La diputada del PC y coordinadora de la campaña por el Apruebo para el plebiscito del 4 de septiembre, Karol Cariola, dijo el fin de semana que dejarían un "cartelito" en al menos dos millones de casas cuyos habitantes se manifiesten a favor de esta opción en todo Chile, idea que desató numerosos y fuertes cuestionamientos frente a los que la ministra vocera, Camila Vallejo, respondió que "no hay nada ilegal" en ello, mientras que el Servel (Servicio Electoral) aclaró que es necesaria una autorización por escrito.

Hay "gente que ponía letreros o habilitaba sus muros para hacer murales en torno a aprobar o rechazar la posibilidad de contar con una nueva Constitución, entonces esto no es nada nuevo", afirmó la ministra secretaria general de Gobierno sobre la iniciativa del comando, "por lo tanto, no hay nada ilegal y no hay nada novedoso en ese tipo de acciones de campaña".

Vallejo destacó que "en nuestro país la gente es libre de manifestar sus posiciones políticas si así lo estima conveniente, sea en el lugar de trabajo, en la escuela, en la universidad, en el espacio público o desde sus propios hogares".

Cariola, en tanto, declaró ayer que "esperaría que dejen de usar de mala manera algo que ha tenido una interpretación absolutamente mañosa y fuera de la realidad".

Horas antes, el senador socialista Fidel Espinoza calificó en radio Pauta que "eso de marcar casas es estalinismo, es poco menos de obligar a alguien a que tenga que tener un planteamiento". La diputada luego indicó que habló con el parlamentario por Los Lagos y "me dijo no tenía muy claro de qué me estaban preguntando".

El senador de la DC Matías Walker opinó que "la historia enseña que 'marcar casas' es de las peores prácticas de regímenes autoritarios, para qué decir cambiar periodistas de un canal estatal a un mes de un acto eleccionario o sancionar a quienes se aparten de la 'verdad oficial'".

La presidenta del PS, Paulina Vodanovic, agregó que "fue desafortunada la forma en que se expresó la frase (de Cariola), es totalmente desafortunada porque da la impresión de algo negativo. (...). Lo que entendí yo sobre esta campaña de los dos millones de casas es salir a conversar con la ciudadanía y alcanzar el mayor número de casas, lugares y poder entregar información. Ahora, cada uno verá... Yo personalmente pongo a mis candidatos en la ventana. Lo hago por algo personal, no porque sea obligatorio".

En tanto, el exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés sostuvo en declaraciones a en T13 Radio que "marcar las casas para ver a quién le gusta y no le gusta la Constitución, la verdad es que es bastante alarmante".

CONSENTIMIENTO

El presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral, Andrés Tagle, explicó en radio Cooperativa que los carteles de propaganda en las casas son "una publicidad legítima que está en la ley, pero el consentimiento tiene que ser escrito del dueño e informado por el comando que lo haga al Servel, eso lo hace legítimo".

Sobre el avance de la campaña para el plebiscito y los gastos que conlleva, la autoridad consignó que "estamos revisando las actividades en general de los comandos" y, en el caso de "las organizaciones de la sociedad civil, todo el gasto lo tienen que haber recibido en aportes. Si vemos una que realiza gasto y no recibió aporte, va a estar sujeta a sanción".

Por el contrario, "los partidos políticos sí podrían gastar su patrimonio, pero después obviamente lo vamos a revisar con su contabilidad", agregó Tagle, aclarando además que en estas elecciones "no hay reembolso de aportes públicos por voto".

En el conteo de sufragios, "la transparencia es total", destacó Tagle y cerró que "hay que tener en cuenta que los resultados preliminares que entrega el Servel el mismo día de la votación no tienen valor legal como escrutinio, ni proclaman las opciones ganadoras, tienen un sentido de informar a la ciudadanía".