Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2022-01-22
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   23
Sección:    - El gabinete del debut
Centimetraje:   33x9
La Tercera
Los traslapes
La tesis de los círculos concéntricos rondó por semanas en el entorno del presidente electo. Con el anuncio del gabinete pareciera que era, más bien, la estrategia que levantaron los partidos de su coalición como una forma de ampliar la base de gobierno sin perder un lugar privilegiado. Los partidos de Apruebo Dignidad buscaban ser primus inter pares.

Pero un gobierno de minoría, como el de Boric, no podía darse el lujo de mirar en menos el peso legislativo de sus potenciales socios. Así como lo hizo en su campaña de segunda vuelta, el presidente electo comprendió que los tiempos actuales -y la ciudadanía- requieren de transformaciones a un ritmo más pausado, basadas en el diálogo y los acuerdos. Asimismo, es imposible ignorar la necesidad de incorporar más experiencia en el manejo del gobierno en medio de momentos turbulentos.

Con estos cambios, la teoría de los círculos concéntricos pasó a una de traslapes. Ya no hay partidos de primera, segunda o tercera. Si bien hay algunos con más peso numérico en el gabinete, la correlación con su peso legislativo es clara. No se trata, como en Piñera 2017, de un gabinete de familiares y amigotes, sino que combina aliados políticos con figuras con peso propio. La diversidad del gabinete está dada, entre otras cosas, por la independencia que se le entrega de liderar sus áreas con más libertad y protagonismo.

Esos traslapes no son solo en términos del peso relativo de los partidos en su gobierno, sino que, además, en la forma en que abordarán distintos temas. Se advierte una complicidad clara entre los futuros ministros de Vivienda, Transportes y Bienes Nacionales en una estrategia que incorpore el desarrollo armonioso de las ciudades. La nominación de Maisa Rojas, una de las figuras de más peso en el mundo medioambiental, advierte que el compromiso con la lucha y la adaptación al cambio climático es a todo nivel. Es decir, no solo hay un esfuerzo de equilibrios políticos, sino que de formar equipos técnicos.

No obstante los buenos augurios, la tarea que se viene desde marzo no es simple. Un buen equipo importa, pero más clave es la conducción de éste. Hasta ahora, el presidente electo ha mostrado flexibilidad y pragmatismo. Si bien en su momento defendió la tesis del camino propio, cerrando la puerta a una primaria amplia de la oposición, hoy recibe a la centroizquierda con los brazos abiertos y los empodera -y responsabiliza- del éxito de su gestión. Para lograrlo, no sirven los partidos más cerca o más lejos del centro.
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Javier Sajuria - Profesor de Ciencia Política Queen Mary University of London-