Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2023-11-13
Tipo:   Suplemento
Página(s):   12
Sección:   Suplemento
Centimetraje:   26x25

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La 'Selección 21' proviene de material genético obtenido en la IV Región y es una de las siete selecciones avanzadas del programa. Gentileza INIA
El Mercurio - Revista del Campo
Avanza la primera variedad de cereza chilena
Se trata de una temprana y bicolor, que hasta ahora ha presentado un buen calibre, productividad y poscosecha, desarrollada por el INIA y el Consorcio Biofrutales, que el próximo año entraría al proceso de registro ante el SAG, para estar disponible a partir de 2025.
Poco después de que se aprobara el ingreso de las cerezas chilenas a China el año 2007, en la incipiente industria de esta fruta y entre los investigadores del INIA comenzó la inquietud por establecer un programa de mejoramiento genético que permitiera desarrollar variedades chilenas, pensando en la escasa oferta varietal de ese momento en Chile y en las experiencias que ya observaban en otras especies con mayor historial de exportaciones, como la uva de mesa.
Con esa idea se gestó hace 14 años el programa de mejoramiento genético del cerezo que ha llevado adelante el INIA y el Consorcio Biofrutales –conformado por los viveros El Tambo, Univiveros, Los Olmos y ANA Chile–, que ya comienza a ver sus primeros frutos.
'Cuando empezamos a pensar en esto, ya existía la industria de las cerezas y era importante, pero no era de las dimensiones que hoy tiene y tampoco estaba tan clara la situación actual del atractivo de las variedades tempranas… Sabíamos que es un trabajo largo, con alto riesgo e incertidumbres, y que convenía partir cuanto antes', explica Rodrigo Cruzat, gerente de Biofrutales.
Al desarrollar un perfil o ideotipo de la cereza que querían crear, comenta que una de las principales características buscadas, además de ser una variedad temprana, fue apuntar a una larga vida de poscosecha para llegar bien a China, el principal mercado de destino, lo que incluye atributos como la firmeza y contar con un pedúnculo que se mantenga verde.
'También nos importa el calibre, que no sea inferior a 28 milímetros, que tenga buen sabor y que sea productiva, con 18 toneladas o más por hectárea, porque una variedad tiene que cumplirle al productor, al comercializador y al consumidor, y eso es un desafío mayúsculo', dice.
Con esos objetivos por delante, en estos 14 años ya han probado 50 mil segregantes –que son 50 mil plantas distintas– en los campos experimentales del INIA en Coquimbo y O'Higgins, de las cuales apenas unas 40 plantas han pasado a la segunda fase, de selección intermedia, que hoy están en diferentes etapas de evaluación, y hasta ahora solo siete han logrado avanzar a la etapa de ser selecciones avanzadas.
'En la etapa avanzada, la novedad es que las selecciones se evalúan con diferentes portainjertos, se plantan en diferentes zonas, en este caso en Ovalle y Buin o Rengo, y se empieza a preparar el paquete agronómico por si llegan a convertirse en variedades', explica José Manuel Donoso, genetista y director del Programa de mejoramiento genético del cerezo del INIA.
Selección 21
Dentro de las siete selecciones avanzadas que ha obtenido el programa de mejoramiento genético en 14 años, una de las más atractivas es la llamada 'Selección 21' o 'S-21', que recientemente fue aprobada por unanimidad en el Comité Regional de Liberación de Nuevas Variedades del INIA, en la Región de Coquimbo, para seguir avanzando en su camino a convertirse en una variedad comercial.
'La Selección 21 fue seleccionada en la Región de Coquimbo, por lo que presenta una adaptación genética natural a las condiciones de un clima templado cálido, con bajo requerimiento de horas de frío invernal, y posteriormente también ha sido evaluada en la zona centro sur, lo que amplía sus posibilidades de cultivo para las regiones de Valparaíso, Metropolitana, O'Higgins y Maule', explica José Manuel Donoso, quien asumió el año pasado como director, en reemplazo del investigador Gamalier Lemus.
Esta selección produce una cereza bicolor, similar a la variedad Rainier, y los investigadores explican que es grande, firme, con buen sabor y una mayor propensión a producir calibres superiores jumbo y superjumbo, con una buena condición después de 30 días de almacenamiento en frío, lo que permitiría llegar bien a China.
Actualmente, además, la selección está siendo comparada con otras alternativas de variedades tempranas que han ingresado y están llegando a Chile, ya que también es relevante evaluar cómo compite con ellas para encontrar un nicho de comercialización atractivo.
'No podemos sacar al mercado una variedad en una fecha que no sea mejor que otra variedad que ya está, o que no tenga un espacio de comercialización interesante. Estamos muy ligados a la industria y vamos evaluando todo lo que llega a Chile y lo que ya está presente', advierte José Manuel Donoso.
Debido a las condiciones más frías y lluviosas de esta primavera, en el programa también están evaluando cómo se comporta esta selección en cuanto a los posibles daños por partidura de la fruta y por su productividad luego del bajo nivel de horas de frío del invierno, que ha afectado a otras variedades tempranas, y esperan tener conclusiones hacia el final de la temporada.
Próximos pasos
Para recoger las impresiones de la industria, la próxima semana se realizará un día de campo en Los Tilos para presentar la Selección 21 a productores y comercializadores, a lo que se sumará la evaluación formal del Comité Nacional de Variedades del INIA en enero del próximo año.
Si todo avanza bien y es aprobada, se debería iniciar el proceso de protección y registro de la variedad ante el Servicio Agrícola y Ganadero, con miras a llegar a una variedad comercial en 2024, la que recién estaría disponible para ser plantada un año después, en 2025.
'Solo en el caso de esta Selección 21, hoy está plantada en los campos de siete productores, bajo acuerdos de testeo, en calidad de ensayos, y las otras seis selecciones que tenemos todavía no están en manos de productores… Si un agricultor necesitara plantas para diez hectáreas, por ejemplo, todavía no tenemos material para hacerlas, por eso recién podrían estar para 2025', dice Rodrigo Cruzat, y añade que todavía no han determinado el modelo de negocios para su comercialización.
Tampoco está definido en su totalidad el paquete agronómico asociado al manejo que va a necesitar la Selección 21 para alcanzar su potencial productivo, por lo que esta etapa de ensayos en campos resultará clave para tomar decisiones en cuanto al equilibrio entre carga y calidad, el uso de portainjertos y los sistemas de conducción.
'No vamos a preferir una variedad chilena por el hecho de ser chilena, sino que tiene que ser por su genética, y en ese punto es clave que la Selección 21 lleva diez años de vida en este país, en sus distintas etapas, bajo nuestras condiciones climáticas… Es un traje a la medida, que se diseñó para esta industria', resalta Rodrigo Cruzat.
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