Las semillas son altamente nutritivas, ricas en fibra, omega-3, antioxidantes y favorecen la salud colónica y el tránsito intestinal. Sin embargo, los especialistas advierten que deben consumirse con moderación. Según Miltha Hidalgo, investigadora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), de la U. de Chile, algunas semillas 'contienen compuestos que pueden afectar la absorción de nutrientes'. Un ejemplo son las saponinas, presentes en la quinoa y legumbres, que pueden reducir la absorción de hierro no hemo, aumentando el riesgo de anemia ferropénica. Otro ejemplo son los oxalatos, presentes en semillas de sésamo, chía y cáñamo, además de almendras, que pueden unirse al calcio y favorecer la formación de cálculos renales. El remojo y la cocción reducen significativamente estos compuestos, mejorando la absorción de micronutrientes y asegurando un consumo seguro.