Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-11-10
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A8
Sección:   Vida - Ciencia - Tecnología
Centimetraje:   30x20

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El físico César Hidalgo (izq.) y el ingeniero Carlos Navarrete , parte del equipo creador de Constitutín que trabaja desde Toulouse, Francia.

La plataforma está pensada como minijuegos para aprender sobre las distintas temáticas que abarca una Constitución.

El Mercurio
Herramienta de educación cívica está disponible en español e inglés:
Plataforma ayuda a entender sobre cómo se redacta una Constitución
El destacado físico chileno César Hidalgo lanza hoy Constitutín, sitio que muestra cómo otras naciones han resuelto temas como el derecho a la vida o la protección al medio ambiente, entre otros. Se puede redactar una Constitución personal contestando simples preguntas.
Desde Toulouse, Francia, el prestigioso científico chileno César Hidalgo concibió Constitutín, una plataforma digital, en español e inglés, cuyo objetivo es que el público general se interiorice sobre el proceso de crear una Constitución.

Hidalgo, quien es director del Centro de Aprendizaje Colectivo de la Universidad de Toulouse, conformó un grupo de siete personas de distintas nacionalidades y disciplinas: científicos, ingenieros, abogadas, diseñadoras, entre otros, quienes dieron vida a la plataforma, que hoy es presentada en sociedad y a la que se puede acceder en constitutin.cl o en el sitio de la Convención Constituyente (www.chileconvencion.cl).

'Constitutín es una herramienta de educación cívica que pretende enfocar la conversación en los temas que los chilenos tenemos que decidir de manera conjunta: nuestros derechos, la organización del Estado, la estructura del Poder Legislativo, etc. Es un insumo para debatir y aprender sobre constituciones de manera accesible y entretenida', explica Hidalgo a 'El Mercurio'.

Está diseñada como una serie de minijuegos en los que se plantean 26 temas que son tratados frecuentemente en las constituciones del mundo. Ellos están agrupados en cuatro temáticas: derechos constitucionales, organización del Estado, elecciones y cultura e identidad.

'En cada minijuego se presenta contenido de una forma didáctica y breve, pensada para trabajar desde celulares. Por ejemplo, en el tema del ‘Derecho de Propiedad' se ve que hay constituciones como la de Japón que lo consideran pero de una forma general, diciendo que es un derecho inviolable. Corea lo considera, pero dice que sus limitaciones son materia de ley; Liberia pone ciertas condicionantes a los bienes inmuebles, mientras que Mónaco explicita cuándo un bien puede ser expropiable', precisa.

Pionero en el mundo

La información sobre los cientos de constituciones la obtuvieron desde Comparative Constitutions Project (www.constituteproject.org), un esfuerzo académico que desmenuza y categoriza el texto de las constituciones del mundo. 'Constitutín es un avance, porque pasa de una herramienta de consulta a una de participación. El proyecto es pionero en el mundo y permite explorar de manera individual o colectiva más de un trillón de constituciones, al calcular todas las combinaciones posibles', dice Hidalgo.

En cada módulo de aprendizaje se incluye una serie de preguntas relacionadas con la temática. Los usuarios dan su opinión sobre si una temática debiera ser considerada en la Constitución y de qué forma. 'Si completa todos los minijuegos, finalmente puede construir un texto que es su propia Constitución. Además, compara lo que respondió con lo que contestaron otros usuarios', aclara Hidalgo.

Carlos Navarrete, un joven ingeniero proveniente de Huépil (Región del Biobío) y que está estudiando su doctorado en Francia, es el desarrollador de la plataforma. Anteriormente participó en el proyecto Chilecracia, lanzado un poco después del estallido social y que tenía como objetivo entender cuáles temas son los que realmente le importaban a la gente. 'Espero que Constitutín ayude a incluir a más personas en la discusión constitucional, sobre todo a aquellas en lugares más remotos', dice este ingeniero.

En la plataforma también trabajó Nicole Ferrada, abogada de la U. de Chile radicada hoy en París. Cuenta que el trabajo en Constitutín duró varios meses, analizando los conceptos fundamentales que tiene una Constitución. 'Nos dimos cuenta de que no hay una fórmula única: las hay minimalistas y otras más extensas. Pero en todo caso, una Constitución debiera ser el reflejo de cada país y tocar los temas que les son fundamentales', enfatiza.

'Chile está en un momento en el que tenemos que tomar decisiones importantes sobre nuestra Carta Fundamental. Para el común de la gente estos temas son difíciles; uno no puede esperar que cada persona lea 20 o 30 constituciones o libros de derecho constitucional. Lo que tratamos de hacer es tomar ese contenido y traducirlo en un formato amigable, con un lenguaje simple', dice Hidalgo, quien acota que incluso agregaron una Guía Docente para trabajar con esta herramienta en las aulas.

Recuadro
- 146.000 palabras tiene la Constitución de India.

- 3.800 palabras tiene la de Mónaco.
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Alexis Ibarra O.-