Pais:   Chile
Región:   Bío Bío
Fecha:   2018-08-24
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   18
Sección:   Tendencias
Centimetraje:   27x29

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Francisca Aranda, de 23 años, lleva cerca de un año trabajando en el proyecto que elabora un biopolímero a partir de la corteza de pino.
El Sur _Concepción
FRANCISCA ARANDA OBTUVO EL SEGUNDO LUGAR
Desarrollo de biopolímero destacó a estudiante de la Ucsc en "Falling Walls"
La alumna de Química Ambiental está trabajando en la elaboración de un material polimérico de base biológica a partir de corteza de pino, desecho industrial de nocivo impacto ambiental.
Un simple anuncio en una red social la motivó a postular, por curiosidad y pensando que no había nada que perder. Y Francisca Aranda, estudiante de último año de la carrera de Química Ambiental de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), no se equivocó y, de hecho, con su proyecto de tesis sobre el desarrollo de un material polimérico con base biológica elaborado desde la corteza de pino, quedó seleccionada entre los 15 finalistas de la fase nacional del concurso "Falling Walls". En el certamen que los convocó a todos, la joven de 23 años, que sueña con seguir el camino de la investigación y también la docencia, tuvo sólo tres minutos para hablar sobre la innovadora iniciativa en la que lleva trabajando cerca de un año, corto tiempo de presentación que bastó para que fuera escogida con el segundo lugar del evento.

Un hecho que la llena de orgullo y alegría, pues si bien no será la encargada de representar a Chile en la final mundial en Alemania, se destacó entre cientos de jóvenes que desearon ser finalistas y entre los que ya habían sido seleccionados como mejores del país, con quienes compartió, a los que escuchó y se nutrió de sus ideas que, pese a ser todas diversas y apuntara distintas áreas, tenían el valioso punto de convergencia en el anhelo de aportar a la sociedad. Y eso es lo que más valora de la experiencia, a la que no le puede poner otro calificativo que no sea enriquecedora.

"Me dio la oportunidad de conocer los tipos de trabajos que se están haciendo en el país y, sobre todo, cuáles son los que se están destacando", afirma al respecto, pues el foco del certamen organizado por el Instituto Milenio Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso y la Fundación Ciencia Joven, con apoyo del Servicio Alemán de Intercambio Académico, es reconocer las investigaciones, planes de negocios, emprendimientos o iniciativas sociales que estudiantes o profesionales jóvenes están desarrollando en el país.

Así, Aranda manifiesta que todos los postulantes no eran proyectos impulsados porsimple curiosidad ni se configuraban como sueños complejos de concretar, sino que iniciativas posibles y reales, de impacto y beneficio. El de ella, y el reconocimiento, es la cristalización de eso, lo que no hace más que impulsarla a seguir adelante, avanzando y cada vez ponerse nuevos desafíos.

DIVERSAS APLICACIONES

Respecto su proyecto, cuenta que está trabajando en éste al alero del docente Danny García, quien es el impulsorde la idea inicial y ha sido posible ejecutar con un financiamiento Fondecyt.

"Utilizamos la corteza de pino, un material que no tiene ninguna aplicación favorable y, por el contrario, es un desecho de la industria altamente contaminante, que básicamente se utiliza para quema, para formar un biopolímero compuesto", explica.

Para ello toman ciertas moléculas reactivas de este residuo que, además, se genera en enormes volúmenes en Chile, dado el tamaño de la industria forestal. Así, a un material residual que genera impacto nocivo al medio ambiente, esta innovación le da un enorme valor agregado e, incluso, lo transforma en un aporte para combatir la problemática de la contaminación ambiental y que tiene en el uso de polímeros artificiales (plásticos) una de las más grandes y preocupantes causas.

Al respecto, Aranda agrega que el desarrollo es un material biodegradable y que es capaz de sustituir a numerosos materiales sintéticos que se utilizan para elaborar productos, vislumbrándose variadas aplicaciones, desde la agricultura hasta la biomedicina y materiales "súper absorbentes", por lo que es enorme el potencial que se proyecta.

Actualmente, están viendo las orientaciones que le darán a su uso, encontrándose en el periodo final de la fase de prueba hasta pensar en el producto real. "No podemos pensar en incorporarlo o probarlo en todas las industrias, eso es utópico", manifiesta en este sentido la futura profesional, pero es donde pone precisamente, uno de los acentos.

"La idea es diversificar lo que se está haciendo, porque muchos están elaborando bolsas o botellas biodegradables, pero queremos enfocarlo a un producto al que nadie está tomando la importancia que debería: este biopolímero tiene una gran capacidad de absorber y retener grandes cantidades de líquido, entonces, una aplicación puede ser elaborar pañales desechables o apósi tos y toallas femeninas", sostiene. Todos son productos que se utilizan a diario en el mundo y en grandes cantidades, configurándose como artículos de primera necesidad para muchas personas, misma razón que provoca que se transformen en un problema de contaminación que, por su masivo y extendido uso, parece complejo de abordar y solucionar.

Por otro lado, Francisca Aranda cuenta que "la innovación también es una buena opción para la biotecnología, porque la molécula es capaz de reparar tejidos dañados. Así que estoy optimista con seguir avanzando con este proyecto que tiene muchas aplicaciones".

SEGUIR APORTANDO
Siguiendo la línea de lo expuesto, plantea que el proyecto actual está por culminar, lo que significa que se están terminando los fondos, por lo que uno de los anhelos, para obtener un producto real, será adjudicarse un nuevo fondo o bien que alguna empresa crea en la iniciativa y la apoye.

También espera, con confianza, que el reconocimiento que obtuvo con este proyecto en el certamen que convocó a las mejores ideas desarrollándose en Chile, dé un plus y se traduzca en más opciones de obtener recursos o encontrar nuevas colaboraciones para reforzar y mejorar lo que hasta ahora se ha hecho y sumar logros.

Pero, junto a estas metas, el horizonte al que apunta esta joven es seguir contribuyendo al país y al mundo. "El problema de la contaminación es grande a nivel global y la idea es ayudar a disminuirla, porque todo el planeta está lleno de desechos plásticos, macro y micro, todo lo que usamos a diario está hecho con plástico. Y, ¿qué mejor que usar un material que es residuo y contamina para lograr un bien común?", reflexiona con entusiasmo para finalizar.

Recuadro
Fueron 15 los proyectos de investigación, planes de negocio, emprendimientos e iniciativas sociales que participaron en certamen.

El problema de la contaminación es grande a nivel global, porque todo el planeta está lleno de desechos plásticos, macro y micro. ¿Qué mejor que usar un material que es residuo y contamina para lograr un bien común?'.
Francisca Aranda, estudiante Ucsc
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POR NATALIA QUIERO SANZ -