Pais:   Chile
Región:   Bío Bío
Fecha:   2022-10-03
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   11
Sección:   Tendencias
Centimetraje:   31x28

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Las imágenes del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, tomadas 22 minutos, 5 horas y 8,2 horas después del impacto en Dimorphos, muestran columnas de material eyectado en expansión desde el cuerpo del asteroide

Sandro Villanova, director del Departamento de Astronomía de la UdeC.

Alejandro López, jefe de la carrera de Ingeniería Civil Aerospacial de la UdeC.
El Sur Concepción
La humanidad se prepara para evadir el posible impacto de un asteroide en el futuro
Misión DART: un experimento de defensa planetaria único en su especie
Expertos de la Universidad de Concepción analizan los efectos del impacto de la sonda lanzada por la NASA y que busca comprobar los efectos de desviar la órbita de un asteroide.
La sonda DART fue lanzada el 24 noviembre de 2021 desde California en un Falcon 9 de SpaceX, de la compañía de Elon Musk y llegó al sistema de asteroides el pasado lunes para cumplir su objetivo: desviar la órbita de Didymos, que en griego significa "gemelo". Este es un cuerpo doble de 780 metros de diámetro, compuesto por el asteroide mayor y su luna de 160 metros de ancho, llamada Dimorphos ("dos formas").

"La luna es bastante más pequeña que la roca principal, entonces la idea era lanzar esta sonda a una velocidad de 23 mil kilómetros por hora hacia la luna, para ver si con este impacto lograba alterar su camino, sin saber si esta iba a salir expulsada, ser destruida o abandonar su giro, sino que Dimorphos sigue orbitando alrededor de Didymos pero con un recorrido ligeramente alterado", indicó Sandro Villanova, director del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción e Investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).

DART, que es un acrónimo de Double Asteroid Redirection Test o Prueba de Redirección de Doble Asteroide, se guió sola hacia el cuerpo celeste para impactarlo, lo que representa una nueva hazaña tecnológica. Además, tenía un satélite secundario llamado Cámara de Reconocimiento y Navegación Óptica de Didymos, o DRACO, que se desenganchó y siguió a la sonda principal por detrás para grabar toda la escena del acontecimiento, y así entregar los datos e información necesaria para estudiar el evento.

Si bien, el asteroide no pretendía cruzarse con la Tierra ni antes ni después del experimento, este se efectuó porque existen elementos pequeños que sí representan un peligro en este aspecto, "si en un futuro se descubre un asteroide que podría impactarnos, esto ayudará a saber qué tipo de proyectil podemos enviar para poder alterar su trayectoria y que no nos amenace" indicó Villanova. Para ello se estudiarán los cambios en la órbita de Dimorphos, sin embargo, pasarán unas semanas antes de tener esos resultados.

La misión es pionera en su tipo y, por lo mismo, implicó en torno a 300 y 400 millones de dólares destinados al desarrollo del satélite, 70 millones de dólares más para el lanzamiento y por último, hay presupuestado 17 millones de dólares para la fase de operaciones, lo que da una noción de los recursos humanos involucrados tanto en los pasos iniciales de concepción, diseño y desarrollo y en la etapa de operación.

Esto es parte de uno de los roles de la defensa planetaria. "Hay que entender que a pesar de que los tiempos geológicos no son como las escalas de nosotros, hay una certeza de que algún asteroide va a chocar con la Tierra. El último evento catastrófico fue el de los dinosaurios, la gran diferencia es que ellos no tenían la capacidad de hacer algo al respecto y nosotros como humanos teóricamente podríamos, esta misión es para avanzar en esa línea" mencionó Alejandro López, jefe de carrera de Ingeniería Civil Aeroespacial de la UdeC.

Quien además agregó que "nosotros no necesitamos desviar una cantidad tan grande, sobre todo si el impacto es lejos, es decir, un leve choque contra el objeto es suficiente para que haya una diferencia significativa en la trayectoria que sigue el cuerpo y este salga de la probabilidad de causar estragos en nuestro planeta".

Es una tarea de demostración tecnológica que impactó el objetivo de forma exitosa y mostró que el hombre es capaz de crear máquinas espaciales con el software adecuado para guiarse solas y llegar a su meta.

Actualmente se está trabajando en el análisis posterior, que cuenta con un gran equipo de telescopios para observar y caracterizar lo que pasa después del impacto, es decir, de cuánto fue el cambio en la trayectoria, si se dejaron cráteres en el asteroide y otros antecedentes. Con el fin de evaluar los resultados, validar la misión y mejorar los modelos computacionales, que son críticos para medir la efectividad de este método.

"Necesitamos esperar unos meses para confirmar los datos, pero si todo sale según los cálculos y efectivamente la órbita se alteró, significa que la humanidad ha dado su primer paso hacia una nueva era donde somos capaces de desviar un asteroide que sea potencialmente peligroso para la Tierra", finalizó Sandro Villanueva.

Recuadro
Conocimiento

Los expertos recalcan que, si bien actualmente no hay un riesgo, los tiempos geológicos son distintos y podría en el futuro llegar a existir un riesgo de colisión.
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Por Millaray Mariqueo-