La información es un elemento clave para el buen funcionamiento del mercado financiero. Tradicionalmente, el foco ha estado en la información financiera de las compañías. Esto ha cambiado. Como respuesta al cambio climático y social por el cual estamos pasando, crecientemente los inversionistas exigen más información. Quieren saber si las compañías están invirtiendo para desarrollar su negocio, pero también si esas inversiones ponderan los impactos del cambio climático en el negocio. Quieren saber quiénes son los líderes de la compañía y si esta atrajo al mejor talento, pero también quieren saber cómo esta se relaciona con sus empleados y si esa relación es una fortaleza o un riesgo.

La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) se adelantó a esta tendencia internacional a fines del año pasado y promulgó la norma de carácter general Nº 461. Esta normativa exige a las compañías divulgar información relacionada con la sostenibilidad. Las empresas deberán explicitar en sus memorias anuales cómo integran las temáticas ambientales y sociales en su gobierno corporativo y en sus definiciones estratégicas. ¿Qué riesgos de sostenibilidad están detectando y qué respuestas estratégicas están pensando o adoptando para hacerles frente?

CAMBIO DE PARADIGMA
Esta norma implica un cambio de paradigma en materia de divulgación por varios motivos. Primero, pone un fuerte enfoque en la gobernanza. Los inversionistas quieren comprender qué tan sofisticadas son las compañías, si están bien preparadas para los desafíos de estos tiempos y tienen el liderazgo para crear valor de forma sostenida en un entorno cambiante. Los requerimientos de la norma están centrados en los directorios, responsables de dirigir las compañías y de entregar la información al mercado, y en como estos lideran la gobernanza de la compañía. Estas son materias difíciles de medir y difíciles de comparar, pero hemos desarrollado un set de requerimientos que permiten hacer justamente eso.

En segundo lugar, la norma pone un fuerte énfasis en el concepto de materialidad financiera. No todos los riesgos ambientales y sociales tienen el mismo impacto en el valor de las empresas. La nueva norma busca que las empresas divulguen sobre aquellos factores que impactan su condición financiera o resultado operacional y que, por lo tanto, son más relevantes para los inversionistas. Para ello, la norma usa el estándar de divulgación internacional SASB, en que cada empresa deberá clasificarse dentro de uno de los 77 sectores económicos que define SASB y reportar los indicadores exigibles para su sector.

EXPECTATIVAS DE SUPERVISIÓN
La Comisión supervisará esta norma y velará por su adecuado cumplimiento, adoptando un enfoque supervisor más moderno. Se creó una unidad especialmente dedicada a este tema, denominada Área de Supervisión de Finanzas Sostenibles. Esta área se asegurará del adecuado cumplimiento de esta normativa, velando por la calidad, suficiencia y consistencia de la información. Lo hará con un enfoque centrado en disponer de todos los medios necesarios para que las compañías puedan dar cumplimiento de la mejor manera posible. Para la Comisión, el éxito no consiste en identificar incumplimientos, si no que verificar el cumplimiento satisfactorio por parte de las compañías. La medida del éxito es que los inversionistas accedan a la información que necesitan y que esta sea confiable.

Esta nueva área se encuentra trabajando en su primera medida de supervisión: publicar las Expectativas de Supervisión de la norma. Estas consisten en un documento de política por medio del cual la Comisión hará público cómo espera que las compañías divulguen en las diversas secciones de la norma. Se busca evitar fallas en la comprensión, interpretaciones divergentes y en general, errores no forzados en la implementación de la norma. El objetivo es lograr a priori un cumplimiento adecuado y una mejor calidad de la divulgación.

Tanto para resolver dudas, como para alimentar el proceso de desarrollo de las Expectativas de Supervisión, las puertas de la Comisión están abiertas para que el mercado haga las consultas y comparta las preguntas que tengan sobre la norma por medio de sitio web de la Comisión, en el portal CMF sin papel. La Comisión está disponible para trabajar con el mercado para puedan mejorar su cumplimiento, y avanzar así con este nuevo paradigma en la divulgación.