Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-07-31
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   7
Sección:   Donde Vivir
Centimetraje:   27x22

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Sebastián Fuenzalida, de Building Clerk, asegura que la gente pide favores a los conserjes que no están en sus funciones.
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Trabajadores pasan malos ratos cuando les dicen a los vecinos que no pueden hacer todo lo que les piden
Cuide a su conserje: él no está guardarle las llaves ni cargar sus bultos
A veces les toca la ingrata labor de informar de reclamos por ruidos o el mal uso de un estacionamiento. Pero no es su tarea resolver conflictos entre los vecinos.
No sabe por qué, pero todas las mañanas un arrendatario le dejaba las llaves de su departamento a la consejería para que se la guardaran hasta su regreso en la tarde.

"El reglamento interno del edificio dice que no se pueden dejar cosas en conserjería, pero uno igual hace excepciones. Y este arrendatario me empezó a dejar sus llaves, pero no venían en un sobre ni nada sino sueltas, y ante el riesgo de que algo pudiera pasar en su departamento -como un robo- me negué a seguir aceptándoselas. Ahí comenzaron los altercados", cuenta Fernando, conserje que lleva más de 13 años en un edificio en Recoleta.

"Me empezó a tratar de mal educado, que cómo no le aceptaba las llaves si él me pagaba el sueldo. Se enfureció tanto que pasó el mesón de la conserjería a pegarme. Menos mal que estaba el mayordomo presente y lo frenó", comenta.

Los ánimos quedaron crispados, pese a que el administrador del edificio intervino prohibiendo el arrendatario dejar sus llaves.

"Uno está muy expuesto y sin respaldo. Me toca responder frente a 188 departamentos, tengo 188 jefes. Fue un problema grave, pero no es el primero que tengo", dice.

Recibir faltas de respeto por hacer cumplir las normas da la comunidad, que sean los encargados de avisar de reclamos por ruidos molestos o estar constantemente oyendo pedidos de favores personales por parte de los residentes y que no forman parte de sus funciones son parte de los conflictos que suelen enfrentar los conserjes, describe Sebastián Fuenzalida, CEO de la plataforma de administración inmobiliaria Building Clerk.

La gente se enoja cuando no quieren descargar autos o mover bultos. Y reciben injustos retos por advertir a residentes de que se estacionó en un lugar que no corresponde.

Gonzalo Cabezas, gerente de administración de edificios de Assetplan, agrega que en general a la gente no le gusta que le digan que no e nada y ahí surgen los problemas.

"Siempre pedimos al conserje que no equipare el nivel de enojo y que no se lo tome a lo personal porque no lo es. Y si la situación se descentro la, es mejor derivar el caso a instancias superiores", destaca.

En su caso cuentan con la figura de building manager, que está por sobre el mayordomo y está a cargo del buen funcionamiento de los edificios, y a quien se le suele escalar los inconvenientes. Pero en otras edificios debería pasar por el mayordomo y luego, el administrador.

Dejar por escrito
En todas las comunidades existe un reglamento de copropiedad o normas que regulan la sana convivencia, pero pueden no ser suficientes cuando hay conflictos entre personas.

"Más aún hoy en pandemia donde las áreas comunes están siendo sobreutilizadas", comenta Nicolás Catrileo, gerente de Operaciones de la empresa de asesoría inmobiliaria Rent Envest.

Coincide Fuenzalida. Si bien hay reglamentos que regulan la convivencia, no se establecen protocolos de acción para resolver situaciones de conflictos.

"Eso dificulta el accionar del personal cuando se ven enfrentados a este tipo de situaciones", afirma.

Cabezas recomienda tener los reglamentes a la mano para que el conserje pueda mostrarlos en el momento de una discusión, pues eso ayuda a calmar los ánimos de los residentes.

"Da pie para qua el conserje explique que no es un problema personal y arriesga su trabajo, es una herramienta para defenderse sanamente y con respalda", asegura.

Luz Marina Strauss, gerente de Operaciones de Capitalizarme Rent, acota que para que los conserjes no se sientan a la deriva en estas situaciones deben mantener una buena comunicación con su jefatura inmediata, como son el administrador y el Comité de Administración del condominio.

Fuenzalida agrega que dejar registros de las situaciones conflictivas en los libros de novedades o bitácora del edificio también es necesario.

"Si no hay una solución o hay recurrencia de temas que afecten la integridad o seguridad de un trabajador, pueden dirigirse al Juzgado de Policía Local (para hacer la denuncia respectiva)", indica Fuenzalida.

Recuadro
"Me toca responder frente a 188 departamentos, tengo 188 jefes".
Fernando, conserje en Recoleta.
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FRANCISCA ORELLANA-