Los funcionarios públicos, profesores, personal sanitario y trabajadores de hogares de ancianos de Hong Kong que no estén inoculados contra el covid-19 tendrán que hacerlo o someterse a pruebas de detección de coronavirus dos veces por semana a sus expensas, anunciaron ayer las autoridades del centro financiero chino.

La jefa de la región administrativa, Carrie Lam, planteó que 'si la gente se niega a vacunar por razones no médicas, no creo que un gobierno responsable deba tolerar esto'.

En el caso de Chile, las vacunas contra el covid-19 son voluntarias porque fueron aprobadas solo en uso de emergencia, dada la urgencia por reducir el contagio y frenar la pandemia. Y pese a que a nivel nacional ya se alcanzó más del 80% de cobertura en la población objetivo, aún hay rezagados.

El calendario de vacunación aún contempla formalmente a los retrasados, aunque a estas alturas de la emergencia sanitaria la duda es cuántos llegarán y si los incentivos son suficientes, tras seis meses de campaña.

El doctor Jaime Burrows, exsubsecretario de Salud Pública, planteó a 'El Mercurio' hace unas semanas la necesidad de establecer un plazo para llegar a los vacunados y, de no lograr una meta en términos de cobertura, considerar seriamente la obligatoriedad. El especialista destacaba la relevancia de que en esos grupos se incluyera a los jóvenes, que son el segmento etario con mayor cantidad de personas sin inmunizar.

Pese a eso, otros expertos han reiterado que no es posible instalar la obligatoriedad de la vacuna contra el covid-19, mientras el debate se alimenta con los ejemplos de Hong Kong o de Estados Unidos, donde se está 'considerando' la posibilidad de hacer que las vacunas sean obligatorias para los aproximadamente 4 millones de personas que trabajan para el Gobierno federal. De hecho, California y Nueva York, el estado más poblado y la megápolis más grande del país, respectivamente, ya han optado por eso.

Jorge Las Heras, exdecano de Medicina de la U. de Chile y actual de la Facultad de Ciencias de la Salud de la U. Autónoma, afirma que 'conociendo nuestra Constitución y sociedad, es muy difícil establecer una obligatoriedad para el tema de la vacuna'. Reconoce que 'personalmente podría estar de acuerdo bajo un principio sanitario', pero apunta que la mayoría de la población ve la obligatoriedad de la vacuna como 'atentar contra sus principios' y califica como 'autoritaria' la política de Hong Kong —que forma parte de China—. Con todo, estima pertinente que los funcionarios de salud estén vacunados 'sí o sí, porque están trabajando en la primera línea. Sin embargo, para el resto de la población es complejo'.

El director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, Héctor Sánchez, afirma que 'en los distintos grupos en los cuales ha ido avanzando el plan de vacunación hemos ido teniendo niveles muy buenos de cobertura (…). Entonces, desde esa perspectiva, creo que la vacuna, si uno quiere incentivar que la gente se vacune más, hay que plantearla más como un privilegio que como una obligación'. Eso sí, coincide con la petición de realizar varios PCR a quienes no estén inmunizados y 'que asuman los costos'.

La semana pasada, el ministro de Salud, Enrique Paris, reiteró que como las vacunas contra el covid-19 fueron aprobadas como uso de emergencia 'no podemos obligar a nadie a vacunarse', pero se mostró abierto al proyecto de ley que discute una modificación sobre este punto y una eventual obligatoriedad.

La presidenta del Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones (Cavei) del Minsal, Jeannette Dabanch, recuerda que 'nosotros tenemos un programa que nos permite y resguarda la obligatoriedad de las vacunas programáticas. Está establecido en nuestro Código Sanitario, en todas las jefaturas de personal sanitario público y privado (...). Así que tenemos las herramientas legales, pero por ahora la vacunación contra el covid-19 sigue siendo voluntaria'.

Sin embargo, la infectóloga enfatiza que 'no hemos vuelto a discutir la obligatoriedad de las vacunas (...). Por ahora, no tenemos grupos reticentes o que necesitemos obligarlos a la vacunación. La condición actual sigue siendo una invitación apelando a lo voluntario por las coberturas, pero esto es tremendamente dinámico y en la medida que tengamos nueva información epidemiológica o consultas diferentes, es posible que debamos discutirlo de nuevo'.