Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-08-20
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A10
Sección:   Vida - Ciencia - Tecnología
Centimetraje:   24x27

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El 82% de la población objetivo en Chile ya ha recibido el esquema completo de vacunas contra el covid-19. De ellos, el 72% lo hizo con CoronaVac; es a este grupo al cual se está aplicando una dosis de refuerzo con AstraZeneca.
El Mercurio
Utilizada como dosis de refuerzo en adultos sobre 55 años en el país:
Expertos aclaran los miedos y prejuicios que genera la vacuna de AstraZeneca
El riesgo de trombos no es exclusivo de este preparado y es muy infrecuente y mucho menor al de fumar o andar en avión. Si bien puede generar molestias tras su administración, son leves y poco comunes en población mayor.
Al menos medio millón de personas en el país ya ha recibido una tercera dosis contra el covid-19, a poco más de una semana de iniciado el proceso que espera favorecer a cerca de dos millones de adultos de 55 años o más, que fueron vacunados inicialmente con la vacuna china CoronaVac.

Una medida que apunta a mejorar los anticuerpos en esta población, sobre todo para hacer frente a la variante Delta, que amenaza con elevar los contagios. Para ello se está administrando, como dosis de refuerzo, la vacuna elaborada por el laboratorio AstraZeneca y la U. de Oxford, lo que no ha dejado de inquietar a algunos adultos.

Así lo pudo observar Amelia Salazar (72), cuando se fue a vacunar este miércoles. 'Fui con una amiga y escuchamos a varias personas preguntar si tenían riesgo de sufrir trombosis. Incluso algunos llevaban exámenes o certificados médicos para mostrar que tenían problemas, para que les pusieran la otra vacuna (de Pfizer, que se está usando como refuerzo en personas inmunosuprimidas)', relata.

Los expertos están conscientes de lo que está ocurriendo. 'Hay mucho temor en relación con lo que se ha publicado sobre la aparición de trombos (coágulos) en pacientes que recibieron la vacuna en otros países', reconoce Sergio Vargas, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM), de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, y líder del estudio clínico que se realiza en el país con esta vacuna.

Sin embargo, enfatiza, se trata de un riesgo extremadamente infrecuente. 'Según los últimos estudios realizados en Inglaterra, ocurre en una de cada 50 mil personas menores de 50 años y en uno por cada 100 mil adultos mayores de 50', precisa. En el estudio clínico que dirige Vargas, en el que participan 2.200 voluntarios, no han observado ningún caso.

Además de su baja frecuencia, los casos ocurridos en el extranjero afectaron principalmente a mujeres jóvenes, agrega Ignacio Silva, infectólogo del Hospital Barros Luco y académico de la Escuela de Medicina de la U. de Santiago. 'No se ha visto en adultos mayores y, en algunos casos, ha sido difícil atribuir su causalidad a la vacuna'.

Millones de dosis

De hecho, el riesgo de trombosis se ha visto con otras vacunas, pero en todas sigue siendo muy bajo, como precisa Flavio Salazar, director alterno del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII). En el caso de AstraZeneca, 'pese a los millones de dosis que se han administrado, en más de 100 países, los casos de trombosis son muy pocos, por lo que no debería ser un factor para no vacunarse'.

'Hay situaciones de la vida cotidiana que tienen un riesgo mucho mayor de trombosis que las vacunas', agrega Silva, respecto de mensajes que han circulado en redes sociales en los que se compara el riesgo de trombos de la vacuna de AstraZeneca (0,0006%, según datos de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia) con el riesgo asociado a fumar (0,28%), usar anticonceptivos (0,07%), terapia hormonal (0,06%) o hacer vuelos de avión prolongados (3% a 12%), por ejemplo.

'Aunque hacer esas comparaciones es discutible, porque los trombos tienen un origen diferente —en el caso de la vacuna se asociaría a una respuesta inmunológica y no al resultado de estilos de vida, como el tabaquismo—, el efecto de la trombosis puede ser el mismo, pero ocurren con mayor frecuencia que con la vacuna', comenta Vargas.

'Nadie deja de fumar o de andar en avión por el riesgo de trombosis', comenta Salazar. Es más, 'el riesgo de trombosis asociado al covid-19 grave es mucho más alto que por la vacuna', agrega Silva.

Un fenómeno que sí es más común es la ocurrencia de síntomas adversos tras la inoculación, como fiebre, dolor en la zona, aumento de calor local o compromiso del estado general, pero sobre todo en población joven. 'Tiene una reactogenicidad elevada en los primeros días posadministración; teóricamente se asocia al mecanismo por el cual se genera la inmunidad', dice Vargas.

No obstante, se trata de síntomas leves y que duran pocos días, si es que ocurren, aclaran los expertos, quienes agregan que esto suele ocurrir con vacunas de vector viral —que utilizan un adenovirus atenuado, humano o de otra especie, que contiene proteínas del coronavirus—, como ocurre con las de AstraZeneca, de Janssen y de CanSino, así como la rusa Sputnik V.

Recuadro
- Variante Delta

La vacuna de AstraZeneca tendría un 87% de eficacia para prevenir la hospitalización o muerte a causa de la variante Delta, según un estudio hecho en Canadá.

Otra investigación preliminar, hecha por la U. de Oxford y divulgada ayer, concluye que tras el esquema completo de vacunación (dos dosis), la vacuna de Pfizer/BioNTech es inicialmente más efectiva contra la variante Delta que la de AstraZeneca, pero que su eficacia decae más rápidamente que esta última.
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C. González-