Continúan los análisis de la propuesta de los empresarios de aumentar la tasa del impuesto corporativo, entre uno y dos puntos porcentuales, a cambio de que el Gobierno deseche la tramitación del gravamen a la riqueza en el marco de la reforma tributaria.

La idea no ha generado consenso tanto a nivel técnico como político y un punto de discusión se relaciona con el lugar en que quedaría Chile con un incremento en la recaudación como el que está sobre la mesa.

Un informe elaborado por el director del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo (UDD), Víctor Martínez, realiza ese ejercicio y advierte que el peso de los impuestos a las empresas en Chile, medidos como proporción del PIB y como tasa corporativa, pasarían a ubicarse en la parte alta del ranking de países de la Organización para la Cooperación y Desarrollos Económicos (OCDE).

El economista considera que en el patrimonio la recaudación proyectada por el Gobierno asciende a 0,48% del Producto, cifra que si bien ha sido puesta en duda por expertos, la toma como base de la proporción de la recaudación tributaria que Hacienda debiera compensar en el caso hipotético de no avanzar en el gravamen patrimonial.

Considerando que un incremento de un punto en la tasa corporativa agrega 0,12% del PIB a la recolección de tributos, el informe proyecta que para compensar el impuesto al patrimonio con un alza de la Primera Categoría, el ajuste debiera ser de a lo menos cuatro puntos porcentuales, llevando la tasa para las grandes sociedades a 31%.

'Esto, en un ejercicio muy simple que mantiene constante las elasticidades en la recaudación, con lo cual se está sobreestimando el efecto, al no considerar el efecto negativo que esto tendría en la inversión. Pero si se siguiera esta lógica, Chile quedaría con una de las tasas de impuesto a las empresas más altas dentro de la OCDE', plantea Martínez.

De concretarse un movimiento de esta magnitud, Chile pasaría de ubicarse en el lugar 11 al casillero número tres entre las tasas corporativas de la OCDE, siendo superado solo por Portugal y Colombia.

Y como proporción del Producto, la recaudación subiría desde el actual 4,9% a 5,4%, sólo por debajo de Luxemburgo y Noruega.

Vías para compensar

Martínez plantea que el Ejecutivo y el Parlamento debieran analizar otros mecanismos de compensación de la menor recaudación, en caso de que no se avance en el tributo patrimonial, y que contemplen menores efectos sobre el crecimiento y la inversión. Esto implica, dice, analizar la estructura recaudatoria del Fisco. 'Uno de los datos que suele destacarse cuando se discute una reforma tributaria se refiere a que la carga tributaria como porcentaje del PIB en Chile es una de las más bajas dentro de los países de la OECD. Esta brecha, dependiendo la medida, se ubica entre uno y cuatro puntos porcentuales del PIB en la recaudación. La otra diferencia, pero de la cual se habla mucho menos, es la referida a la estructura tributaria propiamente', sostiene.

En Chile los ingresos tributarios provienen principalmente del IVA y del impuesto a la renta que pagan las empresas, mientras que en la OCDE la contribución de las personas naturales 'es proporcionalmente mucho más alta', recalca Martínez.

'Mientras en Chile la recaudación a través de impuestos personales representa sólo el 7,2% del total, en el promedio de los países de la OECD esta llega a 23,5%', enfatiza.

Para aumentar la recaudación, Martínez propone aplicar medidas similares a las de la OCDE. 'Los impuestos correctivos con un impacto medioambiental positivo, como el aumento del impuesto al combustible, lograrían recaudar recursos de manera eficiente. Otra forma es ampliar la base tributaria del impuesto a los ingresos', agrega.