Por: Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, Ingeniero Comercial, Magister en Administración de Empresas de IEDE y Master de Administración de Empresas en la Universidad de LLeida. 
En el mercado de inversión inmobiliaria local, hay una estrella que está comenzando a brillar con luz propia.
En el último tiempo ha habido ciclos de desarrollo urbano, y hoy la comuna de Macul representa lo que Ñuñoa significó hace algunos años: una oportunidad única de inversión con un potencial de crecimiento extraordinario.
Con una plusvalía cercana al 10% en 2024, Macul se ha posicionado entre las tres comunas más prometedoras de la Región Metropolitana.
Esto no es casualidad, sino el resultado de una expansión urbana que sigue el mismo patrón que vimos en su momento con Ñuñoa como extensión natural de Providencia.
Hoy, Macul emerge como la continuación lógica de Ñuñoa, beneficiándose de esta evolución territorial.
Pero, ¿Qué hace tan atractiva a Macul? Primero que todo, su combinación única de ventajas competitivas.
La conectividad está garantizada no solo por las actuales estaciones de metro, sino que se verá potenciada con la futura Línea 8 que recorrerá Avenida Macul, agregando un valor importante a las propiedades del sector.
Si hablamos de desarrollo inmobiliario, la comuna ofrece una ventaja estratégica significativa y muy relevante hoy en día: sus amplios terrenos.
La presencia de casas con terrenos grandes, permite a los desarrolladores ejecutar proyectos de envergadura sin incurrir en costos mayores, como en otras zonas de Santiago.
Esto impacta directamente en el bolsillo de las personas de forma positiva, con un valor UF por metro cuadrado más competitivo, lo que amplía el espectro de potenciales compradores e inversionistas.
El corazón de Macul, específicamente el sector comprendido entre Avenida Macul y Quilín, se ha transformado en el epicentro de esta evolución.
Esta zona, junto con el eje Marathon-Rodrigo de Araya, concentra actualmente los desarrollos más innovadores y prometedores.
No obstante, la belleza de Macul, como objetivo de inversión, radica en que prácticamente todos sus ejes presentan oportunidades interesantes de desarrollo.
Lo que verdaderamente distingue a Macul es su capacidad de mantener una identidad de barrio auténtica mientras experimenta esta evolución.
La presencia de colegios tradicionales, centros comerciales y excelentes conexiones viales, combinada con una calidad de vida envidiable a precios aún accesibles, crea una buena alternativa para quienes buscan desarrollo y habitabilidad.
Para quienes tienen capacidad de inversión, la decisión es ahora, cuando los precios aún reflejan su estado de transformación y no su potencial final.
Como siempre, en el mercado inmobiliario, quienes reconocen y actúan sobre estas oportunidades antes que la mayoría, son quienes cosechan los mayores beneficios.