La ley 20.005 de 2005 incorporó al Código del Trabajo nuevos preceptos sobre investigación y sanción del acoso sexual laboral, estableciendo que las conductas constitutivas de acoso no se encuentran limitadas a acercamientos o contactos físicos, sino que incluirían cualquier acción del acosador sobre la víctima que pueda representar un requerimiento de carácter sexual indebido, el que puede producirse por cualquier medio, incluyendo propuestas verbales, correos electrónicos, cartas o misivas personales, entre otros.

Con la normativa, se tipificó esta forma de violencia, explica el director legal y socio fundador de Defensa Empresarial, Francisco Cornejo. 'Podemos decir que el concepto ha experimentado cambios de la mano de los cambios que la sociedad también ha tenido', indica.

Para el ejecutivo, la evolución social del concepto de acoso sexual laboral se encuentra muy ligada a la percepción que las personas tienen del mismo y apunta que la concientización, la educación, el empoderamiento de las víctimas y el enfoque de género serían los elementos fundamentales del proceso.

En ascenso

En los últimos tres años, las cifras de denuncias han aumentado y según datos de la Dirección del Trabajo, que consideran los procedimientos y acciones vigentes al 25 de julio de 2024 y no contemplan los cambios que se implementarán a raíz de la entrada en vigencia de Ley Karin, en materia de acoso sexual laboral se presentaron 593 denuncias presuntivas en 2021, 868 en 2022, 1.019 en 2023 y al 30 de junio de este año, 561. El comercio al por mayor y al por menor, junto a la reparación de vehículos automotores y motocicletas, son las ramas económicas donde más se han interpuesto en los últimos tres años, indican los datos oficiales.

'La jurisprudencia ha ampliado las actuaciones que puede llevar a cabo un trabajador respecto de otro, donde se sexualice o se cree un clima hostil sexualizado respecto de las relaciones laborales', explica el socio líder de Grupo Laboral de Albagli Zaliasnik, Jorge Arredondo. El avance que se ha logrado en esta materia, dice, es en entender el acoso sexual no solamente como un acercamiento corporal, sino como 'cualquier tipo de incidencia que pone en riesgo o perjudique la indemnidad sexual que tiene todo trabajador en su ámbito laboral'.

Ahora, con la implementación de la Ley Karin, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, asegura que esperan fundamentalmente que las empresas, con participación de sus trabajadores y trabajadoras,'gestionen proactivamente la prevención de los riesgos asociados a la violencia y acoso, que investiguen y sancionen estas conductas y que promuevan entornos de trabajo seguro y saludables'.