Las vacaciones son deseadas y generan entusiasmo, pero a la vez los días previos se viven con ansiedad en el trabajo.
“En la víspera de vacaciones, las personas deben terminar sus tareas, traspasar información a su reemplazante y preparar sus vacaciones. Esto genera sensación de ansiedad y estrés mientras se está trabajando. Cuesta trabajar en la última semana antes de poder descansar”, explica Lissette Domínguez, psicóloga laboral y directora de Atracción de Talentos de SOS Group.
Entre las manifestaciones están dolores corporales, desconcentración y mente desenfocada que pasa de un tema a otro, lo que provoca cansancio y repercute en el ánimo y avance de las tareas.
Ante la ansiedad por salir de vacaciones, las personas reaccionan generalmente de dos maneras, según sea su personalidad.
“Están quienes se desconectan del trabajo antes de tiempo, no concluyen sus tareas ni traspasan la información apropiadamente a su reemplazante. Estas personas corren el riesgo que estando de vacaciones los llamen por teléfono desde la oficina para consultar por información, perjudicando su descanso”, explica.
Al contrario, están quienes trabajan intensamente hasta último minuto para dejar todas las tareas completadas y perfectas. “Estos terminan con cansancio extremo y perderán los primeros días de sus vacaciones en reponer energía. Hay que trabajar hasta cuando corresponde, pero sin una autoexigencia que deje agotado. Nada cambiará drásticamente. No nos vamos por un año, sino por dos o tres semanas”, advierte la experta.
Cómo reducir la ansiedad
Para bajar el nivel de ansiedad previo a salir de vacaciones, la experta recomienda:
Organizar el descanso anticipadamente, idealmente de un mes. Esto evitará en la última semana estresarse con detalles de alojamiento, actividades y tours. Organizar el trabajo también con antelación, es decir, avanzar con tiempo con las tareas, para así no estresarse por terminar el trabajo en la semana previa a vacaciones. Esto incluye definir al reemplazante y registrar detalladamente la información, tareas y contactos que se le traspasará. En la semana previa a salir de vacaciones, anotar cada tarea que se realizará y asignarle un día. Esto permite visualmente definir el orden en que se deben hacer. Anotar lo que se hará cada día también “libera espacio mental”. Hacer ejercicios de respiración y meditación, para calmar la mente y concentrarse.
“Si anoto lo que debo hacer el jueves, cuando es lunes y martes me olvido de esto, y recién el jueves lo vuelvo a traer a mis pensamientos. Saco de la mente lo que está pendiente y recién me hago cargo de eso el día que corresponde. Así no se estará con tanto pensamiento dando vueltas, lo que genera estrés y cansancio mental”, explica.
Con respecto a los ejercicios de respiración y meditación, “muchos piensan que es una pérdida de tiempo destinar 15 minutos diarios a respirar conscientemente o meditar. Pero esto ayuda a enfocarse mentalmente en el trabajo y bajar la ansiedad ante cualquier situación, como la salida a vacaciones”, concluye Domínguez.
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