Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-10-07
Tipo:   Internet
Sección:   Empresas
URL:   Link
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DF Salud
Clínicas hacen su primer balance de la pandemia: personal adicional subió hasta en 25% y plantas sumaron 100 mil funcionarios
Durante los 18 meses desde el inicio de la crisis, el sistema privado hospitalizó a unas 27.000 personas, 52% de ellas pertenecientes a Fonasa, e hizo 10,3 millones de exámenes. Gremio aborda las lecciones para los desafíos que vienen en regulación y financiamiento.
A 18 meses del inicio de la pandemia, las instituciones prestadoras de salud privadas que forman parte de Clínicas de Chile –el mayor gremio de la industria con 46 asociados– realizaron su primer balance de la tarea realizada en el marco de la estrategia integrada con el sistema público para hacer frente a la fuerte demanda por atenciones a pacientes de Covid-19.

En el peor momento de la segunda ola, las entidades privadas llegaron a aportar 1.710 camas con equipamiento de ventilación en sus unidades críticas que representaron casi el 40% de todas las camas de ese estándar en el país tras casi triplicar su capacidad.

La tarea realizada desde marzo de 2020 posibilitó la hospitalización de unas 27.000 personas -derivadas por la Unidad de Gestión Centralizada de Camas o que llegaron por sus propios medios- de las cuales alrededor de 14 mil (52%) correspondieron a pacientes Fonasa. También la red privada realizó el 51% de los exámenes PCR -el principal método de identificación de nuevos casos de Covid-19- superando los 10,3 millones de procedimientos.

Junto a estos datos globales, el gremio consolidó los esfuerzos realizados en materia de recursos humanos estimando que debió contratar entre un 15% y un 25% de personal adicional para atender al gran flujo de pacientes, por lo cual el número de funcionarios de la salud destinados a realizar labores relacionadas a la atención del Covid-19 superó los 100 mil, a lo cual se sumaron las acciones de adecuación interna en cada clínica redestinando sus dotaciones a la atención de la emergencia sanitaria.

"Aportamos más o menos el 40% de las camas críticas del país y el sector privado llegó a tener 100 mil personas del mundo de la salud trabajando para estos efectos, ya que cuando pensábamos que el personal ya lo había dado todo la verdad es que el esfuerzo de la segunda ola de la pandemia fue aún peor. Esto implicó un gran estrés para todas las instituciones de salud, hubo que reemplazar equipos dado que era imposible parar, incorporando nuevo personal y organizando formas de trabajo distintas", indica Javier Fuenzalida, vicepresidente ejecutivo de Clínicas de Chile.

Destaca que la rápida reacción de los prestadores privados se tradujo en acciones como las readecuaciones de espacios, destinación y contratación de personal, adquisición de equipamiento de manejo de pacientes críticos y dispositivos e insumos de protección para la atención. Todos estos esfuerzos implicaron gastos extraordinarios que se redoblaron durante el segundo trimestre de este año cuando los efectos de la pandemia alcanzaron su mayor magnitud.

"El esfuerzo ha sido mayúsculo. Objetivamente, hacer esta transformación requirió un gasto extraordinario no sólo en recursos humanos –por ejemplo antes niveles de 25% del personal con licencias médicas- sino además por los cambios que debieron realizar las clínicas con casos en que pasaron de tener ocho camas críticas a cincuenta unidades. Un gasto importantísimo que fue asumido totalmente", detalla.

- ¿Han cuantificado el costo global de la atención de pacientes Covid en el sector privado?

- No tenemos un número. Todavía estamos trabajando para poder hacer una cuantificación; primero, porque no ha terminado todavía y hay un montón de cosas que siguen apareciendo con mucha variabilidad. Evidentemente este un número que nos importa para estructurar lo que se ha hecho, y probablemente en el mediano plazo tengamos una observación sobre ello.

- ¿Cómo está la salud financiera de la industria?
- Es cierto que hemos tenido un mal período a propósito de la pandemia y todo lo que ocurrió en cuanto a pérdidas ya está hecho en un contexto que se entiende y en que estuvimos dispuestos a hacerlo. También es verdad que estamos teniendo una operación muy intensa a propósito de los rezagos de atenciones no Covid, pero hay que tomar en cuenta que los equipos también tienen un agotamiento del cual no han podido descansar y eso involucra costos adicionales para seguir respondiendo. Entonces, es un tiempo complejo, y mirando el vaso medio lleno quiero pensar que lo peor está pasando. Obviamente hay un desafío importante frente al financiamiento dado el rol que podemos ejercer, pero estamos disponibles.

-La Clínica Las Condes –que ya no es parte de la asociación- reclamó un fuerte perjuicio por la valorización de las prestaciones Covid por parte de Fonasa apuntando a que el mecanismo de pago por GRD está por debajo de sus costos . ¿Cómo ha asumido este factor el resto de la industria?

-Si bien es cierto que las clínicas tienen estructuras de costos diferentes –por condiciones de servicio, tipos de modelamiento, emplazamiento físico, etc.- todas las que son parte de este gremio entendieron que este era un problema país, y estuvieron en absoluta disposición de responder a esa realidad. La primera parte de este esfuerzo ya está hecha, concretamente hubo pérdidas en el ejercicio 2020 que no se van a recuperar, pero esa nunca fue una condición que hayamos puesto para poder seguir atendiendo porque entendemos que es el esfuerzo que tuvimos que hacer todos.

-Ya en este segundo año de pandemia, ¿cómo ha funcionado el mecanismo de pago por parte del Estado?

- Concretamente en el tema de la oportunidad de los pagos hemos tenido brechas que cada cierto tiempo vuelven y el tema es recurrente. Hoy día tenemos retraso en algunos pagos, y es necesario que esto sea más expedito, porque si primero hubo que hacer una inversión importante y si más encima este pago llega tardíamente, objetivamente hay algunos que pueden amoldarse pero otros finalmente tienen una estructura de costos distinta generan pérdidas. Esto nos complica y se lo hemos hecho ver eso a la autoridad. Como el mundo privado no tiene subsidios y hemos tenido que correr con nuestros propios colores para estos efectos, es indispensable que estos recursos lleguen a tiempo.

Entendemos que también hay otras prioridades, pero también humildemente pedimos que con la misma exigencia que nos aplican para llevar adelante este esfuerzo, también se responda con prontitud y que todo lo que se adeuda llegue a tiempo. Eso cada cierto tiempo esto vuelve a aparecer y lamentablemente es una constante.

-¿Cuál ha sido la posición del Ministerio de Salud?

-Le hemos hecho ver el tema a la autoridad y ésta lo entiende. Y están generando instancias de trabajo para que esto se resuelva bien, reuniones coordinadas para estos efectos, con Fonasa, con el propio subsecretario, para ver cómo esto se puede ir mejorando y tengo confianza en que esto se va a ir resolviendo bien. Y ciertamente, estos retrasos que hoy tenemos en ningún caso han impedido que respondamos a la necesidad de camas.

-A futuro, ¿ve necesario que haya un ajuste en el sistema de GRD para que las clínicas puedan jugar un papel más activo en la atención de la ola de atenciones pendientes en el sector público?

- Evidentemente, la pandemia nos impuso una condición, pero pensando a futuro en un régimen normal se debe considerar que dentro del sector privado tenemos un mundo bien diverso. En cada clínica hay condiciones, especialidades y múltiples variables que explican que finalmente los costos no sean los mismos, condición base de la que hay que hacerse cargo. Por ejemplo no es lo mismo entregar un examen en 12 horas que en tres días -la calidad es la misma, pero la oportunidad es distinta- o el hecho de que una clínica brinde una buen atención en cáncer considera inversiones en equipamiento, exámenes, etc. Y esa condición debe estar considerada para que el paciente pueda tener elegir la opción que necesite para cada oportunidad. Entonces, ciertamente nos importa que esta condición base debe considerarse en cualquier discusión futura que se establezca a propósito de alguna integración que se pueda dar.

- ¿Cuál es su visión del estado financiero de las isapres que vienen acusando un alto incremento de sus pérdidas este año?

- Bueno, estamos viviendo tiempos que no son tiempos fáciles para nadie, ese es un dato. Lo que le ocurra el asegurador o el pagador nos afecta fuertemente y nos preocupa porque entendemos dónde está el problema. Si bien no nos compete, ahí hay un problema y nos afecta.