Ignoro la preponderancia del señor Salas en la política exterior chilena. Pero si las críticas que se le formulan —calificadas como 'lindezas'— son querer cerrar embajadas y retirar la firma del Acuerdo de Escazú, no debiéramos más que celebrar sus ideas.
Escazú podrán desearlo funcionarios y políticos que no sufrirán las repercusiones que ese tendrá en nuestro desarrollo sin contribuir en nada a la preservación del medio ambiente. Pero la sociedad civil, el mundo del trabajo y los que entienden sus efectos lo agradecen. Por algo la izquierda partidaria del decrecimiento económico apoya entrar al Acuerdo de Escazú mientras rechaza hacerlo al TPP11.
Respecto de cerrar embajadas, los contribuyentes también lo agradecemos. Con la facilidad de comunicaciones y traslado del mundo moderno, se pueden disminuir y racionalizar. Como Nueva Zelandia, que tiene una embajada concurrente para Chile, Perú y Colombia.
Bajar el gasto fiscal es urgente y se logra con una sucesión de miles de pequeños ahorros en un Estado megalómano que gasta y despilfarra a destajo.
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-Gerardo Varela A. Abogado
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Nex Prensa Escrita
Benjamín Salas y la política exterior
El Mercurio
Señor Director:
Ignoro la preponderancia del señor Salas en la política exterior chilena. Pero si las críticas que se le formulan —calificadas como 'lindezas'— son querer cerrar embajadas y retirar la firma del Acuerdo de Escazú, no debiéramos más que celebrar sus ideas.
Escazú podrán desearlo funcionarios y políticos que no sufrirán las repercusiones que ese tendrá en nuestro desarrollo sin contribuir en nada a la preservación del medio ambiente. Pero la sociedad civil, el mundo del trabajo y los que entienden sus efectos lo agradecen. Por algo la izquierda partidaria del decrecimiento económico apoya entrar al Acuerdo de Escazú mientras rechaza hacerlo al TPP11.
Respecto de cerrar embajadas, los contribuyentes también lo agradecemos. Con la facilidad de comunicaciones y traslado del mundo moderno, se pueden disminuir y racionalizar. Como Nueva Zelandia, que tiene una embajada concurrente para Chile, Perú y Colombia.
Bajar el gasto fiscal es urgente y se logra con una sucesión de miles de pequeños ahorros en un Estado megalómano que gasta y despilfarra a destajo.