El exacto empate en el Senado 25 a 25 entre derecha e izquierda que resultó de las elecciones del domingo amarró de manos a las dos campañas presidenciales que pasaron a segunda vuelta. Es lo que en Estados Unidos se llama 'gridlock': yo no te dejo pasar ninguna propuesta y tú tampoco. Es un escenario que en especial para propuestas controvertidas se transforma en bloqueo.

Y en los programas económicos de Boric y Kast, lo tributario es especialmente polémico, pues son casi exactamente lo opuesto. Uno quiere subir la carga tributaria, el otro bajarla; uno quiere desintegrar el sistema, el otro integrarlo.

'Efectivamente, las reformas tributarias en sentidos opuestos que proponen los candidatos, uno subiendo fuertemente los impuestos y el otro bajándolos fuertemente, si se mantienen como tal van a generar un gridlock en el Congreso y veo muy difícil que se puedan aprobar', admite el exministro de Hacienda del actual gobierno, Ignacio Briones.

Ahora, esto no significa que todo seguirá igual como está, pues se podrían dar coincidencias en el margen. Y, como las reformas tributarias solo requieren una mayoría simple, basta un voto para que pasen cambios puntuales. Aunque para ello debiera existir apertura opositora.

'Si un grupo quiere ir para el norte y otro al sur, no sé cómo se avanza. Tal vez se podría avanzar en temas como las exenciones, donde hay más consenso, pero existe el riesgo de que los maximalismos de lado y lado incluso tranquen algo tan sensato como eso, porque no se incluyen las reformas profundas y que hoy parecen imposibles dada la composición de las dos cámaras', advierte Rodrigo Valdés, exministro de la segunda administración Bachelet.

En el comando de Boric al menos sienten que es muy difícil aplicar todo su programa tributario, por lo que asumen que podrían existir algunas áreas donde existe mayor consenso técnico que podrían avanzar, tales como algunas exenciones tributarias, algún tipo de impuesto verde que reemplace al beneficio que tiene el petróleo diésel o las cláusulas que cierren las brechas de evasión y elusión.

'La rebaja del IVA de 19 a 17% que propone Kast puede que consiga algunos votos de la actual oposición, porque es algo populista. Exenciones, que están paradas en el Congreso, podrían pasar también, porque por el lado de Boric hay varias cosas en ese sentido que vienen de la comisión que formó el Ministerio de Hacienda (impulsada por Briones) y que estaban en el programa de Provoste también', recuerda el exsubsecretario Alejandro Micco.

Cambios moderados

'Una reforma maximalista, que pretende un impuestazo, como la de Boric, tiene poco espacio. Tampoco creo que haya mucho espacio para reducciones de impuestos (como plantea Kast). En exenciones podrían haber espacios, pero en algunas, no todas', dice el exministro de Piñera, Felipe Larraín, sin entrar en detalle.

Larraín, en todo caso, coincide con quien manejó las finanzas en el gobierno de Frei, Eduardo Aninat, en que este 'equilibrio en el Senado', como lo llaman, es positivo y no negativo, pues obligará a las partes a concordar.

'Sea que triunfe Kast o que triunfe Boric, con este Congreso más equilibrado que el de hoy, va a ser más expedito conversar, moderar, acercar posiciones y lograr un equilibrio que permita más gobernanza', acota Aninat.

Ahora, existe un elemento adicional. Los programas de ambos candidatos deberán cambiar de cara a la segunda vuelta. Y probablemente van a tener que incorporar este realismo parlamentario. De hecho, en el comando de Kast no quisieron comentar, pues admitieron que su plan de gobierno se modificará.

'Ambos candidatos ya dieron señales de hacer cambios. La vocera del candidato Kast dijo que van a reescribir el programa y dio el ejemplo particular de los impuestos. En el caso del candidato Boric, creo que también va a modificar su programa, porque para tener apoyo más transversal tienen que hacer concesiones', comentó Manuel Marfán, exministro de Frei.