Las mineras, en especial las del norte del país, están en una acelerada carrera por dejar de usar agua continental y reemplazarla por agua de mar. Según un estudio de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en una década, el 71% del agua que se utilizará en la actividad provendrá del océano, porcentaje que sube a casi la totalidad en el caso la región de Antofagasta. Eso significa que al 2033 el agua continental o terrestre descenderá un 45%, mientras que el recurso hídrico que viene del mar crecerá 167%.

'La proyección de demanda de agua de origen continental esperada al 2033 alcanzaría los 6,15 m3/s, lo que representa una disminución de un 45% respecto al consumo real de agua continental del 2021 en la minería del cobre. Por su parte, se espera que la demanda de agua de mar alcance los 15,28 m3/s, lo que significa un aumento cercano al 167% en relación al 2021', resumió Cochilco.

¿Se podría llegar a usar 100% de agua de mar en minería? 'No se puede descartar; sin embargo, para que ello suceda es necesario una planificación integral de los sistemas de agua, colaboración público-privada y una visión estratégica a nivel de las cuencas', señaló Víctor Garay, director de Estudios y Políticas Públicas (s) de Cochilco. Un problema mayúsculo dado que 'gran parte de los problemas asociados a los recursos hídricos es por falta de gestión', apuntó.

Agregó que 'si bien la desalinización otorga seguridad hídrica, no es necesariamente la solución más eficiente, debido por ejemplo, a que requiere mucha energía para bombear agua a las minas'. Esta opción debería ser vista como una posibilidad más dentro de las medidas para combatir la escasez, junto al reúso de aguas grises o servidas o soluciones basadas en la naturaleza, entre otras, considerando las particularidades del territorio.

Según Garay, al 2030 las regiones de Antofagasta, Tarapacá y Metropolitana tendrán más del 80% de su abastecimiento de agua de mar.

Más agua

Cochilco espera que en la minería el consumo de agua a nivel nacional llegue a 21,4 metros cúbicos por segundo (m3/s) en 2033, con una tasa de crecimiento promedio anual de 2%. Con ello, entre 2021 y 2023 la necesidad agua en la minera subirá 22%. 'Esta proyección es reflejo, en parte, del cambio de la matriz de producción, que se vuelca a los minerales de sulfuros, que a su vez deben ser procesados a través de flotación, proceso mucho más intensivo en el uso de agua', explicó la entidad gubernamental. 'La caída en las leyes de los minerales requiere de un mayor volumen de agua para obtener una tonelada de cobre fino', agregó.

Al analizar la demanda futura de agua, según la etapa de desarrollo de las fuentes de suministro, se observa que la mayor cantidad de agua, continental y de mar, está en las operaciones, representando el 57% al 2033. Los proyectos en ejecución representan un 15% al 2033; aquellos que están en etapa de factibilidad, representan un 23% del agua total al 2033; y los proyectos en etapa de pre factibilidad, sujetos a una menor probabilidad de materialización, representarían cerca del 4% del agua estimada para el 2033, estos últimos son casi totalmente abastecidos con agua de mar, resumió Cochilco.