Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-07-31
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   D8-D9
Sección:   Reportajes
Centimetraje:   54x33

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- Pía Mundaca , directora ejecutiva de Espacio Público.

- Josefina Araos , investigadora del IES.

- Camila Miranda , presidenta de Nodo XXI.

- Magdalena Vergara , directora de estudios de IdeaPaís.
El Mercurio
REPRESENTANTES DE CENTROS DE ESTUDIOS DE DISTINTAS SENSIBILIDADES:
A un mes del plebiscito, el momento político bajo la lupa de nuevas miradas…
Las intelectuales se refieren al ambiente que se vive antes del 4 de septiembre. Además, analizan el curso que tomó la Convención Constitucional, la posibilidad de tener acuerdos previos antes de votar Apruebo o Rechazo y todas coinciden en que el proceso constituyente no termina en un mes más.
Todas mujeres, sub 35 y líderes en think tanks desplegados a lo largo de buena parte del espectro.

A un mes del plebiscito, y cuando la campaña sube de temperatura, fijan posición en los grandes debates que marcan esta recta final y la que vendrá a contar del 5 de septiembre.

En un diálogo más fluido y menos radical del ambiente que se respira, Josefina Araos, historiadora e investigadora del IES, referente intelectual de la 'derecha social'; la cientista política Pía Mundaca, también directora ejecutiva de Espacio Público; Magdalena Vergara, abogada y directora de Estudios de IdeaPaís, y la también abogada y presidenta del think tank frenteamplista Nodo XXI, Camila Miranda, desmenuzan el vertiginoso debate político.

Si en algo coinciden es en que este proceso no termina con el plebiscito.

—Del 78% de chilenos que aprobaron una nueva Constitución, un importante grupo se inclina hoy por el Rechazo. ¿Qué creen que falló en este proceso?

Mundaca: 'El plebiscito de entrada reunía sueños muy variados. Llegamos a este momento porque los actores políticos están deslegitimados, muchas personas prefirieron a convencionales que prometían algo distinto y se convirtieron en políticos, que es lo que son. Hubo elementos en la discusión que generaron rechazo y distancia, y le hicieron daño al proceso. Lo lamento, lo que venga después del 5 de septiembre no va a estar en esos marcos ni códigos. Hubo también una actitud performativa que no fue en la línea del diálogo. En todos nuestros estudios, las personas querían ver que sus convencionales llegaran a acuerdos, aun cuando perdiera su postura. Hubo una brecha que fue imposible de superar en el camino.

—¿Es efecto de la actitud de algunos convencionales?

Miranda: 'Nosotros también hemos vuelto a preguntarles a las personas por qué razones aprobaron; aparece muy potente la dimensión de los abusos, y dimensiones materiales clásicas de los derechos sociales. Una promesa constitucional no decae inmediatamente en ajustes concretos, queda bastante distancia de ese sentir más material. Desde luego que hay que hacer una autocrítica de todos los sectores respecto a la necesidad de poder alcanzar acuerdos amplios.

Vergara: 'Desde el principio hubo una sobreexpectativa de lo que se prometía y cómo la Constitución sería el gran solucionador de todos los problemas. Muchos relacionados con el abuso, temas materiales, cosas cotidianas, pero a poco andar, la Convención puso más foco en otras cuestiones que no tenían que ver con las expectativas ciudadanas y mostraron incapacidad de llegar a acuerdos y demasiado ánimo refundacional, además de que muchos iban por sus propias causas. La discusión se dio en comisiones súper cerradas, un estilo burbuja que escuchó muy poco lo que estaba pasando afuera y terminó alejándose.

—¿Frustración más del proceso o del contenido?

Araos: 'Ambos. Hay un cierto descuido en el proceso, que se aleja del juicio de la gente común y una creencia de que la crítica solo venía de una derecha que ahora le tocaba experimentar el veto. El Presidente, en campaña, dice: ‘hay que leer el texto y confrontarlo con las noticias falsas'. No lo he escuchado decir: ‘hay críticas legítimas sobre un texto que no es unívoco'. La Convención vio en la crítica, la falta de acuerdo, la demanda de una élite y no de la gente común, que se fue alejando por normas como la plurinacionalidad. Lo curioso es que la demanda por descentralización es de las más transversales y, sin embargo, la autonomía territorial indígena hizo mucho ruido.

Vergara: 'Hay falta de autocrítica en tantas autoridades y convencionales, diciendo que no se han leído la propuesta, que la gente es ignorante, que la derecha está engañando'.

Mundaca: 'Es vergonzoso y rompe los códigos democráticos, un desprecio al otro, pero me cuesta creer que sea masivo'.

Araos: 'Cuando la gente empezó a mostrar recelo con las implicancias de la plurinacionalidad, se respondió que estaba siendo manipulada o que ya existía en otros lados'.

Miranda: 'No es menor lo de la élite amenazada, porque los estudios cualitativos sobre el proceso destacaban las cosas que refuerzan algunos medios, como Rojas Vade, la tía Pikachú, no aparece nada del proceso de construcción de norma. En las personas hay muy poca apropiación de cómo fue el proceso. Es la paradoja de la Convención, uno de los órganos institucionales que más se parecen a la mayoría del país'.

Araos: 'La gran pregunta es si eso asegura necesariamente mayor representatividad política'.

Miranda: 'Concuerdo, la pregunta queda abierta por cómo se conformarán, por ejemplo, las nuevas instituciones que requieren cargos de representación política. Más que centrarnos en los puntos de tensión, hay otros de consenso transversal como un Estado social de derechos y derechos sociales'.

Mundaca: 'Pero no deja de ser muy relevante que hoy estemos discutiendo de plurinacionalidad, estado regional, paridad, relevancia del medio ambiente, no lo discutíamos hace cinco años. Nunca los pueblos originarios habían sido parte de la discusión de poder en nuestro país. Los convencionales que apostaron por este camino dejaron atrás a varios que tienen una propuesta contraria a la institucionalidad. Eso es potente.

Uno se puede parar en la mejor interpretación posible o en el peor escenario; si el texto llega a ser aprobado, se viene un camino de implementación profundamente interesante para nuestro país. Una intensidad de discusiones profundas'.

Araos: 'Inmediatas…'.

Mundaca: 'De acuerdo, son plazos ajustados. Sin embargo, serán discutidos en el Congreso que hoy conocemos, requerirán robustez técnica y consensos políticos amplios. Quien renuncia a construir mayorías, renuncia a los cambios'.

A casi un mes del plebiscito

—El episodio del Presidente pasándole el micrófono a una señora para que criticara al periodista, ¿qué les pareció?

Araos: 'Malo, además por la posición de poder'.

Miranda: 'Cualquier interpelación que remite a mentiras, falsedades, estigmas a la sociedad, no colabora en nada con la discusión, hay que tener una sola línea. Parte del proceso es hacer más pedagogía.

—¿Cómo ven la asociación Apruebo-gobierno?

Miranda: 'Como muchos otros presidentes, el Gobierno toma posición y es bueno porque remite a una propuesta que le hace al país de que el Apruebo es un mejor camino. Ayuda al debate democrático. El Gobierno y el Estado no tienen que ser usados para promover posiciones específicas, la tarea de informar es sustantiva, que la propuesta se conozca.

—¿Hay intervencionismo, como dice la oposición?

Mundaca: 'Reconociendo la relación que tiene el plebiscito con su evaluación, esperaría que el Gobierno haga un esfuerzo por separarse más que profundizar esa vinculación. El Gobierno tiene tareas muy profundas y complejas'.

Araos: 'El Gobierno debe tener cuidado por él y por el país. Entiendo la tarea de informar, pero no tengo claro que una agenda tan activa, el protagonismo del Presidente y sus ministros, aseguren que el plebiscito se realice del mejor modo posible.

—Pero el Apruebo subió 5 puntos…

Araos: 'Está rentando. La pregunta es a qué costo.

Vergara: 'Cómo se denosta la institucionalidad'.

—¿Un arma de doble filo?

Mundaca: 'Hay que asegurar que este país siga funcionando, que se siga gobernando el 5 de septiembre'.

Vergara: 'Informar no significa que el Presidente lidere la campaña del Apruebo y descuide las labores de seguridad, la migración en el norte, la inflación. La mejor campaña es que el Presidente haga muy bien su pega'.

—¿Qué va a inclinar la balanza?

Miranda: 'Será muy determinante el escenario país y el énfasis de las campañas. Todavía no termina de configurarse la cancha de lo que está en juego'.

Araos: 'La mayoría reconoce que el proceso de cambio constitucional continuará, no vamos a volver a la Constitución vigente'.

Vergara: 'No se vuelve a cero, tenemos un camino avanzado'.

Mundaca: 'Nunca se discute de cero, muchas normas ya estuvieron en la discusión de 1925. Los jóvenes y las mujeres fueron muy incidentes en la segunda vuelta, no me cazaría'.

¿Con o sin acuerdo previo?

—¿Y debería comprometerse el Apruebo, desde ya, con algunas reformas?

Vergara: 'Es muy importante que empecemos a discutir ya los asuntos necesarios de rescatar o reformar. La propuesta reconoce muchos ámbitos positivos, pero estamos en un ambiente muy convulsionado, muy líquido, con preguntas instaladas. Viene una gran discusión desde el 5 de septiembre en adelante'.

Miranda: 'Por más discusión por los ‘apellidos', las opciones son Rechazo y Apruebo. El Apruebo plantea una implementación que abre un proceso de discusión legislativa, que implica poner en concreto cuestiones que hoy son controvertidas'.

—El 'Apruebo para reformar' discrepa de propuestas constitucionales, no de su implementación.

Miranda: 'Lo veo más en cómo implementar la nueva Constitución, considerar posiciones que hay en el Congreso, que se está gobernando y hay situación abiertas.

—¿Con o sin acuerdo previo?

Miranda: 'Si da tranquilidad, si es el mejor punto de partida porque están aprobando, es legítimo y necesario. No soy de las que creen que no hay nada que cambiar, en la implementación se conversarán muchos dilemas abiertos y sería bueno que los sectores políticos tomaran posición'.

Vergara: 'Son discusiones distintas. Efectivamente la propuesta deja abierto ámbitos, vacíos y está la deliberación en el Congreso. Pero hay otras muchas cosas, más de fondo, que van más allá de la implementación'.

—Y la derecha, ¿también debe ir más allá de lo dicho hasta ahora?

Araos: 'De acuerdo'.

Mundaca: 'Es bastante evidente que hay un mundo que requiere claridades, tanto para rechazar como para aprobar. Si el Apruebo cree que ganará con su base de apoyo incondicional, las cifras hoy muestran lo contrario. Así como hay un esfuerzo en la derecha, es evidente que el mundo progresista tiene una tarea pendiente y es insuficiente si la hace el 5 de septiembre. Son importantes qué reformar con acuerdo transversal y de qué manera llevar a cabo el proceso de implementación. Reconocer las múltiples aprensiones que tienen las personas'.

Araos: 'La derecha ha tenido que hacerse cargo de los efectos de una cultura del veto con la que estuvo cómoda. Es muy importante dar certidumbre de contenidos y mecanismos para el mundo del Rechazo, que debe salir a defender con convicción. Tiene en contra empezar todo de nuevo, pero es una tragedia para el Apruebo ganar porque no quiero más de este proceso'.

—¿Cómo despeja las dudas?

Vergara: 'Se le pone un deber a la derecha que la izquierda no está cumpliendo; su compromiso de cambio. Es hacernos cargo de que las personas tengan mejores condiciones de vida, acercarnos a la política no solo desde las trincheras, sino también desde los contenidos'.

Recuadro
- Tiempo de nuevos liderazgos

—¿Las sucesivas elecciones, el proceso constituyente, han potenciado los nuevos liderazgos?

Araos: 'Hay una reirrupción. La historia de este momento político es inseparable del movimiento estudiantil. Hay un protagonismo de una juventud que se transforma en un actor electoral determinante, con quiebres generacionales importantes'.

Miranda: 'Se está forjando una segunda generación de jóvenes, con otras inquietudes, que activó los movimientos feministas en 2018, que participó en el estallido social'.

Mundaca: 'La paridad, el medio ambiente, la relación con los pueblos indígenas; hay propuestas y un texto que grafica el momento en que estamos. Hace tres años, era impensable. El Estado de bienestar se diseñó en Europa, vinculado a la socialdemocracia, cuando no eran esos los temas'.

Araos: 'La disputa estará en cómo se apropia cada sector y qué camino ofrece'.

—¿Nuevos aportes en el mundo de las ideas?

Vergara: 'Ha faltado un cuestionamiento de los principios que sustentan a la derecha, en su aplicación a los problemas sociales. Somos una generación con intención de ganarse esos espacios, comprometerse con la vida pública'.

Miranda: 'La generación que contribuimos a instalar esos debates, estamos en disposición a dotarlos de ideas. Una discusión muy importante es que la mejora de la vida de las personas no supone un estatismo como el que se asocia a la izquierda, sino cómo potenciar mayor participación directa, el ejercicio de los derechos'.

Araos: 'Nos ha tocado pelear en un sector donde predominaba que las ideas ya están y que solo había que salir a difundirlas'.

Vergara: 'Hay una generación que no teme hablar de feminismo, de reconocimiento a los pueblos originarios'.

Araos: 'Lograr un diálogo intergeneracional es una tarea gigante, la fractura entre generaciones es cada vez más fuerte y puede transformarse en potencial de conflictos, porque los de mayor edad siguen votando'.

—¿Un desafío, en especial, para el Frente Amplio?

Mundaca: 'No solo por estrategia electoral'.

Miranda: 'Todos debemos ponernos a disposición de una conversación intergeneracional, no pueden ser solo los jóvenes los y las responsables. Independiente del sector político, en algunos sectores mayores hay una asociación muy grande a que los cambios son de la juventud'.


- Sus 'radiografías', a un mes del plebiscito

Magdalena Vergara: 'Hay fuerte fragmentación, polarización, discusiones relevantes y la propuesta que entregó la Convención Constitucional no es satisfactoria. Alejada de la comprensión ciudadana, tampoco se hace cargo de las grandes demandas. Independiente de lo que ocurra, tendremos que generar reformas'.

Camila Miranda: 'No solo en Chile, en el mundo estamos en un cambio epocal que implica procesos de reorganización política, discusión, preguntas. Cualquier proceso de cambio tiene avances, tensiones, y agregaría que más que una polarización de la sociedad, hay una polarización de la política. Frente a eso, hay agotamiento y frustración estructural en la ciudadanía'.

Pía Mundaca: 'Son muchas las variables; estamos redefiniendo valores y principios en una discusión constitucional, hay demandas de políticas públicas, problemas no resueltos hace 15 años y problemas nuevos. El proceso constituyente tampoco logró responder a grupos apremiados y tampoco resolverá la falta de un diálogo que permita construir proyectos comunes. La cohesión social se va a jugar en cuánto la empujemos'.

Josefina Araos: 'Este momento es más grande que el plebiscito, que el proceso constituyente, pero me enoja ese sentido de realidad que viene ahora, cuando muchos que lideraron la Convención fueron responsables de esa mirada idealizada. Ahora que se frustró, empezamos: ‘Bueno, es que le estábamos pidiendo demasiado'. Tenemos una sociedad que partió con mucha expectativa y se frustró de nuevo'.
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S. Vial y B. Vial-