'Sofía era la atleta más disciplinada que puede existir. Una persona resiliente, con determinación', dice su entrenador, Luis Figueroa, con la voz quebrantada y desde el velorio de una de las mejores deportistas que logró a ver. Desde los seis años, cuando comenzó en el 'mini atletismo', destacó por su talento y compromiso. Se concentraba tanto en sus entrenamientos que nada podía distraerla. En competencias nacionales e internacionales, su atención estaba siempre puesta en su técnico, con quien compartió más de una década de sueños y esfuerzos. 'Quería representar a Chile y clasificar a los Juegos Olímpicos', afirma su entrenador.

Lamentablemente la tarde del miércoles, ese sueño se truncó, ya que a sus tempranos 18 años, Sofía falleció en el Hospital Regional de Temuco, tras una dura batalla contra el virus hanta. Su muerte ha causado una profunda conmoción en su comunidad, donde la joven y su familia son muy conocidos.

Estado de salud

Un malestar que pronto escaló en gravedad, obligó a Sofía a ingresar al Hospital de Pitrufquén. Pero su condición empeoró rápidamente, y fue trasladada de urgencia a Temuco. Ahí, en la Unidad de Cuidados Intensivos, luchó hasta el último momento. Su familia y amigos movieron cielo y tierra en busca de donaciones de sangre, aferrándose a la esperanza de que su cuerpo resistiera.

Pero el virus avanzó sin piedad, provocando una falla multiorgánica irreversible. La alcaldesa de Pitrufquén, Jacqueline Romero, junto a los concejales, confirmó la noticia y expresó las condolencias a la familia. En el Liceo de Ciencias y Humanidades, donde Sofía estudió, la comunidad educativa también lamentó la pérdida de una estudiante ejemplar y una deportista incansable.

Su carrera

Era especialista en la disciplina de marcha y desde muy joven Sofía dejó huella en el atletismo nacional. Luis Figueroa, su entrenador, cuenta que, con solo 13 años, se coronó campeona escolar, abriendo el camino a una serie de victorias. Participó en campeonatos nacionales del Instituto Nacional del Deporte y fue seleccionada para representar a Chile en torneos sudamericanos. Su primera competencia internacional fue en Paraguay en la que salió en quinta posición, un paso crucial en su carrera.

Más allá de los logros, quienes la conocieron resaltan su calidad humana. Era generosa, siempre dispuesta a ayudar a sus compañeros. 'Nunca hizo distinciones ni discriminó a nadie', recuerda su entrenador. Con una madurez que sorprendía, animaba a los atletas más jóvenes y les ofrecía consejos con paciencia.

Peligroso virus

Claudia Cortés, infectóloga de la Universidad de Chile y de la clínica Santa María, explica que el virus hanta se transmite por la inhalación de partículas de orina o heces de ratones silvestres. 'No es necesario un contacto directo ni una mordida', advierte. Los mayores riesgos están en áreas rurales y en espacios cerrados por mucho tiempo, como cabañas o bodegas, donde el virus puede estar presente en el aire. El virus es hemorrágico y ataca principalmente los pulmones, aunque también puede generar hemorragias internas. 'La principal causa de muerte es la falla respiratoria', agrega Cortés. No distingue entre personas sanas o con enfermedades previas.

Un atleta de alto rendimiento, como Sofía, no tiene mayor protección frente al contagio. No existe un tratamiento específico para el virus. 'El manejo es de soporte: si hay falla respiratoria, se usa ventilación mecánica o, en casos extremos, ECMO (Oxigenación por membrana extracorpórea)', señala la especialista. La clave está en la prevención. Ventilar bien los espacios cerrados antes de ingresar, aplicar cloro en superficies y almacenar la basura en recipientes herméticos son medidas esenciales.

Para quienes entrenan al aire libre, recomienda evitar áreas con alta presencia de roedores y usar mascarilla en lugares de riesgo. Menciona que, lastimosamente, la tasa de mortalidad del virus es alta. Pues, en los casos severos, la mortalidad oscila entre el 30 % y el 50 %, mientras que en las formas leves varía entre el 10 % y el 30 %.

Su legado

La muerte de Sofía ha dejado un impacto profundo en su comunidad. Amigos, compañeros de atletismo y profesores la recuerdan como un ejemplo de esfuerzo y pasión. En cada competencia, en cada entrenamiento, dejó una marca imborrable. 'Sofía era resiliente, llena de determinación, humildad y con un excelente corazón,', dice Figueroa. En Pitrufquén, la comunidad la despedirá este viernes.