'Hoy, la innovación y la sostenibilidad son procesos interdependientes', asegura Anil Sadarangani, director de Innovación de la Universidad de Los Andes. E innovar no es solo crear nuevas tecnologías, 'sino articular ecosistemas donde el conocimiento y el emprendimiento estén profundamente comprometidos con el cuidado planetario', enfatiza.

Pablo Sanhueza, gerente de Calidad y Excelencia Operacional de Empresas Iansa, coincide: 'La innovación sostenible no se trata del conocimiento de un solo especialista, sino de la capacidad de generar redes y de construir soluciones colectivas'. También plantea que hay que vencer el miedo a equivocarse y atreverse a hacer las cosas de forma distinta, a salir de lo conocido. Asegura que 'la clave está en abrirse al trabajo colaborativo y multidisciplinario'.

Laboratorio de ideas

Un ejemplo global de esta visión es el proyecto The Ocean Cleanup, impulsado por Boyan Slat. Su sistema permite recolectar plásticos de los océanos utilizando barreras flotantes impulsadas por corrientes naturales. Esta iniciativa, que combina diseño, ciencia y tecnología, demuestra cómo la innovación bien dirigida puede abordar uno de los problemas ambientales más graves de nuestro tiempo: la contaminación marina.

Empresas Iansa, por su parte, ha desarrollado un modelo de innovación que busca y discute ideas, y que contempla dos comités: uno Ejecutivo de Innovación y uno Corporativo de Innovación. 'En ambos participan representantes de sostenibilidad y de todas las áreas del negocio, lo que nos permite conectar transversalmente los objetivos de sostenibilidad con los procesos de innovación. Nuestros comités actúan como un verdadero laboratorio de ideas', detalla Sanhueza.

Esta articulación les ha permitido llevar adelante varias soluciones orientadas a la economía circular y la eficiencia. Por ejemplo, el sistema de compostaje en su planta de Quepe, donde se transforman residuos orgánicos en cómpost de interés agrícola, o la construcción de casetas de riego con plástico recuperado en colaboración con la empresa WARP.

También destaca la implementación de las Barrier Balls, esferas flotantes que son altamente duraderas y se utilizan en los distintos cuerpos de agua de los campos de Empresas Iansa para evitar la evaporación del recurso hídrico, la proliferación de algas y el ingreso de aves para reducir malos olores.