Un país que se percibe como más corrupto con respecto a hace una década, una ciudadanía que apoya el voto obligatorio y la participación de extranjeros en situación regular en los comicios presidenciales o una creciente confianza en las universidades, pero con un sistema político que continúa deslegitimado.

Son parte de los resultados que entregó la nueva versión de la Encuesta Bicentenario UC, que da a conocer la mirada de los chilenos sobre el escenario actual de la nación. 'Es una encuesta que trata de entender lo que piensa el ciudadano de a pie', explica Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas de la U. Católica, quien fue uno de los encargados de la medición.

Respaldo al sufragio obligatorio

Respecto del sistema político, la encuesta consultó sobre la aprobación frente a mantener el voto obligatorio en el país, luego de restablecerse en la reforma de 2022, a lo cual un 74% se muestra favorable.

Uno de los datos que llama la atención es que la mitad de los encuestados asegura estar a favor de que los inmigrantes en situación regular en el país tengan derecho a voto en las presidenciales y parlamentarias, versus un 37% que rechaza la idea.

Este fue uno de los temas que marcaron el debate legislativo del año, con el oficialismo impulsando restringir el voto de los extranjeros, donde finalmente se llegó a un acuerdo según el cual pueden participar, aunque de forma voluntaria, y se extendió a 10 años su tiempo de residencia en el país para estar habilitados en el padrón.

Irarrázaval remarca que eso es una muestra de que 'los chilenos no estamos en contra de la migración, estamos en contra de la migración desbocada, por así decirlo. Pero con los que están con situación legal al día no hay problema que tengan derecho al voto'.

Otros temas que suscitan aceptación mayoritaria son el disolver los partidos que obtengan menos del 5% en las elecciones a nivel nacional —tal como está fijado hoy en la ley— o la pérdida del escaño a aquellos congresistas que renuncien al partido por el cual fueron elegidos, una propuesta que hoy discute el Poder Legislativo.

'Llevamos bastante tiempo discutiendo cuán representativo es el sistema y qué cambios deberían hacerse (…). Esto me habla de que hay un anhelo de reforma política para propender a la eficacia del sistema', señala el académico de la UC.

81% cree que hay mucha corrupción

En lo que hay un fuerte aumento es en el porcentaje de personas que creen que en Chile hay mucha corrupción, el cual pasa de 62% a 81% entre 2015 y 2025, mientras que los que creen que no hay nada caen del 12% al 5%.

Para Irarrázaval, 'ese dato es fuerte. En los últimos 12 meses hemos visto muchos hechos asociados a corrupción como la destitución de miembros de la Corte Suprema, el tema de las licencias, desfalcos en gobiernos regionales. Es comprensible este salto en la percepción de corrupción. Es una noticia lamentable, pero para leerla en positiva también es bueno que nos preocupe como chilenos el tema de la corrupción'.

Eso sí, acota que 'hay una percepción de que Chile es bastante corrupto, pero cuando se compara con el resto de Latinoamérica la población responde con sentido común, porque efectivamente los hechos no son a nivel de otros países del continente. Es interesante destacar esa preocupación'.

Crece confianza en universidades y la Iglesia

Otro de los temas abordados en la encuesta es la confianza en las instituciones, donde se mantiene la baja legitimidad del Gobierno, los tribunales de justicia, los partidos y los congresistas. Estos últimos, de hecho, solo marcan un 1% de confianza entre los consultados.

Por otro lado, las universidades se consolidan como los organismos que mayor credibilidad tienen en Chile con un 55%, seguidas por las Fuerzas Armadas y Carabineros con un 39%, aunque, eso sí, estas dos instituciones cayeron por primera vez en la medición en los últimos cuatro años, aún dentro del margen de error. También crece significativamente la confianza en la Iglesia, que pasa a 22%, 10 puntos porcentuales más que hace cuatro años.

Irarrázaval explica que 'es interesante que las universidades aparezcan como un actor confiable y es un desafío el aporte que tienen que hacer al país. Ya que si bien no son un actor político de primera línea, son un depósito de confianza de la ciudadanía'.