si me falta viento en algún sector, es importante que esta energía pueda ser suplida por alguna generada en otra zona del sistema eléctrico. Por ello es fundamental la diversificación geográfica y tecnológica, y que los sistemas estén debidamente interconectados. Al final, esta diversificación permite tener una curva de generación plana'. Aunque —matiza— como en Chile la flexibilidad es compleja de conseguir, por las características geográficas del país, el almacenamiento de energía tiene un rol relevante.

'En este sentido, hay que aclarar que las baterías son solo una de las tantas formas de almacenar, porque esto también puede lograrse a través de la acumulación de agua y sales, por ejemplo, tal como lo hace la planta termosolar Cerro Dominador'. Para encarar precisamente el desafío de mejorar la flexibilidad y la capacidad de almacenamiento de la red nacional, el biministro Juan Carlos Jobet comenta que en septiembre de 2020 la cartera publicó la Estrategia de Flexibilidad, 'que ayudará a que nuestro sistema crezca de manera sostenida con almacenamiento'. Las acciones concretas que acompañan a esta estrategia están organizadas en torno a tres ejes y 12 medidas, entre las que se cuentan la dictación o actualización de normas sobre costos marginales y de programación de la operación.

Recuadro
LA ERA HÍBRIDA

Una de las tendencias en materia de energías renovables es la hibridación de soluciones, y un ejemplo de ello es el piloto desarrollado por ACCIONA en el parque eólico de Breña, España, que combina energía eólica y fotovoltaica.

Se trata de un proyecto pionero a nivel global, que consistió en recubrir la torre de un aerogenerador con paneles fotovoltaicos orgánicos flexibles destinados a producir parte de la energía que necesitan los sistemas internos del equipo. Son 120 paneles solares ubicados en orientación sudeste-sudoeste para captar el máximo de energía a lo largo del día, que totalizan una potencia de 9,36 kilovatios peak y tienen un grosor de tan solo 1 milímetro.

A diferencia de la tecnología convencional de fabricación de módulos fotovoltaicos basada en el silicio, los paneles orgánicos utilizan el carbono como materia prima y se caracterizan por su flexibilidad estructural, lo que los hace adaptables a muy diversas superficies. Además, sus costos de mantención son más bajos, existe un menor consumo de energía en su fabricación, son fáciles de transportar y reciclables. El proyecto de innovación permitirá estudiar tanto el comportamiento de los paneles orgánicos —una tecnología fotovoltaica emergente— como su aplicación para mejorar la eficiencia del aerogenerador.


Si bien la energía solar fotovoltaica sigue siendo la predominante en Chile, el abanico de alternativas podría ampliarse significativamente en los próximos años.