Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-12-04
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B18
Sección:   Economía y Negocios - Entre telones
Centimetraje:   29x26

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- La CPC, comandada por Juan Sutil , se reunió a mediados de esta semana con Chile Transportes, presidido por Soledad Vitores, para dar inicio al plan de trabajo con el que buscan avanzar en los acuerdos alcanzados por los representantes de los camioneros y la CPC.
El Mercurio
Peligro de desabastecimiento, cosechas perdidas y rol del gran empresariado: Bitácora de un acuerdo con los camioneros
El lunes de esta semana fue el punto final de ocho días en que los sectores agrícola, minero y del retail estuvieron en vilo. Luego de varias jornadas de movilizaciones de transportistas del centro, norte y sur del país, el gran empresariado chileno, el Gobierno y dirigentes de camioneros firmaron un acuerdo final para deponer un paro que pudo haber tenido grandes consecuencias. Descolgados, peligro de desabastecimiento en las grandes cadenas de supermercados, falta de organización de los movilizados y un acuerdo que estuvo a punto de caerse fueron parte de esta historia, contada en reserva por los involucrados.

Lunes 21 de noviembre. A primera hora estaba convocada una paralización en distintas zonas del país, la que terminó afectando el acceso sur de Santiago, y al pasar las horas impactó a San Antonio y la entrada a Valparaíso. Diversos dirigentes se reunieron con el ministro de Hacienda, Mario Marcel. La idea era consensuar un acuerdo para destrabar la movilización. Suenan los primeros telefonazos y entra en sigilo el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Juan Sutil. A Monseñor Sótero Sanz llegó al medio día de ese lunes Iván Mateluna (Dueños de Camiones de la Región de Valparaíso), junto con Sergio Pérez (Confederación Nacional de Transporte de Carga), entre otros. En esa reunión estuvo Sutil, acompañado de los timoneles de la SNA, Cristián Allendes, y de la Sonami, Jorge Riesco; del futuro presidente de la CPC, Ricardo Mewes, y del nuevo líder de la CChC, Juan Armando Vicuña. Hasta ese momento había un cierto consenso en la propuesta alcanzada con Marcel por parte de los dirigentes. Sin embargo, empezaron los primeros problemas internos, ya que se produjo un cierto quiebre en las bases de los movilizados. Hasta ahí, el rol de la CPC era más bien de acompañar y no tomar parte.

Miércoles 23 de noviembre. El paro ya llevaba casi 48 horas, el empresariado local se había mantenido hermético, y la movilización comienza a tomar otros tintes. El Gobierno informaba que iba a aplicar la Ley de Seguridad Interior del Estado en contra de aquellos camioneros que bloquearan rutas en distintos puntos del país en protesta por los precios de los combustibles. 'Todos tenemos el derecho a transitar libremente por las carreteras', comentaba Sutil a media tarde de ese miércoles. Ese día, además, se empieza hacer más notoria la división de los movilizados y, según interpretan personas cercanas al movimiento, no se reconocía por parte de los paralizados el liderazgo de Chile Transportes, de Sergio Pérez ni de Juan Araya.

Jueves 24 de noviembre. El Gobierno y los camioneros seguían en conversaciones. Ese día el teléfono de Sutil no paraba de sonar, pero, atendiendo compromisos de sus empresas, se dirigió a una de sus viñas para realizar reuniones de directorio previamente agendas. 'A eso de las 5 de la tarde comenzaron problemas más serios', comenta un testigo. Se comenzó a conocer que había camiones que estaban perdiendo fruta, pequeños agricultores estaban dejando morir cosechas completas en la Cuarta Región y, sobre todo, corría serio peligro la extracción de cereza, uno de los principales productos agrícolas de exportación del país.

Viernes 25 y sábado 26 de noviembre. El temor a un desabastecimiento estaba en la mesa. Sutil continuaba en sus asuntos, y en medio de sus reuniones, comienzan los primeros telefonazos desde Palacio, donde las conversaciones se extendieron hasta altas horas de la madrugada del sábado. A esa hora, Sutil ya había dejado de ser un mero espectador y ya había entrado de lleno a las negociaciones entre los camioneros y el Gobierno. Es sábado 26 de noviembre, Sutil llega a medio día a Santiago. Testigos cuentan que el nerviosismo del empresariado era total, ya que habían advertencias de paralización de una importante cervecera del país; en 48 horas podría parar la cosecha de cerezas; en el norte había problemas de abastecimiento en algunas mineras, y en algunas zonas del país existían reportes de grandes cadenas de supermercados que estaban con el 50% de productos en sus estantes.

La reunión con Sutil, el Gobierno y los transportistas se fijó a las 12 del sábado en el Ministerio de Transportes. Pero los dirigentes de los transportistas tenían problemas con sus bases y el encuentro se pospuso para las 15 horas. Esos primeros minutos fueron tensos, ya que los dirigentes del norte y sur del país no querían a Sutil en la mesa. Finalmente el encuentro inició y a eso de las 19 horas llega Iván Mateluna, representante de los Dueños de Camiones de la Región de Valparaíso, junto a otro dirigente, Pedro Galea. Ahí se inician ya los primeros acercamientos entre las tres partes para deponer el paro. La reunión se extendió hasta las 2 de la mañana del domingo en Transportes. 'Habían acuerdos donde participamos en la estructura de las mesas de trabajo futuras, en los acuerdos de seguridad, de conectividad digital y telefónica. Y la conectividad de internet a la zona norte, las zonas de descanso', detalla uno de los asistentes. Cuentan que las negociaciones se enredaron en la cantidad de horas que podían haber carabineros en las carreteras. 'Ellos querían que fuera permanente y logramos que fuera recurrente', detallan.

Sin embargo, los problemas de organización por parte de los involucrados se hicieron evidentes. Los movilizados no estaban organizados, no tenían sindicatos o cooperativas, lo que dificultaba estampar la firma final. Se comenzó un trabajo de ir preguntando sector por sector el parecer de los paralizados.

Domingo 27 de noviembre. Entre las 16 y 20 horas, se logra un acuerdo para destrabar el conflicto. El Gobierno consigue un acuerdo con seis gremios de camiones, pero en el norte y Biobío seguían paralizados. Dirigentes cuentan que tras la firma, y debido a que continuaba el conflicto, las reuniones prosiguieron hasta la madrugada del lunes, ya que no había, por parte de los movilizados que estaban negociando, el poder para bajar el paro.

Lunes 28 de noviembre. El paro no estaba totalmente desarticulado y la mañana comenzó con una frase por parte del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, que generó un sismo en las negociaciones. '(Que) Los descolgados se descuelguen de la imbecilidad que está afectando al país', decía el secretario de Estado. Avanzó el día y las negociaciones se trasladaron hasta el Hotel San Francisco, en pleno centro de la capital. Ahí estaban los dirigentes de los transportistas y hasta ese lugar llegó primero Cristián Allendes, para luego sumarse Juan Sutil y Jorge Riesco, junto a otros 10 dirigentes. Las posturas se comenzaron a acercar, y surge una primera propuesta de acuerdo, que redactó la señora de Freddy Martínez, representante de los camioneros del Biobío. A eso de las 20 horas mandan este documento a La Moneda. Luego, media hora después, llega una contrapropuesta desde Palacio. Ahí, en ese minuto, se estuvo a punto de volver a fojas cero, ya que según explican asistentes, el Gobierno incluyó una cláusula que no fue vista con buenos ojos por parte de los empresarios que estaban en la mesa. Se hizo ver la incomodidad de esta exigencia al Gobierno, y se pidió volver a revisarla. Eran cerca de las 9 de la noche, en cualquier minuto Sutil y compañía iban a bajar a atender a los canales de televisión, pero el Gobierno no respondía.

Faltando 10 minutos para las 22 horas, el grupo decide enfrentar las cámaras y dar cuenta de que se había logrado un acuerdo. Según interpretan los asistentes, en Palacio no querían que aparecieran Sutil y los dirigentes anunciando por los canales el acuerdo. En ese mismo momento, un asesor visa el acuerdo y el timonel de la CPC junto a los camioneros emprenden rumbo al Ministerio de Transportes. Pasadas las 22 horas se ajustan los últimos detalles, toma la palabra el subsecretario Monsalve y su par de Transportes; se imprimieron tres documentos, donde cada uno de los asistentes firmó y todo se cerró con un abrazo entre las partes.

Miércoles 30 de noviembre y viernes 2 de diciembre. La CPC inició el plan de trabajo para avanzar en los acuerdos logrados entre los representantes de los camioneros y el Gobierno, y el viernes recién pasado Sutil se reunió con la Confederación de Dueños de Camiones, presidida por Juan Araya, y se acordó un mecanismo para solucionar falencias que afectan al transporte de carga.