EI problema de los desechos de la industria acuícola ha sido una problemática que ha estado presente desde hace mucho tiempo, por ejemplo, se siguen utilizando boyas de plumavit en vez de plásticas para sus cultivos porque son más económicas, lo que ha producido un gran problema de contaminación de las aguas y costas.

Para enfrentar este problema nace en Dalcahue en el año 2015 la empresa RecoIlet. Este fue un proyecto social - medioambiental cuya misión es mejorar la calidad de vida de las personas en comunidades que conviven con las industrias locales, generando un impacto real y cuantificable a través del reciclaje de EPS (poliestireno expandido) y otros plásticos.

Como menciona José Ignacio Zirpel, gerente general de Recollet, "este proyecto comienza dado el alto volumen de EPS dispuesto en lugares no autorizados en las regiones de Los Lagos y Aysén que no tenía una solución de disposición final sustentable, por lo que quisimos enfrentar una problemática puntual a través de un proyecto con el fin de cambiar el destino final de estos residuos. Una vez que entramos en la industria del reciclaje y logramos entenderla, nos dimos cuenta que debíamos ampliarnos a otros materiales que estaban siendo destinados a vertederos o bien a lugares no autorizados, con el fin de entregar soluciones integrales a nuestras empresas asociadas y de esta manera facilitar el proceso de reciclaje. Esto nos llevó a ampliar nuestro pool de productos a otros plásticos como HDPE, cabos marinos y desde hace un mes atrás con el reciclaje de redes en desuso de los cultivos salmoneros, que después de un estudio de 1 año, logramos encontrar la manera de reciclar las redes con pintura antifouling para ser inyectadas en piezas o productos finales sin afectar la calidad del plástico.Todos los materiales que hoy recibimos son reciclados y transformados en nuevos prodoctos, asegurando que el 100%, entren en un nuevo ciclo productivo, y por concepto, no manipulamos residuos que no tengamos la seguridad de su reproceso y comercialización".

Hoy Recollet, tienen planta de proceso en Puerto Montt y ofrecen disposición final para material EPS (poliestireno expandido), HDPE (polietileno de alta densidad), PP (polipropileno) y PE (polietileno) todos estos provenientes de materiales en desuso de boyas, flotadores, tuberías, descarte de fabricantes de EPS, cajas de EPS, cabos marinos, redes de nylon-PE, etc.

SUSTENTABILIDAD PRESENTE

Desde un inicio el foco de Recollet fue siempre ser un aporte en la cadena de valor para empresas relacionada con cultivos marinos, transformándose en una alternativa sustentable para sus residuos, creando valor sobre ellos y buscando la manera de evitar que estos lleguen a vertedero.

Hoy manejan volúmenes de 350 toneladas de EPS recicladas por año, proveniente de boyas, flotadores, cajas y descartes de fabricantes de Poliestireno, y por otro lado recuperan cerca de 800 toneladas de cabos marinos, transformándolas en productos finales para la industria agrícola actualmente y con variados proyectos de volver a la industria acuícola con productos fabricados con materiales recuperados desde sus mismas plantas, cerrando así el ciclo de vida de los residuos.

"Durante este proceso hemos podido notar que cada vez más la industria en general se está regulando en tema residuos, muy apoyado por la gestión local que están haciendo los entes reguladores locales, y las empresas le están dando mucha más importancia al tema, buscando alternativas sustentables y que estén bajo la normativa sanitaria existente, cosa que es un gran paso para que la industria del reciclaje se formalice y podamos hacer del esto una actividad económicamente viable y sustentable en el tiempo, teniendo actores formales y con reales intenciones de cambiar la manera en que tratarnos nuestros residuos. Tenemos empresas con las que llevamos años trabajando, tanto de la industria acuícola como proveedores de ellos, con quienes hemos creado relaciones sólidas y por sobre todas las cosas colaborativas, y quienes tienen ya inserto el concepto de reciclaje en sus procesos", menciona Zirpel.

ATANDO CABOS

Actualmente, Recollet cuenta con 3 líneas de proceso de EPS en Puerto Montt, capaces de procesar 3 a 4 toneladas de material por día, donde las empresas pueden disponer de productos fabricados de este material, así como también del plástico que cubre flotadores, tuberías y boyas, siendo una alternativa integral para este tipo de residuos. El 100% del EPS es procesado para convertirse en material de aislación térmica. Por otro lado, están también procesando los cabos marinos, donde en colaboración con la empresa Comberplast han lanzado el proyecto "Atando Cabos" el cual busca recuperar la mayor cantidad de este material en desuso. El proyecto nace en el sur de nuestro país, contando con centros de acopio en Puerto Montt, Queilen (Chiloé), Puerto Chacabuco, Puerto Natales y próximamente Punta Arenas, y apoyados por la gestión de los recolectores locales como parte del proyecto.Todos los cabos recuperados pasan por un proceso íntegro de reciclaje para ser transformado finalmente en basureros hechos en un 100% de este material, los cuales distribuyen por todas las empresas de la industria acuícola y posteriormente por todo Chile.

Este programa, fue seleccionado en los premios Latinoamérica Verde 2018, como uno de los 3 proyectos más relevantes en temas de contaminación de océanos, el cual busca reciclar el primer año cerca de 800 toneladas de cabos marinos y apuntando a que el tercer año recuperemos 1500 toneladas.

"Sin duda que es un gran desafío tanto la recuperación del material como el diseño y fabricación del producto final, pero creemos que con el apoyo de nuestros colaboradores en las comunidades locales donde más se concentra este problema, sumado al esfuerzo de las empresas privadas que se sumen a esta iniciativa, e instituciones públicas, lograremos eliminar en gran parte de este residuo de nuestro medio ambiente", indica el profesional.

José Ignacio Zirpel, agrega que "en término de proyectos, hoy buscamos duplicar nuestro volumen recuperado de EPS y evitar finalmente ver este material repartido por nuestras playas. Por otro lado implementar nuestro proyecto atando cabos en las comunidades más afectadas por este material, a lo largo de nuestra Patagonia, y ser capaces de diseñar y comercializar productos que puedan volver al origen del residuo pero esta vez como un producto de consumo, cerrando de esta manera su ciclo de vida".