Lo urgente suele desenfocarnos de lo importante. En una época tan saturada de contingencias —que se amplifican con la velocidad a la que hoy viaja la información—, las organizaciones muchas veces postergan o incluso olvidan la más relevante de sus preocupaciones: sus personas.

El llamado talento interno. Ese es uno de los principales hallazgos del reporte 'Las claves del desarrollo de talento en Chile', elaborado por la Corporación de Capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción (OTIC CChC) e ÍGNEA Group tras casi un año de trabajo: después de encuestar a más de 200 líderes de diversas empresas nacionales, y entrevistar en profundidad a más de 40 de ellos, quedó claro que la gestión de las personas y sus talentos es una gran oportunidad para las organizaciones nacionales, aunque no es suficientemente prioritaria. Cómo reclutar a las mejores personas, de qué forma desarrollarlas dentro de la empresa y cómo lograr tenerlas y mantenerlas felices son los principales desafíos de cualquier empresa, fundación o institución, pero no siempre se les entrega la preocupación que merecen.

'El progreso de Chile pasa por sus personas, por la calidad de su talento. Ya sea de sus profesores, sus profesionales, los emprendedores, los médicos, incluso los políticos. Es la suma del capital humano de cada organización, de cada hogar, de cada escuela y de cada individuo lo que nos hará progresar como país', señala Ricardo Guerra, cofundador de ÍGNEA y académico del MBA de la Pontificia Universidad Católica. Por su parte, José Garay, gerente general de OTIC-CChC, sostiene que 'el objetivo de la formación laboral es 'mejorar la calidad del empleo e incrementar la productividad, pero, principalmente, que sea una herramienta de inclusión, movilidad y cohesión social'. ¿Qué hacer para que las y los colaboradores desarrollen todo su potencial dentro de la organización? ¿Cómo mantenerlos desafiados, pero cómodos a la vez?

Según el reporte, solo el 25% de los líderes encuestados evalúa positivamente la efectividad de los procesos de desarrollo de talento de su organización. El 75%, eso sí, es consciente de que debe mejorar sus prácticas en esta materia, donde aún predominan estrategias antiguas, diseñadas para un contexto más predecible, lineal y tradicional, pero que hoy han quedado obsoletas. Ese fue el primer hallazgo de este estudio: que la inversión y la gestión en capital humano dentro de las empresas en Chile se encuentra al debe. A diferencia de compañías referentes en el mundo, como Google, McKinsey, General Electric o SAP, el desarrollo y captación de talentos es prioridad en el papel, pero no en la práctica.

¿POR QUÉ SUCEDE?

Tras la investigación se identificaron cinco grandes razones: además de la falta de priorización mencionada, existe un escepticismo generalizado frente al tema, los equipos de recursos humanos necesitan entender mejor el negocio, los líderes no se involucran mucho en estos procesos y los colaboradores se encuentran poco empoderados. Construir un ecosistema de talento en una organización no es algo que ocurra de un día para otro, puesto que requiere de recursos, tiempo, compromiso y foco, pero otro de los descubrimientos del reporte de ÍGNEA y OTIC-CChC es que esto no se trata de ciencia nuclear: la mayoría de las mejores prácticas que se identificaron en empresas de referencia internacional son simples de diseñar e implementar.

Algunas de ellas se pueden revisar en el documento, que se encuentra a libre disposición en el sitio de ÍGNEA —igneagroup.com/academia -corporativa—, además de cinco pasos con los cuales cualquier organización puede comenzar a generar un cambio en su gestión de personas. 'Esto no necesariamente significa más recursos, sino, más bien, mejores procesos de gestión de talento, más foco de quienes lideran las organizaciones y un mayor empoderamiento de los trabajadores', observa Guerra.

APOYO

Si una empresa requiere de un análisis más profundo, ÍGNEA y OTIC-CChC cuentan con el servicio Academia Corporativa. 'Se trata de una asesoría integral experta, alineada con los desafíos de las empresas y sus trabajadores, con la cual intentamos contribuir al desarrollo de capital humano', explica Garay.

Ricardo Guerra agrega que el objetivo es ayudar a las empresas a definir qué es lo que necesitan en términos de desarrollo de talento y cómo construir un plan para satisfacerlas. 'Es la estrategia del negocio, pero bajada a planes y programas concretos que permiten a las empresas elaborar el ecosistema de talento que requieren para conseguir sus objetivos', concluye.