Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-12-05
Tipo:   Suplemento
Página(s):   4-5
Sección:   Suplemento - Especial Ganadero
Centimetraje:   26x48
El Mercurio - Revista del Campo
Ante menor consumo y precios altos:
Se ajusta el panorama para la carne
• Tras un año récord durante 2021 por la alta demanda y precios, la inflación y perspectivas de menor crecimiento económico han frenado el crecimiento y se prevé una vuelta a niveles normales de producción y consumo, tanto en Chile como a nivel global.

• Las importaciones ya representan el 70% de la carne que se consume en el país y han tenido una caída de 18% en 2022, mientras que las exportaciones a China siguen dinámicas.
'El aumento en el consumo de carne durante la pandemia fue absolutamente irracional', dice con seguridad Rafael Lecaros, el gerente de Faenacar, la asociación gremial que reúne a las plantas faenadoras frigoríficas de carne bovina.

Además del revivir de las carnicerías de barrio y el despegue de las tiendas especializadas en diferentes ciudades, los datos duros le dan la razón. Solo entre 2020 y 2021, el consumo aparente de carne de vacuno en el país se habría disparado 22%, ya que la producción tuvo un aumento de 38% y las importaciones dieron un salto de 65%, mientras que las exportaciones en ese período solo crecieron 3%, según los datos de Odepa.

La inusual demanda se habría producido, en un primer momento, por las reuniones sociales tras el término de las cuarentenas y, luego, por la mayor disponibilidad de dinero de los consumidores a raíz de los retiros de fondos de pensiones y de los bonos para enfrentar el covid.

'Las carnes rojas tuvieron un rol social muy importante posencierro y las carnicerías duplicaron sus ventas. Gran parte del aumento de las ventas se produjo en las carnicerías, lo sabemos por el nivel de faenas de los frigoríficos que solo se dedican a atenderlas, y que no dieron abasto', explica Rafael Lecaros.

En ese contexto, cortes como la posta rosada han experimentado alzas de 45% entre 2019 y los primeros nueve meses de este año, mientras que el lomo liso ha subido hasta 55%, tomando como referencia los valores promedio que publica Odepa para carnicerías y supermercados.

Sin embargo, en los diferentes eslabones de la cadena de la carne coinciden en que la 'fiesta' habría terminado, ya que a contar de agosto comenzaron a observar una ralentización en la demanda, que se condice con la caída de 18% de las importaciones y con un menor nivel de producción a nivel nacional, lo que a su vez marca un panorama más ajustado para el próximo año.

'De acuerdo con carnicerías que se consultan, muchas han visto bajas de ventas de entre 30% a 50% respecto del año anterior, y eso también explica la menor cantidad de carne importada que se ha mostrado en algunos meses del año', asegura Sergio Willer, presidente de la Corporación de la Carne, que reúne a distintos representantes de la cadena de la carne a nivel nacional.

Por el lado de las ferias observan la misma tendencia, que incluso se habría notado antes que en la carne.

'En el caso del ganado, desde agosto en adelante ha habido una tendencia importante a la baja en los precios. Semana a semana ha bajado el ganado gordo en pie, por lo que creo que vamos a terminar el año con una venta más difícil', asegura Alejandro Vial, gerente de ganado de Tattersall, empresa que tiene una participación de 33% en el mercado del comercio de ganado.

De cara a 2023, con un escenario de menor demanda local y global, las proyecciones también apuntan a un ajuste en la producción.

'El precio y nivel de ingresos impactan fuertemente en el consumo de carne bovina. Por lo tanto, es probable que la demanda se ajuste a niveles prepandemia o más bajos, dado que las proyecciones señalan que la economía se contraerá', proyecta Romina Aguirre, analista de Odepa.

Precios más altos

Normalmente, cuando los precios suben, la demanda por un producto disminuye, pero eso no ocurrió con el apetito por carne durante 2021, el cual recién se habría comenzado a frenar en febrero y marzo de este año, mientras que los precios se han mantenido firmes, con una producción local que muestra una clara tendencia a la baja.

'Este año tenemos menos carne importada, menos faenas y más exportaciones, por lo que hay un menor consumo y estamos volviendo a la normalidad. Sin embargo, no vamos a volver a los precios que había antes, porque ya no se puede producir a esos precios, debido a que los costos hoy son mucho más altos', explica Alejandro Vial.

De acuerdo con eso, proyecta que para el próximo año se debería observar un mayor ajuste entre la oferta y la demanda, lo que ayudaría a sostener los precios en torno a los niveles actuales, considerando también que solo el 30% del consumo de carne de vacuno en el país corresponde a la producción local.

'Los precios van a la baja. Algo nunca visto fue el nulo aumento de los precios en Fiestas Patrias. Antes, siempre después del 18 de septiembre los precios se mantenían altos hasta noviembre, pero ahora están en valores inferiores al año pasado', añade Sergio Willer.

En el caso de las faenas de carne, este año podría ser el más bajo de la última década, ya que se estima que podría terminar por debajo de 800 mil cabezas, y si la tendencia se mantiene en 2023, podría ser el menor volumen de la historia.

A ello se suman costos de producción más altos, tanto para las engordas que se terminan con granos como para las praderas, debido al alza de precios de los fertilizantes.

'El año pasado llegamos a tener alzas de hasta 300% en los fertilizantes para praderas. Como los precios estaban tan altos, el impacto no fue tan sustancial, pero para este año vemos que se está ajustando la rentabilidad del negocio y proyectamos que eso se va a mantener', señala Ignacio Besoaín, presidente de la Federación Nacional de Productores de Ganado Bovino, Fedecarne.

Debido a eso, asegura que entre los ganaderos existe incertidumbre sobre cuál es el escenario que enfrentarán el próximo año, sobre todo porque la carne no es un alimento de primera necesidad.

'Esperamos que desde mediados de 2023 el consumo vuelva a aumentar', proyecta.

Envíos activos

Si bien no representan el volumen más importante, en los primeros diez meses del año las exportaciones han mostrado dinamismo, con un alza de 62%, impulsadas por China.

Con casi 20 mil toneladas entre enero y octubre, ese mercado representa el 89% de los envíos, que corresponden principalmente a carne de vacas, al cual también se han exportado 3.803 vaquillas vivas.

El fuerte aumento respecto del año pasado se explica, en parte, porque las autoridades chinas solicitaron el cierre de cuatro plantas faenadoras chilenas en 2021 debido a la presencia de casos de covid entre sus funcionarios, y para el último trimestre de este año se espera un menor dinamismo en los pedidos.

'En julio, agosto y septiembre, y para qué decir en octubre y noviembre, China se frenó y para los cierres de contratos que estaban haciendo en US$ 6 mil o US$ 5 mil por tonelada, hoy están ofreciendo en torno a US$ 3 mil', dice Rafael Lecaros.

Si bien pensaba que era una situación temporal, el gerente de Faenacar dice que es probable que estén con altos inventarios y no estarían tan ávidos por hacer negocios debido a las expectativas de nuevos cierres de ciudades.

'Se pensaba que iba a venir de nuevo la demanda por carne debido a la cercanía del Año Nuevo chino, pero no se ha dado. China va a seguir siendo un jugador importante el próximo año, pero no con los precios del primer semestre, porque fueron extraordinariamente altos', dice.

Desde Odepa resaltan que la demanda china ha sido fluctuante, incluso semana a semana, también afectada por una mayor producción interna de carne de cerdo.

'Para 2023, de acuerdo con las proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, China disminuirá las importaciones de carne de vacuno alrededor de 19%, entre otras razones, por la contracción de la actividad económica; la acumulación de stocks en cámara producto de las voluminosas importaciones proyectadas para los últimos meses de 2022; la caída de los precios internos de la carne y la recuperación del sector porcino local', explica Romina Aguirre, de Odepa.

Abrir Indonesia

Los ganaderos y exportadores chilenos no quieren depender solo de China y han estado trabajando para abrir nuevos mercados.

'Es importante mantener un monitoreo constante de los mercados, que permitan ir diversificando las opciones del envío. No debemos olvidar que cuando se abrió el mercado chino, tanto los terneros como vacas tuvieron una fuerte alza de valor; por ende, las exportaciones dan una alternativa para la viabilidad del rubro ganadero, generando un tiraje que arrastra a todas las categorías', destaca Sergio Willer.

Durante octubre, una delegación público-privada visitó Vietnam, Malasia e Indonesia para avanzar en la autorización del ingreso de carne, lo que en este último caso podría concretarse en el primer trimestre del próximo año.

'Ya nos ofrecieron una reunión con siete importadores, pero tenemos que esperar esa visita… Necesitamos seguir concretando aperturas sanitarias, porque sin ellos los tratados de libre comercio son letra muerta', dice Rafael Lecaros.

Recuadro
Crédito para pequeños productores

Como parte de las medidas que buscan resguardar la seguridad alimentaria, hace algunos días el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, y el presidente de Fedecarne, Ignacio Besoaín, firmaron un convenio con el BancoEstado para apoyar la compra de vaquillas por parte de los ganaderos, que les permite acceder a financiamiento con una rebaja de 10% en las tasas de los créditos.

Con el nombre de 'Vaquillas por Chile', el crédito pretende financiar la compra de vaquillas para la retención de vientres o para reemplazo de vacas, con un plazo de pago máximo a seis años.

'Es un indicador de que hay instancias con el ministerio para trabajar y vemos que la seguridad alimentaria es algo importante, donde la ganadería no puede estar ajena, sobre todo porque en Chile hoy el 70% de lo que se consume es carne importada', destaca el presidente de Fedecarne, Ignacio Besoaín.


Perspectivas estables a nivel global

La mayor demanda por carne bovina y el dinamismo en las exportaciones en los últimos años no solo se han dado en Chile, sino que también a nivel global. Sin embargo, las proyecciones de un menor crecimiento de las economías y los altos precios llevan a pronosticar un panorama más estable para el próximo año.

Un reciente informe de Rabobank indica que durante el tercer trimestre de este año los precios del ganado, en general, se mantuvieron estables en los principales países productores, con alzas leves en el caso de Australia y Nueva Zelandia, y bajas en torno al 7% en mercados como Brasil, Uruguay y Argentina.

'Por el lado de la producción, esperamos que los volúmenes totales para el último trimestre de este año y el primer trimestre del próximo estén en niveles similares a los de un año atrás para esos periodos', dice el informe, aunque resalta que el panorama es positivo.

En el caso puntual de China, que demanda en torno al 78% de las exportaciones chilenas de carne bovina, se espera estabilidad para el próximo año, ya que sería difícil observar un crecimiento importante en la demanda.

'Esperamos que las importaciones totales de carne bovina a China superen los 2,5 millones de toneladas métricas este año. Pero hacia delante, no sería sustentable un mayor crecimiento, debido a que el consumo interno se ha suavizado y los consumidores podrían preferir proteínas más baratas… Esperamos que eso se haga visible en las importaciones del próximo año', precisa el informe de Rabobank.


Baja en la masa ganadera

De acuerdo con los datos del Censo Agropecuario 2021, la masa ganadera bovina habría caído 33,5% en los últimos 15 años, pasando de 3,5 millones de cabezas en 2007 a unos 2,4 millones el año pasado.

Si bien existe discrepancia sobre los datos exactos, en el sector concuerdan en que la masa ganadera ha retrocedido a niveles de al menos tres millones de cabezas, considerando los que se destinan a carne y leche, coincidiendo con una mayor concentración de la actividad en las regiones del sur, entre Los Ríos y Magallanes.

Las cifras son vistas con preocupación, debido a la extracción de vientres que habría traído la exportación de ganado en pie, por lo que consideran clave desarrollar políticas que permitan a lo menos mantener la masa actual.

'Las regiones de Los Ríos y Los Lagos, al parecer, han tenido un aumento de la masa ganadera, pero no ha logrado suplir la baja en otras regiones, debido a cambios en el uso del suelo y factores climáticos, además de la rentabilidad del negocio… Los ciclos ganaderos son largos y los efectos de la venta de ganado en pie recién los podremos ver en dos o tres años, para analizar si ha generado una mayor retención o si ha sido un negocio spot', afirma Ignacio Besoaín.
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Paloma Díaz Abásolo-