Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-04-26
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   E8
Sección:   Artes y Letras
Centimetraje:   55x27

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Una nueva investigación aborda Fontecilla: es una serie más contingente que también será 'pintada' por la acción transformadora de la luz del sol.

La artista viajera Teresa Aninat y sus obras en lugares remotos. Hoy ensaya guiones para próximas travesías hacia escenarios naturales.

La escultora retoma un delicado trabajo en volumen de madera en su taller de Catapilco.

Paz Lira trabaja los 150 elementos en fieltro que integran la monumental obra 'Guardianes', que emplazará en la U. San Sebastián.

En su departamento afina su muestra para el Bellas Artes.

La artista junto a una notable imagen de la cultura suiti, patrimonio de la humanidad, muestra que alcanzó a abrir en galería Adora Calvo, hoy online.

La artista experimenta, en su casa, una nueva serie que retoma el poder tintorero de la naturaleza que imprime sobre fibras textiles.

'Un gran desafío ha sido construir vínculos a distancia'.
El Mercurio
EN CHILE Miradas y proyectos que sorprenden:
La reinvención de 8 ARTISTAS MUJERES en plena pandemia
El doble reto de ser mujer, asumir intensas labores familiares y domésticas, y ser artista visual, que requiere grandes espacios y el uso de materiales especiales, es particularmente desafiante para estas creadoras hoy. Conversamos con ocho de ellas, algunas de las más destacadas de sus generaciones.
Josefina Guilisasti en un nuevo proyecto con una comunidad femenina

Josefina Guilisasti es una de las artistas visuales más respetadas y versátiles de la escena nacional. En tiempos de pandemia y cuarentena, cuenta que limitarse a un espacio y a un tiempo le ha implicado 'pensar, trabajar, investigar, ayudar a otros, construir y conectarse con un cotidiano, en el que sobran muchas cosas y se valoran otras. A partir de esta nueva dinámica, estoy desarrollando un proyecto colaborativo con una comunidad, bajo el modelo de obra que hice en el Centro Cultural La Moneda, en diciembre, donde trabajé con artistas alfareras de Quinchamalí, que crearon piezas únicas. Pero el límite de movimiento que estamos viviendo me ha impedido visitar la nueva comunidad. Me ha llevado a hacer un ejercicio que implica construir vínculos a distancia, generar conversaciones en torno a una idea abstracta, bajo la incertidumbre y angustia. Desarrollar el proceso fuera del taller me ha significado una revalorización de las lecturas, investigaciones y conversaciones interdisciplinarias. Pero he podido darle el tiempo y espacio que requiere un proyecto que, con los límites físicos por la cuarentena, es capaz de vincularse con una comunidad de mujeres que están en la misma situación'.

Josefina Fontecilla: Inmersa en Goya, el estallido social y la pandemia

La obra de Josefina Fontecilla es muy propia y requerida. 'Estuve durante varios años ‘pintando’ con una técnica de decoloración por la luz solar. Eran enormes telas que citaban, a escala real, pinturas del Renacimiento y el Barroco, y que escenificaban el poder transformador de la luz. Pero reproducir pinturas como ‘La Ronda Nocturna’, de Rembrandt, implicaba trabajar con un equipo de personas, en lugares abiertos que permitieran la exposición de las telas por largos períodos', relata a Artes y Letras. 'Fue entonces una bendición que ese proyecto hubiera finalizado y para la pandemia me encontrara trabajando en una nueva serie de imágenes de formato muy pequeño, sobre los grabados de ‘Los caprichos’, de Goya. Pero al desafío de traducir esa minuciosa técnica de esos 80 grabados, irreverentes y críticos, se sumó la necesidad de establecer una relación entre ellos y algunas de las fotografías que nos inundaron tras el estallido social. Hoy, a esas imágenes se suman las de la pandemia. Desde mi casa y taller, alterno el trabajo en esta serie con las clases online a la UDP. He visto a los alumnos muy interesados, pero quisiera poder pasar por los atriles y verlos dibujar'.
Teresa Aninat: 'Trabajar con las emociones en el paisaje'

La reconocida instaladora y artista de land art Teresa Aninat confiesa que su motivación ha sido, desde 2011, trabajar con las emociones en el paisaje. 'El amor por las caminatas en tierra firme y la pasión en el vaivén de la navegación marítima me impulsaron a viajar por el territorio recorriendo lugares extremos y remotos. Las obras que surgieron tomaron forma con la ayuda de unas simples ramas recogidas del paisaje, aparatos de hierro transfigurados en campanas. O recurrí al código morse para amplificar la presencia del cuerpo en el paisaje. Al regresar, mediante las fotografías, videos, sonidos, bitácoras, construía un archivo de mis experiencias que traducía en obras. Ahora estoy buscando recursos para acercarme a lo lejano pensando el territorio como un paisaje interior, donde la melancolía y la añoranza son las protagonistas. Ello me ha llevado a revisar mi archivo fotográfico, de mapas, sonidos y lecturas. Y la escritura ha sido el proceso para futuros proyectos. Estoy armando guiones que ensayo esperando viajar hacia los paisajes-escenarios. Y si no hay un lugar a donde se pueda ir, la esperanza de la palabra escrita me permite viajar sin el cuerpo'.
Mariana Najmanovich: 'Muñecas' pintadas que llenan vacíos

La pintora Mariana Najmanovich (1983) es apuntada como una de las más talentosas de su generación. Madre de una niña que cumplió esta semana dos años, 'tenía todos mis tiempos organizados: los de clases y de taller. Pero se suspendió el jardín de mi hija y mi organización se desarmó. Y las clases online debieron seguir para la Finis y la UDP. Mi taller lo tengo afuera de mi departamento y no he podido ir. Además, hasta hace poco no tenía mucho ánimo y no puedo trabajar en arte deprimida. Lo que sí he hecho es escribir sobre el proceso. Tengo un texto sobre la muestra que haré en el Museo de Bellas Artes, a fin de año. Tiene un hilo conductor con lo que está pasando. Trata sobre la relación entre la percepción de soledad y la tecnología. El tema partió de unas muñecas sexuales con inteligencia artificial. Me parecieron muy simbólicas en la relación entre la tecnología y el llenar ciertos vacíos del ser humano. Para el museo construiré muebles donde irán esas obras, aunque en un contexto de pandemia mundial todo puede ir variando'.

Maite Izquierdo: Bitácora de este tiempo

Maite Izquierdo es una de las artistas textiles más destacadas de las últimas generaciones. Hoy confinada en su casa desde hace cinco semanas. 'Me tocó reinventarme y palpar una introspección personal —cuenta—. Soy mamá de 4 hombres (14, 11, 9 y 3 años) e intento vivir el día de la manera más presente e íntima posible. Ha sido un enorme desafío lograr atesorar un espacio de reflexión, trabajo e intimidad. No he ido a mi taller hace semanas. Es lo que más extraño. Me traje lo justo y necesario para ampliar la serie ‘Sudario natural’. Una experimentación que, en este nuevo escenario, retomé con más fuerza. La técnica del eco-print es un proceso parecido al grabado, con el que cada resultado es único y me permite presenciar el tiempo. Consiste en rescatar el poder tintorero de la naturaleza para dejarla impresa sobre fibras textiles. En este mágico proceso, diversas hojas exudan sus formas y pigmentos logrando impresiones orgánicas. Las hojas se fijan al tejido y varían según cada especie y solvente. Estas sedas y algodones reciclados se han ido convirtiendo en una bitácora de este tiempo. He podido ir atesorando y humanizando este presente extraño y frágil'.

Pilar Ovalle: 'He podido ver todo mejor'

La escultora Pilar Ovalle, premio de la Crítica 2016, está confinada desde el principio de la cuarentena en su casa taller en Catapilco. 'Y he tenido una necesidad imperiosa de ordenar el taller, de rearmar o retomar obras inconclusas, en las más diversas maderas, así como en la vida misma. Siento una necesidad de reconectar con lo más esencial, con lo íntimo. Estoy en el taller trabajando en una pieza antigua que tenía abandonada por el 'apuro' del sistema de vida. Agradezco, por lo mismo, este confinamiento en el que he podido ver mejor, donde siento y quiero que sea el principio de un recorrido de una vida más sensata, más simple, más coherente. Más allá del dolor que implica el virus y sus negativas consecuencias, la escuela por la que estamos pasando con esta pandemia nos convoca ineludiblemente a hacer un cambio, a hacernos cargo.

Y en cuanto a los proyectos de trabajos, se 'cayeron' todos —precisa—. No tengo nada programado en la agenda. No quiero viajar. No me interesa exponer luego. Estoy amigándome con la señora incertidumbre, que me parece se quedará con nosotros un buen tiempo'.

Paz Lira y sus 'Guardianes' de la vida

'En estos días de encierro, angustia e incertidumbre me he dedicado a trabajar intensamente en mi taller, que está a pasos de mi casa', cuenta Paz Lira, premio de la Crítica 2017. 'He pensado, leído y estoy afinando una obra monumental en volumen, que se llama ‘Guardianes’'. Iba a ser inaugurada en la explanada de la Universidad San Sebastián, pero la pandemia lo postergó. Sigue trabajando en ella y su proceso y resultado están disponibles ahora online. 'El trabajo lo integran 151 elementos livianos que cuelgan desde un techo conformando un gran volumen, de siete metros de alto por cuatro metros de ancho y cuatro de profundidad. El material empleado son fieltros, esos permanentes desechos de las salmoneras que son arrojados sin misericordia en nuestro mar. La idea es que la obra refleje las tensiones entre la forma y la materia, entre lo opaco y lo brillante. El trabajo de la luz da vida a esos enfrentamientos. Busco la levedad de la materia. Y sobre todo este volumen apunta hoy especialmente a un tiempo de reflexión. Porque tenemos que ser nosotros los ‘Guardianes’ de la propia existencia y de los demás'.

Magdalena Correa: Arte en medio de la fragilidad de Madrid

A la premiada fotógrafa y videasta Magdalena Correa, quien vive en Madrid, le ha tocado duro. 'Nunca pensé que esto sucedería. Estoy hace más de dos meses encerrada en mi departamento-estudio. En un inicio fue tremendo. Pero después he ido transformando el encierro en una situación provechosa. Me sumergí en dos grandes proyectos que quiero desarrollar en fotografía y video, en México y en Noruega. Este año, además, tuve una residencia en Bangkok, y trabajo con ese material. Sigo dando mis clases universitarias online'. En enero alcanzó a inaugurar una importante exposición en video y fotografías, en Salamanca, hoy online. Se trata de un inédito y celebrado proyecto en el que se internó en la cultura suiti, un reducto cristiano en Letonia, patrimonio de la humanidad... Pero, confiesa que 'hay días en que la rutina agota y desmoraliza; ahí me apoya mi marido, Emilio Navarro, comisario de arte contemporáneo. Ruego que esto pase pronto y la ciudad de Madrid vuelva a ser lo que siempre ha sido. Es muy dramático ver diariamente la cantidad de personas que mueren aquí y otras miles pierden sus trabajos y se sumergen en una fragilidad extrema'.
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CECILIA VALDÉS URRUTIA --