En la historia de la humanidad, el pan ha jugado un importante papel. De acuerdo con un artículo elaborado por profesionales del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la U. de Chile (INTA), hay evidencia que muestra que desde antes del año 10.000 a.C. el hombre ya horneaba pan para su sustento. Otro dato: cuando los españoles llegaron a Chile, convirtieron muchos campos en sembradíos de trigo, asegurando así el abastecimiento de harina para la elaboración de pan.

Y si miramos las cifras actuales, el consumo per capita alcanza los 90 kilos anuales, poniendo a Chile en el tercer lugar a nivel mundial, solamente precedido por Alemania y Turquía. Una industria así de relevante, conformada en un gran porcentaje por pymes, tiene el gran desafío de responder a las cada vez más exigentes necesidades de los consumidores. Tal como dice Esteban González, vicepresidente de Chilepan, la tecnología es una de ellas.

'Es algo fundamental para desmarcarse en la elaboración y venta de productos. Si un oferente quiere diferenciar su labor, una ventaja competitiva es contar con sistemas eficientes para vender, para el control y la gestión. La tecnología presente en la producción, máquinas y hornos con PLC son algunos ejemplos de cómo podemos amasar y hornear con mayor control, lo que sin duda mejora la calidad de los productos'.

Esta asociación, creada en 2018, tiene como gran objetivo representar y apoyar en diversos ámbitos a pequeños y medianos productores del sector de la amasandería y panadería.

'En la actualidad, representamos a más de 150 asociados a lo largo del país'.

¿Qué tipo de apoyo les entregan en el ámbito tecnológico?

'Asesoramos y conectamos a nuestros asociados al mundo digital. La alfabetización digital es un proceso que puede traer muchos beneficios, pero es importante que se incorporen herramientas acordes al tamaño y realidad de cada productor. En ese sentido, el rol que tenemos es evaluar la necesidad de los asociados con las ofertas disponibles y recomendarles alguna solución'.

¿Chilepan lleva a cabo, ya sea por su propia cuenta o a través de terceros, capacitaciones para ir mejorando tanto las capacidades de gestión como de producción de los dueños de panaderías y amasanderías?

'Sí, hemos desarrollado algunos talleres básicos de pastelería y panadería. Actualmente conectamos las necesidades de capacitación de nuestros asociados con organismos especializados en esta labor. Este tema, al igual que el de la digitalización, debe ser abordado en base al tamaño y los desafíos que cada empresario del rubro se plantea y los recursos que dispone'.

Esteban González comenta que otra iniciativa que han puesto en marcha como gremio es armar una base de datos con los requerimientos que surgen por parte de sus asociados, por ejemplo en cuanto a la búsqueda de trabajadores para sus negocios.

'Gracias a ello, los conectamos con posibles candidatos. Eso nos permite estar en sintonía con los espacios en donde se producen las necesidades laborales, paso muy importante para aportar en los perfiles de capacitación'.

Y una última cosa, ¿cuáles son los principales desafíos que han definido para el 2025?

'Lo principal es seguir relacionándonos y trabajando con otros gremios relevantes del sector mipymes, ya que eso nos permite estar al día con las políticas publicas que pueden afectar desde al más pequeño al más grande. Nos interesa también seguir potenciando el rol de conectar a nuestros asociados con proveedores tecnológicos, de insumos, del mundo de la academia y de la capacitación'.