Señor Director:

Diversas autoridades han abordado la preocupante situación de seguridad en el país. Aunque en Chile, a diferencia de otros países de Latinoamérica, estas prácticas son más recientes, hay un fenómeno en alza que nos preocupa: el explosivo aumento del crédito informal. Este, junto con el comercio ilegal, se ha convertido en un pilar de un ecosistema ilícito que facilita la expansión del crimen organizado.

Las cifras indican que el delito va en aumento. En lo que va de 2024 se han denunciado más de 40 sitios web, plataformas y sistemas de mensajería que prestan dinero de manera irregular. En los últimos cuatro años, suman más de 230. Muchas de ellas siguen operando en total impunidad. Los préstamos ilegales se extienden por aplicaciones descargadas en los celulares sin ningún control.

En este escenario, es de vital importancia que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) no solo fiscalicen a las empresas formales, sino que también tengan un mandato expreso para combatir la informalidad. Debemos impulsar ajustes regulatorios que promuevan la inclusión financiera y el acceso al crédito regulado y formal, especialmente para las personas de menos recursos. De esta forma, evitamos que se vean expuestas al sistema informal con las conocidas consecuencias como son los intereses usureros, abusos y coacción. Este es uno de los caminos que necesitamos seguir para evitar la profundización del crimen organizado.