Señora Directora:

Los principales países competidores de Chile en el cultivo del salmón se han propuesto planes estratégicos con expansiones relevantes de su producción para las próximas décadas y Chile puede quedarse atrás. Noruega tiene una meta ambiciosa para quintuplicar su producción al 2050, y Escocia se propuso un crecimiento de 50% entre el 2020 y 2030. Todos objetivos que se han trazado cumpliendo metas ambientales. Un estudio realizado por dos académicos de la Universidad Católica revisa la experiencia comparada de los países competidores de Chile en salmonicultura y da algunas líneas sobre cómo desarrollar sosteniblemente esta actividad productiva de cara a las próximas décadas.

El análisis releva la necesidad de contar con una estrategia nacional de desarrollo sustentable de largo plazo de la salmonicultura, avanzar en una regulación basada en las condiciones locales de producción, con una sólida base científica respecto de las condiciones oceanográficas y sanitarias en cada locación, y el establecimiento de un objetivo medioambiental, que sea una especie de ancla donde se condicione el crecimiento de la industria al cumplimiento de éste. La salmonicultura se ha posicionado como uno de los principales sectores en la macrozona sur de Chile generando desarrollo, empleo y una cadena de emprendimientos y proveedores. Para potenciar el crecimiento sostenible de la salmonicultura chilena en las próximas décadas, hace falta desarrollar una agenda país que -junto con proteger el medioambiente-, permita la innovación y la productividad.