El veloz proceso de vacunación contra el coronavirus ha impulsado a Chile a posicionarse como uno de los países del mundo con mayor avance, con casi el 69% del total de la población inmunizada con su esquema completo.

Y aunque esa cobertura ha permitido disminuir los contagios y la ocupación de camas críticas por covid-19, si lo que se quiere es evitar nuevas olas de infecciones, la inoculación debe cubrir a todos los habitantes, sobre todo ahora con la presencia de la variante Delta, que es mucho más contagiosa.

Por lo mismo, el Gobierno ya piensa en cómo seguirá avanzando el calendario de inmunización, que actualmente está enfocado en las dosis de refuerzo de la población de más de 55 años, los rezagados y los menores de entre 12 y 17 años.

Es así que ante la cantidad siempre escasa de vacunas que existe en el mundo, la autoridad sanitaria ya planea cómo focalizar el stock con el que cuenta el país para avanzar en la inoculación.

Según el ministro de Salud, Enrique Paris, las dosis de 'AstraZeneca las estamos colocando como dosis de refuerzo en mayores de 55 años. Entonces, las vacunas que podemos usar son Sinovac o Pfizer para los menores de 55 años que van a requerir las dosis de refuerzo'.

Aunque agrega que 'si nosotros privilegiamos las vacunas Sinovac para los niños menores de 12 años, que es lo que queremos hacer, vamos a tener que usar Pfizer como refuerzo en los adultos de 18 a 55 años'.

Es decir, cuando el calendario de inoculación avance, los menores de 55 años deberían recibir la vacuna de Pfizer como dosis complementaria, a diferencia de los mayores de 55, que ahora están recibiendo mayoritariamente AstraZeneca.

Jeannette Dabanch, vocera del Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Inmunización (Cavei), asegura que cuando el grupo de expertos recomendó la dosis de refuerzo, 'no hicimos precisiones respecto de qué dosis usar, porque esto es muy dinámico y puede ir saliendo nueva información respecto de seguridad, respuesta antigénica y eficacia. Por eso, dejamos sin una especificación de plataforma específica, salvo en un escenario en donde la autoridad definiera que el propósito más importante en un momento epidemiológico definido fuese disminuir la transmisibilidad del virus. En ese escenario, nuestra recomendación es utilizar una plataforma de vacunas ARNa, como Pfizer, dado que son las que hasta la fecha tienen datos de efectividad que demuestran reducción de transmisibilidad'.

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, advierte que 'la estrategia que se adopte va a tener que estar definida por la disponibilidad de vacunas. Si hay disponibilidad de vacunas de Pfizer para poder avanzar con las dosis de refuerzo de los menores de 55 años, y simultáneamente tenemos Sinovac para avanzar en los menores de 12 años y también para los rezagados, hay que avanzar en todos los frentes. Mientras más alto sea el porcentaje de población vacunada, más segura va a estar la gente'.

Aunque sugiere que 'si por razones de abastecimiento se tiene que priorizar, indudablemente hay que priorizar la cobertura de la población que aún no tiene dos dosis, más que el reforzamiento'.

En ese sentido, el ministro Paris anticipa: 'Nos interesa tener más vacunas de Pfizer, aunque tenemos una cantidad muy importante que nos va a llegar', dice, porque se necesitarán para vacunar a los menores de 12 a 17 y el reforzamiento de los adultos de entre 18 y 55 años.

En esa labor es que podría ayudar una donación de vacunas que se encuentra en proceso de acuerdo, en virtud del cual Estados Unidos podría enviar dosis de Pfizer a Chile, tal como ya lo ha hecho con Colombia (3,5 millones), Perú (2 millones) y Paraguay (2 millones).