Pais: Chile |
Región: Bío Bío |
Fecha: 2025-07-06 |
Tipo: Prensa Escrita |
Página(s): 2 |
Sección: Opinión |
Centimetraje: 20x19 |
La Región del Biobío se acerca a un punto de inflexión. Durante las últimas décadas, su estratégica posición geográfica se ha encontrado con limitaciones de infraestructura que frenan su verdadero potencial logístico. Pero este año de 2025 está demostrando que podría producirse un cambio clave: la entrada en operación del nuevo Puente Ferroviario y del esperado puente Industrial, hitos destinados a redefinir la conectividad regional.
El viernes se cumplió un hito en sistema de conectividad de la Región, cuando el antiguo Puente Ferroviario, estructura que data de 1889, dejó de operar para dar paso a los últimos ajustes del nuevo viaducto, que vendrá a reemplazar su funcionamiento con mayor capacidad y una serie de diferencias en su estructura y diseño.
Con esto, el antiguo puente da por cumplido su rol, tremendamente relevante no solo para el transporte de carga entre los distintos puertos y las áreas productivas, sino también para el traslado de pasajeros. El uso cotidiano de la vía férrea sobre el río Biobío fue clave para el desarrollo y consolidación del servicio de Biotrén, que actualmente cuenta con una alta demanda de pasajeros provenientes de las comunas de San Pedro de la Paz, Coronel y Lota, entre otros al sur del río.
La decisión de reemplazar el viaducto se dio de la mano de la imposibilidad de ampliar sus capacidades, ya que el crecimiento del servicio ferroviario no se condice con su vía única, límites de velocidad y soporte de peso. El nuevo puente, de 1,9 kilómetros de extensión, presenta ventajas comparativas claras, como su doble vía, su capacidad para 25 toneladas por eje y con velocidades de hasta 100 km/h en trenes de pasajeros y 65 km/h en trenes de carga, lo que representa el salto hacia una infraestructura acorde al siglo XXI.
Según se ha explicado desde la Empresa de Ferrocarriles del Estado, EFE, y el Ministerio de Obras Públicas, sus características permitirán no solo duplicar la capacidad actual, sino también ofrecer alternativas reales al transporte automotor, entregando impactos como la descongestión de rutas, reducción de emisiones y, en general, una mejora a la calidad de vida urbana. Además, deja fuera las contingencias de suspensión del servicio de transporte por crecidas del río o daños en sus bases, que ya había sufrido la antigua estructura en los últimos años.
Al plan de puesta en marcha del nuevo Puente Ferroviario, que tendrá una vía operativa dentro de dos semanas y su totalidad en octubre, se suma el avance del puente Industrial. Es una obra de ingeniería de 2,5 kilómetros de largo que conectará San Pedro de la Paz con Hualpén, también apostando a la descongestión de la Ruta 160 y a la creación de nuevo eje logístico sobre el río Biobío. Su principal meta es absorber el flujo de camiones destinados a puertos y zonas industriales, garantizando una circulación moderna y eficiente.
Con una capacidad ampliada de tránsito, dos carriles por sentido y control vía TAG, se proyecta que la nueva vía permitirá reducir entre un 30% y un 40% los tiempos de viaje y mejorar hasta en un tercio la fluidez del tráfico vehicular. Actualmente registra un 93% de avance en su habilitación y se estima que en noviembre comenzará el cobro de peaje.
Ambos proyectos, tanto el ferroviario como el vial, forman parte del Plan Más Movilidad, una impulsada desde 2023 por el Ministerio de Transportes, entre otros organismos, para mejorar la red de transporte y modernizar el Gran Concepción mediante corredores viales, transporte público, peajes automáticos y electromovilidad. Si bien no se trata de megaproyectos de años recientes en su planteamiento o definición, sí es importante reconocer que han logrado la inversión necesaria para desarrollarse y, por fin, llegar al momento en que se puesta en marcha es inminente.
Se trata de armonizar el desarrollo urbano con la lógica industrial y logística, de velar por la protección del entorno y la eficiencia económica. Cuando falta poco para que ambas estructuras comiencen a operar, es importante hacer hincapié en el compromiso que deben adoptar las autoridades, respecto de asegurar que los dos viaductos mantengan buenos estándares de mantención, gestión y que se avance en la integración con otros proyectos como la Ruta Pie de Monte y los corredores de transporte público, iniciativas que completarán los beneficios pata los habitantes de la zona.
La puesta en marcha del puente ferroviario y del puente industrial durante este año marcarán un antes y un después en la conectividad vial de Biobío, igual como hace décadas lo hicieron cada una de las estructuras habilitadas sobre el río. Estas dos obras, largamente esperadas, configuran el soporte sobre el cual Biobío podría convertirse en una Región más competitiva en lo productivo y también con mayor bienestar para sus habitantes.
Es importante hacer hincapié en el compromiso que deben adoptar las autoridades, respecto de asegurar que los dos viaductos mantengan buenos estándares de mantención, gestión y que se avance en la integración con otros proyectos como la Ruta Pie de Monte