Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-07-03
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A4
Sección:   Internacional
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Cerro Dominador (en Antofagasta) es la primera planta de energía termosolar en América Latina.
El Mercurio
El continente cuenta con amplios recursos para su implementación, según expertos
Energías renovables en América Latina: iniciativas regionales para una transición verde
La región se posiciona como un destino atractivo para inversionistas en proyectos que buscan el desarrollo de tecnologías limpias.
L os desafíos que plantea el cambio climático han puesto en el centro de las miradas a las energías limpias. La reciente inauguración de la primera planta termosolar de América Latina en el desierto de Atacama representa el último hito en una serie de proyectos e inversiones en aumento en la región, una de las más limpias del mundo en términos energéticos, que buscan el avance a un futuro más descarbonizado.

El 5% de las emisiones de carbono (CO2) mundiales se produce en la región, y tiene condiciones, según expertos, favorables para la inversión en proyectos de energías renovables, por la gran cantidad de recursos para desarrollar energía fotovoltaica y eólica. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), la inversión se estima en unos US$ 45.000 millones anuales a 2050, un aumento de más del 10% con respecto a los planes y políticas actuales. En un continente fuertemente golpeado en su economía por la pandemia, la transformación de las energías verdes podría generar tres millones de puestos de trabajo hacia mediados de siglo, junto a una disminución en un 21% de las emisiones de carbono para 2030, y un rendimiento económico de entre 3 y 8 dólares por cada dólar invertido.

El uso de energías renovables ayudaría, además, a reducir la brecha social en el sector eléctrico, pues en áreas remotas donde actualmente escasea la energía, el uso de energía solar permitiría electrificar poblados rurales, afirman especialistas.

'Un cambio de perspectiva'
Uno de los proyectos más ambiciosos es la iniciativa regional Energía Renovable en Latinoamérica y el Caribe (Renewable Energy in Latin America and the Caribbean, Relac), lanzada en septiembre pasado y que es liderada por Colombia, Chile y Costa Rica, y que busca aumentar la proporción de energías renovables al menos hasta un 70% en 2030.

'La Relac es un cambio de perspectiva (...). Es un aumento muy agresivo, por supuesto, y además, muestra la ambición que tiene la región, la oportunidad de negocios, que los países están comprometidos con la transición energética hacia un futuro descarbonizado y, además, se suman otros actores no gubernamentales como el banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), lo apoya el Laboratorio Nacional de Energías Renovables de EE.UU., la Irena; entonces la región sigue innovando y ahora con una iniciativa de liderazgo', señala a este diario Leonardo Beltrán, investigador del Instituto de las Américas y miembro del consejo de Energía Sostenible para Todos (SEforALL).

Dentro de las energías limpias, la solar es una de las principales en expansión. En el 2019, la capacidad total de la región aumentó en unos 12 gigavatios (GW) y la Irena resalta que esta podría multiplicarse 40 veces para 2050, llegando a más de 280 GW.

Proyecciones recientes del Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC) estiman que América Latina incorporará 22,3 GW de capacidad eólica de 2021 a 2025 gracias a nuevos proyectos en Brasil, Chile, México, Argentina y Colombia. Los primeros cuatro países dominan la inversión en capacidad de energía renovable en la región, aumentándola un 43% en 2019 hasta un récord de US$ 18.500 millones.

'Existen muchas oportunidades en América Latina para el desarrollo de energía renovable. La prevalencia de la energía hidroeléctrica proporciona una fuente de energía firme para complementar las fuentes intermitentes de energía renovable. También existen oportunidades para expandir tecnologías más nuevas como el hidrógeno', comenta a 'El Mercurio' Lisa Viscidi, directora del Energy, Climate Change & Extractive Industries Program, de Diálogo Interamericano.

El hidrógeno verde se posiciona como una de las alternativas más atractivas para sustituir los combustibles fósiles. En Magallanes se construirá una planta productora de combustibles a base de hidrógeno, la primera de su tipo en Chile. En México y Perú, en tanto, también evalúan elaborar estrategias nacionales respecto al hidrógeno verde.

Oportunidades
Aun así, son pocos los países que han establecido una guía concreta hacia un futuro en carbono neutro. En Centroamérica, Costa Rica lidera con un Plan Nacional de Descarbonización hacia 2050. El Salvador, en tanto, ha avanzado hasta tener un 66,2% del total de su capacidad eléctrica instalada en energías renovables y posee, además, la planta solar con la infraestructura de almacenamiento más grande en Centroamérica, el proyecto de Capella Solar, y pronto completará la planta eólica más grande de la zona, en Santa Ana.

'En América Latina y el Caribe, numerosos países han sido líderes en la adopción de tecnologías de energía limpia. La región tiene una de las matrices energéticas más limpias del mundo, en parte debido a una gran dependencia de la energía hidroeléctrica. De hecho, algunos países como Costa Rica, Uruguay y Paraguay producen casi el 100% de su electricidad a partir de fuentes renovables. En términos de energía renovable no hidroeléctrica, al menos 15 países han agregado 32 GW de capacidad a través de subastas de energía renovable, según nuestros cálculos. Las subastas de suministro de energía han tenido éxito en atraer inversiones, contribuyendo con más de US$ 46 mil millones desde 2015. Las tecnologías solares y eólicas ahora son competitivas en costos con las fuentes tradicionales de combustibles fósiles en la región, lo que las hace viables a los precios de la energía del mercado', comenta Viscidi.

Para Beltrán, otra de las oportunidades es la eficiencia energética, donde podrían ahorrarse hasta US$ 35 mil millones. Ahí destaca 'el Observatorio de Sistemas de Gestión de la Energía de América Latina y el Caribe, donde la idea es visibilizar los beneficios que aporta la eficiencia energética para los sectores industriales y comerciales'.

La cumbre del clima COP26 -programada para noviembre en Glasgow, Escocia- hará énfasis en la importancia de poner fin a las energías dependientes del carbono y la adopción de otras de tipo renovable. Ante ello, la región enfrenta varios desafíos.

'Por un lado, se necesitarán grandes cantidades de capital para poner en marcha sistemas de energía con bajas emisiones de carbono. Los gobiernos se enfrentan a una crisis fiscal debido a la dificultad económica resultante del covid-19, y la inversión privada se ve obstaculizada por el alto grado de riesgo político', apunta Viscidi.

Recuadro
CRECIMIENTO
La solar es una de las energías limpias con mayor expansión en la región y la capacidad instalada podría multiplicarse 40 veces para 2050.
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MARÍA BETANIA CALDERA-