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El Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) logró realizar la primer caracterización genómica de un molusco en América del Sur. Para esta investigación, el centro de la Universidad de Concepción (UdeC), recibió colaboración de académicos de la Universidad Andrés Bello, Universidad de Los Lagos, Universidad Austral e investigadores de Italia, Estados Unidos y España.
Según mencionó el subdirector del Centro INCAR, el doctor Cristian Gallardo-Escárate, dentro del ámbito de la miticultura existen grandes brechas de conocimiento por cubrir, una de ellas es la información genética con alta resolución que permita mejorar la calidad del cultivo de diversas especies y desarrollar preguntas de investigación importantes para el sector.
El cultivo del mejillón, más conocido como miticultura, constituye una importante actividad económica para Chile, que se posiciona como el principal exportador del recurso a nivel mundial. No obstante, esta actividad se ve amenazada por una amplia gama de factores ambientales que afectan su supervivencia y crecimiento; inestabilizando la producción del recurso en la industria acuícola.
En esa arista, la caracterización genómica de la especie constituye una herramienta que permitirá un avance en la optimización de recursos y el cultivo, ya que permite caracterizar las distintas poblaciones de mejillones y sus adaptaciones al cambio climático y factores ambientales.
Hitos

Este trabajo marcó un precedente a nivel internacional, ya que nunca se había reconocido el genoma de un molusco en Sudamérica, debido al alto valor implicado en este tipo de estudios y las tecnologías que implica, "esto cambió en los últimos 2 ó 3 años, actualmente tenemos tecnología nueva que nos permite desarrollar un proyecto hegemónico en una especie como el chorito con financiamiento propio y sin grandes consorcios" indicó el subdirector del Centro INCAR.
La investigación incluyó ejemplares adultos de choritos chilenos que fueron extraídos desde Puerto Montt, además, se estudiaron especies recolectadas desde las comunas de Cochamó y Yaldad de la Región de Los Lagos, con el fin de identificar información molecular asociada con su adaptación local.
"Una de las aplicaciones del genoma es demostrar que los choritos se adaptan diferencialmente a las distintas condiciones del sur de Chile y, en específico, que hay diferencias claras entre las respuestas moleculares en ejemplares recolectados en el estuario y al interior del mar de Chiloé", destacó el investigador y académico del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción.
Entendiendo las características de adaptación genómica del chorito, se podrán caracterizar las poblaciones de choritos presentes en el sur de Chile, su crecimiento y semillas, discriminando sus respuestas al cambio climático, principal factor que impulsa el despliegue de variación genética de la especie. "Los choritos se adaptan a un ambiente marino extremadamente variable mediante la expresión de pocos genes específicos, cuya función se focaliza en mantener procesos biológicos vitales para el organismo" explicó el académico.
Este hito científico posibilita obtener un manejo genético y sustentable del recurso, "si encontramos una población que se adapta mejor a este cambio climático y los genes que hay detrás de ella, vamos a poder cuidar el recurso de esa zona en particular y evitar sobreexplotar".
Bases de datos

La caracterización del genoma de Mytilus chilensis estará accesible a través de bases de datos públicas y abiertas, el que espera ser transmitido a industrias productoras e involucradas en el proceso de cultivo para que sea utilizado como una herramienta que ayude a la sustentabilidad del recurso.
"El principal desafío que tenemos ahora es de alguna forma transmitir esta información que puede ser un poco compleja o muy técnica, que la sociedad entienda que este es un recurso que constituye información valiosa hecha en Chile y que va a impactar directamente a la sociedad en términos de producción" finalizó Gallardo.