Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-08-05
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   11
Sección:   Opiniones
Centimetraje:   27x6
La Segunda
La crisis de obesidad post-pandemia
La crisis del coronavirus ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria de muchos países. En Chile, es altamente probable que los problemas de sobrepeso y obesidad empeoren debido a la cuarentena y el limitado acceso a una dieta adecuada. En los últimos años se han aplicado diversas medidas con el fin de mejorar los hábitos de consumo alimentario, como el etiquetado mandatorio, restricciones en la publicidad en alimentos no saludables y la implementación de un impuesto a bebidas azucaradas. Sin embargo, no han logrado mejorar sustancialmente la calidad nutricional de la dieta ni reducir las tasas de obesidad y sobrepeso a niveles aceptables.

En el estudio '¿Pueden los impuestos mejorar la calidad nutricional de la dieta en Chile?', publicado por el Centro de Políticas Públicas UC, evaluamos qué tan efectivo sería aplicar impuestos a nutrientes críticos —como grasas saturadas, sodio y azúcares— para disminuir su demanda en los hogares chilenos. Los resultados indican que esta medida difícilmente lograría cambios sustanciales. En un escenario optimista, podría reducir la prevalencia de obesidad apenas dos puntos porcentuales (menos de un 10% de la prevalencia actual). Por lo tanto, se hace necesario no solo discutir los efectos de distintos sistemas tributarios, sino también el uso de la recaudación para implementar otras estrategias de salud pública.

Creemos que el uso de los recursos fiscales adicionales vía impuestos a los alimentos puede tener mayor impacto en la incidencia de obesidad versus esquemas regulatorios, particularmente en niños. Una alternativa consiste en reorientar los recursos recaudados a fijar una tasa 0% al IVA en alimentos saludables, como frutas, verduras y frutos del mar. Las políticas orientadas a modificar los ambientes obesogénicos deben estar coordinadas con iniciativas de actividad física y la promoción de salud comunitaria y familiar, en especial salud mental.

El impacto de estos meses de cuarentena en las tasas de sobrepeso y obesidad hacen aún más urgente esta discusión. Necesitamos impulsar programas y políticas que permitan combatir esta epidemia. En muchos casos existen ya los elementos adecuados para expandir las políticas de alimentación, pero los recursos y la voluntad política son insuficientes.
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-Grace Melo Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC / Laura Chomalí Magíster Economía Agraria y Forestal UC / Carlos Caro Facultad de Humanidades, Educación y Cs. Sociales, U. de Luxemburgo