La pandemia ha venido generando profundos cambios en la composición del mercado laboral. Cientos de miles de puestos perdidos, caídas en las tasas de participación y el aterrizaje forzoso del teletrabajo han sido parte del panorama durante los últimos 16 meses. Pero, además, el miedo al contagio y la necesidad de estrechar los tiempos de traslados han generado que una gran cantidad de trabajadores esté realizando sus actividades laborales en la misma comuna que residen.

De acuerdo con datos procesados por el Observatorio del Contexto Económico de la UDP, en base a la encuesta de empleo del INE, en el periodo abril-junio de este año, hubo 3 millones de trabajadores dependientes que no trabajan en su propio hogar, pero sí lo hacen en la misma comuna donde viven. Esto equivale a un 58% del total de trabajadores dependientes del periodo. En la prepandemia, es decir en el trimestre diciembre 2019-enero 2020, este nivel alcanzaba a un 33% de los ocupados dependientes. Así, al comparar ambos periodos de tiempo, se observa que para el caso de las mujeres esto aumentó en un 25%, mientras que en el caso de los hombres el incremento fue de 39%.

Además, hubo un alza de 15% de los informales dependientes que estaba en esta situación, mientras que se registró una expansión de 38% (ver infografía). Para Juan Bravo, director del Observatorio UDP, la principal razón del aumento de la tasa de los dependientes que no trabajan en su propio hogar, pero sí lo hacen en la misma comuna donde viven, es la incertidumbre sanitaria. 'Dado que las comunas avanzan y retroceden en el plan ‘Paso a paso', la empresa queda ‘alineada' con sus trabajadores solo cuando estos últimos viven en la misma comuna en donde desarrollan sus labores', señala Bravo. Así, para el economista, todo indica que este cambio de composición perdurará por bastante tiempo. 'Primero, porque del aumento de 748.668 dependientes que no trabajan en su propio hogar pero trabajan en la misma comuna que viven, 583.525 son contratos indefinidos. Por lo tanto, aunque las preferencias de contratación hacia personas que viven en la comuna hayan cambiado por razones de pandemia, dado que muchos de estos contratos son indefinidos, la composición del empleo dependiente en función del domicilio del trabajador no volverá rápidamente a los niveles prepandemia', anticipa.

Otro factor que identifica Bravo es que el virus no ha sido derrotado, por lo que aún está presente la incertidumbre sanitaria, por lo que este factor probablemente seguirá, al menos por un tiempo, presente en las decisiones de contratación. Esta tendencia ha sido seguida de cerca por parte de los empleadores. El presidente de la Fundación Generación Empresarial, Gonzalo Said, señala que la pandemia ha impuesto una responsabilidad adicional a los líderes empresariales. 'Ya no solo las personas deben estar en el centro del quehacer en el ámbito propio de las compañías, sino también debemos preocuparnos por su bienestar en el más amplio sentido de la palabra', observa.

El timonel de la fundación cuenta que desde hace un tiempo han estado impulsando la necesidad de que las empresas privilegien la contratación de colaboradores que viven cerca de sus instalaciones, no solo porque puede resultar un cambio sustancial en la calidad de vida de las personas —porque se reducen los tiempos de traslado y aumenta el tiempo dedicado a la familia y al descanso—, sino además porque en el nuevo contexto se reduce drásticamente la exposición a contagios de enfermedades. Por su parte, Ramón Rodríguez, gerente general de la plataforma Trabajando.com, cuenta que incluso desde antes de la pandemia los empleadores estaban solicitando poder encontrar candidatos de comuna aledañas al lugar de trabajo. 'Con la pandemia esto se expandió mucho más, sobre todo cuando está el plan ‘Paso a paso' y hay restricciones de movilidad', comenta. Ante este escenario, el ejecutivo cuenta que la entidad desarrolló una nueva app que permite calcular de forma automática la distancia entre el candidato y el nuevo lugar de trabajo.