—A comienzos de año, los tres hijos de Horst Paulmann ingresaron una solicitud ante el 24° Juzgado Civil de Santiago. No se trataba de una demanda judicial ni ningún tipo de conflicto, por el contrario, Heike, Peter y Manfred Paulmann impulsaron ante el tribunal una gestión voluntaria para que los autorizaran a concretar una donación. ¿El destino? Sus tíos Pablo Koepfer Schoebitz e Ingrid Koepfer Schoebitz, y su prima Katherine Koepfer Jensen.

Según se lee en las acciones judiciales, todos los bienes en cuestión fueron herencia de su madre, Helga Koepfer Schoebitz, quien falleció en 2014, y cuya posesión efectiva concluyó en 2017. De esta manera, los Paulmann Koepfer le donaron a Pablo Koepfer -de manera gratuita e irrevocable- $ 31,8 millones en efectivo ($ 10,6 cada uno), un departamento en el edificio Condominio Parque de Los Ríos, de Osorno, además de un estacionamiento y la bodega en el mismo inmueble. En total, $ 70 millones ($ 23,3 millones por cada hijo). Asimismo, a su tía Ingrid Koepfer, Heike, Manfred y Peter le donaron $ 23,3 millones en efectivo cada uno, mientras que a su prima Katherine se le aportaron $ 10 millones por donante.

En total, los herederos de Horst Paulmann les entregaron a sus familiares unos $ 170 millones, $ 56,6 millones por cada uno, monto que -señalaron- equivaldría a un monto inferior a la mitad legitimaria que le correspondería a cada cónyuge e hijos. Dado ello, cada uno de los hijos declaró tener inversiones más que suficientes para asegurar su subsistencia y los eventuales derechos de sus herederos. De esta forma, Manfred Paulmann acreditó ser propietario -entre otros bienesde una cuenta de inversiones en el banco Bci, cuyo saldo al 30 de noviembre de 2017 ascendía a los $ 804 millones, 'monto suficiente para efectuar las donaciones antes referidas'.

Heike Paulmann demostró tener una cuenta similar por $ 486 millones, y Peter lo mismo, en Banchile Inversiones, por $ 500 millones. En marzo, Felipe Fernández Gamboa y Agustín del Valle Valenzuela llegaron ante el tribunal para declarar en calidad de testigos respecto de que efectivamente los hijos de Horst Paulmann mantenían bajo su dominio bienes más que suficientes para su cómoda subsistencia y para asegurar los eventuales derechos hereditarios de sus hijos. Adujeron conocerlos por motivos laborales y de amistad.

Y así, en mayo se pagaron los impuestos por tales aportes. Los tributos alcanzaron, por cada donación, a $ 324.663 para Pablo Koepfer; a $ 248.355 para Ingrid Koepfer, y a $ 86.735 para Katherine Koepfer. En total, fueron cerca de $ 660 mil por cada uno de los aportes de los hermanos Paulmann. Con todos los trámites en regla y tras aportar una serie de documentos, a fines de mayo, el juzgado dictó sentencia y autorizó finalmente a los hijos del controlador de Cencosud a efectuar la entrega de los recursos a sus tíos y a su prima.