Las Enade de años electorales, como este 2025, suelen ser especialmente noticiosas, tanto por los balances del presidente de la República como por los mensajes de los candidatos que aspiran a ocupar esa posición. Este año, sin embargo, la estrella 2025 fue la contralora Dorothy Pérez, quien, para citar el lema de Enade, Verba et facta, verbalizó con coraje las lecciones que nos ha brindado, con hechos, la repartición que dirige. En un lenguaje directo y claro, casi didáctico, Dorothy Pérez explicó la misión, visión, valores y funciones de la Contraloría y, en una clase maestra a los líderes presentes, demostró que la solución de muchos de los problemas que enfrenta al país está al alcance de la mano, en especial si quienes tienen la obligación de atacarlos se toman en serio su responsabilidad y permean con el ejemplo a sus organizaciones.

Como socio líder de una de las mayores consultoras del país quisiera detenerme en tres mensajes de la contralora que me parecen fundamentales. En primer lugar, la importancia de la función auditora y de control, la que debe ser una pieza central en la estrategia de gestión, tanto pública y privada; en segundo término, la potencia de los datos ya disponibles, los que bien gestionados son un insumo más que suficiente para resolver gran parte de las fallas e irregularidades del día a día; y, en tercer lugar, la magnitud colosal del desafío que representa la transformación tecnológica en que estamos insertos, sobre todo la tecnología de punta, que otros mercados ya han instalado como prioridad uno en sus hojas de ruta.