El secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía, José Venegas, salió al paso de las críticas que han existido producto del manejo del cierre de la central Bocamina II de Enel, empresa a la que se le pidió 'flexibilidad' en la fecha de cierre programada para mayo, pero a la que no se solicitó directamente modificar el plazo del próximo 31 de mayo, potestad que es exclusiva de la autoridad.

Ante esta situación, y en medio de un seminario organizado por Acera, Venegas detalló que postergar la salida de la termoeléctrica a carbón, no sería una medida que de tomarse ahora, beneficiaría al sistema, sino que a la empresa respectiva. 'Esta no es una decisión que sea eficiente tomar hoy, salvo si uno quiere bajar los costos marginales y producir una situación de relajo en el sistema, que iría en contra de la propia modelación, porque lo primero que le diríamos al sistema es ‘considere que Bocamina está disponible en junio, así que échele nomás, necesitamos menos petróleo, use más agua'.

Por eso en parte no lo hemos hecho y nos parece una decisión que debe tomarse más tarde, y que la empresa no tiene ningún problema en hacer esa postergación', dijo Venegas. En esa línea, la autoridad recordó que existe un plan de descarbonización en marcha, que solo debe ser postergado si la situación gravemente lo amerita. 'Eso inmediatamente implica que es una decisión que debemos tomar y optimizar solo como último recurso y con la mayor certeza del caso'. En tanto, en conferencia con analistas el gerente general de Enel, Paolo Pallotti –quien será reemplazado desde hoy en el cargo por Fabrizio Barderi-, comentó que en la programación de la empresa se mantiene la fecha de cierre para mayo.

'Cualquier decisión que pueda tomar la autoridad debe hacerse en breve, (...) porque todo tiene un efecto en la forma en que estamos manejando este proceso y si se va a tomar la decisión de posponer el cierre de la planta, tenemos que sentarnos y definir bien la condición para aquello', dijo Pallotti. Durante el seminario, Venegas también defendió las medidas que se han implementado para hacer frente a la sequía y a un eventual racionamiento eléctrico, en ese sentido, recordó que a diferencia de crisis anteriores, el sistema eléctrico cuenta con muchos actores privados, y con más de 500 empresas coordinadas 'por lo que la idea de que haya un Estado que organice todo es muy propio del momento, pero es bastante impracticable, porque lo que se debe hacer es dar señales adecuadas para que los privados cumplan con su deber, y el tener combustible es obligación de los privados, y levantar logística de los combustibles es obligación de los privados, ellos son los que firman los contratos, son los que tienen relación con sus suministradores y no el Estado'.