Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2025-03-04
Tipo:   Internet
Sección:   Noticias
URL:   Link
Autor:   Diario UChile 04-03-2025
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Día Mundial de la Obesidad: los desafíos de las políticas públicas para enfrentar esta enfermedad en la población
La restricción de la venta y publicidad de productos "Alto en" en establecimientos educacionales, el proyecto de ley para estimular la actividad física y la llamada ley "vaso de agua", son algunas de las iniciativas que ya están en tramitación.
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Este 4 de marzo, se conmemoró el Día Mundial de la Obesidad, fecha que tiene como objetivo concientizar sobre las consecuencias de esta enfermedad, así como fomentar iniciativas destinadas tanto a su prevención como a su adecuado tratamiento.
En 2022, más de 1000 millones de personas en el mundo padecían obesidad, y desde 1990, la enfermedad metabólica ha aumentado cuatro veces entre niños y adolescentes. De acuerdo con la World Obesity Federation, se proyecta que para 2025, el 18 % de los hombres y más del 21 % de las mujeres a nivel global tendrán obesidad.
En el contexto nacional, el mismo informe indicó que se espera para 2025 el 83 % de los adultos chilenos tenga un índice de masa corporal (IMC) alto, y el 42 % padezca obesidad. Asimismo, el estudio advierte que para 2030 más de 14,06 millones de personas en el país, de una población de 20 millones, tendrán un IMC elevado, lo que incrementará el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT) como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Bajo ese marco, la Comisión de Salud del Senado realizó este martes el Seminario Obesidad en Chile: ¿En qué estamos?, que contó con la participación de la subsecretaría de Salud Pública, Andrea Albagli, y para abordar la necesidad de políticas públicas intervinieron la investigadora del Centro de Investigación en Ambientes Alimentarios y Prevención de Enfermedades Crónicas Asociadas a la Nutrición (CIAPEC) del Instituto Nacional de Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, Camila Corvalán; la académica nutrióloga MEDS, la doctora Mónica Manrique y el representante de la Organización Mundial de la Salud-Organización Panamericana de la Salud (OMS-OPS) en Chile, Giovanni Escalante.
El objetivo del encuentro fue analizar el estado de la obesidad en nuestro país y generar debate acerca de qué políticas públicas deben implementarse, considerando que el exceso de grasa corporal es una enfermedad que responde a múltiples factores (alimentación, actividad física, genética, entorno ambiental y social, salud psicológica, y salud neuronal).
El presidente de la Comisión de Salud, Javier Macaya, señaló que la obesidad es “la pandemia global del siglo XXI y en Chile, es un problema bastante importante de salud. “Esta claro que todos los problemas relacionados con la salud, no se van a solucionar con medidas aisladas, esta comisión ha tenido durante toda su trayectoria legislativa muchas iniciativas que han sido importantes, no siendo estas a corto plazo sino que han tenido una mirada a futuro, que permiten proyectar estas políticas publicas“, dijo.
“El diagnóstico es evidente, pero siempre pueden existir distintas miradas para discutir esta pandemia, cuales son los puntos críticos que tenemos que tener a la vista, políticas publicas a implementar, medidas legislativas que desde el Parlamento podemos avanzar y es por eso que hemos convocado a este seminario”, agregó.
Comisión de Salud del Senado realizó hoy el Seminario Obesidad en Chile: en qué estamos.
Por su parte, la subsecretaria de Salud, Andrea Albagli, mencionó las consecuencias de esta malnutrición, siendo un factor de riesgo de múltiples enfermedades transmisibles y no transmisibles: “Aumenta el riesgo de enfermedades no transmisibles, de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, trastornos neurológicos, enfermedades respiratorias crónicas y trastornos digestivos, además de ser un factor de riesgo para enfermedades no transmisibles que son la gran parte de carga enfermedad en nuestro país, son también factor de riesgo de enfermedades transmisibles”.
“Esto lo menciono también para recordar la reciente experiencia con la pandemia por COVID-19 y el invierno que ya estamos comenzando donde la circulación viral nos demuestra que la presencia de enfermedades crónicas también agudiza los cuadros de enfermedades transmisibles. Por ende, también tienen una doble importancia, no solamente entonces con respecto a las enfermedades no transmisibles”, añadió.
Además, indicó que en base a lo anterior y a múltiples estudios, el año 2024 se formalizó la estrategia para detener la aceleración del sobrepeso y la obesidad en la niñez y adolescencia, enmarcado en el Plan de Aceleración de la OMS para detener la obesidad.
“Ya hay tres proyectos que están en tramitación, dentro de este plan, siendo el primero la incorporación de la restricción de venta y publicidad de productos ‘Alto en’ alrededor de los establecimientos educacionales, también el proyecto de ley para estimular la actividad física y el deporte en estos mismos. Por último, el proyecto para favorecer el acceso a consumo de agua potable en los clientes de restaurantes, llamada la Ley Vaso de Agua“, detalló.
En esta misma línea, el representante de la OMS-OPS en Chile, Giovanni Escalante celebró que nuestro país se una a este plan, destacando su liderazgo e instando a que su implementación sea lo más rápido posible y de manera amplia. “Chile ha sido uno de los países pioneros en cuanto a las advertencias sanitarias nutricionales, por lo que celebramos que se estén desarrollando otro tipo de leyes que puedan complementarlas, pero el gran desafío es hacer que concurran, se hagan integrales y se pueda acelerar realmente su implementación. Mi sugerencia es que nada debe de faltar, políticas fiscales, publicidad de alimentos y bebidas, que ya se hizo, lo que me parece muy bueno, además del etiquetado de alimentos, entorno alimentario temprano. Todo parte por la familia, la alfabetización sanitaria en la familia, que esta comience a valorar cómo preparar alimentos que sean equilibrados y que sea un espacio también cultural para socializar, evitando el uso intensivo de celulares”, manifestó.
“Si tenemos un paquete de medidas combinadas aplicadas para reducir la prevalencia de la obesidad entre los 5 y 19 años de edad, esa es una enorme oportunidad porque estamos introduciendo lo más precozmente esto y si aplicamos también el paquete de medidas combinadas para reducir la prevalencia de obesidad a partir de los 18 años de edad, eso yo creo que es la combinación perfecta”, añadió.
Estudiantes realizando actividad física en gimnasio.
Para realizar esto, Escalante explicó que hay tres escenarios, siendo los impuestos a bebidas azucaradas (incrementar hasta el 44% el costo), la actividad física de calidad en las escuelas y el añadir campañas masivas de comunicación, un panorama perfecto para lograr un mejor efecto en Chile porque significa que ya habrán habido avances concretos desde lo legislativo, en el ejecutivo y en la academia.
Asimismo, la investigadora del Instituto Nacional de Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, Camila Corvalán, se centró en la perspectiva nutricional de la problemática, donde enfatizó en el cambio de paradigma que Chile incurrió desde 1987 hasta 1997 aumentando y superando considerablemente el gasto en alimentos procesados, en desmedro de alimentos naturales.
“Hoy los hogares gastan gran parte de su presupuesto en alimentos envasados que tienen alto contenido de calorías, grasas, azúcares y sodio que son nutrientes que se asocian a la aparición de obesidad y un sin número de enfermedades crónica. Y vale la pena decir que los registros que tenemos son de hace bastante tiempo ya que en Chile no se registra sistemáticamente información de ingesta nutricional, siendo el principal factor de riesgo de muerte y enfermedad, lo que es una paradoja”, declaró.
“Por lo que en relación a la prevención de obesidad, la investigación promueve que nosotros tengamos que por un lado intervenir esos entornos de modo que sean menos disponibles, con un precio más alto y se promocionen menos, no se provean en espacios en los cuales, por ejemplo, hayan particularmente niños o enfermos y por otro lado promover esas mismas características en los alimentos naturales“, complementó.
Además, la investigadora destacó que se realizaron estudios de grupos focales que muestran claramente que en el caso de hogares de menores ingresos, el tema del precio en particular resulta sumamente relevante.
“Hoy día existen discusiones en relación a impuestos a alimentos ultra procesados, pero también discusiones de programas en relación, por ejemplo a compras públicas, de alimentos de tipo naturales en Junaeb que pueden abrir oportunidades para dar acceso a aquellos que no lo tienen a los alimentos que nosotros queremos promover su consumo“, comentó.
Para Corvalán, la evidencia es muy clara, referido a que estas iniciativas tienen un mayor impacto si son de tipo mandatorio, nacionales, ya que países como Australia y Canadá han tomado vías que tienen más que ver con alianzas público-privadas de autorregulación, mostrando menor impacto, cobertura y capacidad de monitoreo de las acciones. Por lo tanto, se debe seguir avanzando con la implementación de medidas que tengan un carácter mandatorio y que sean comandadas por el Ministerio de Salud y por el Senado y la Cámara de de diputados.